ESTADO DE ISLÁMICA INTOLERANCIA
Ciudad Juárez, Chihuahua. 1 de abril de 2015. (RanchoNEWS).-El grupo yihadista Estado Islámico (EI), que tiene tomada la ciudad de Mosul –ubicada al norte de Irak, a unos 400 km distante de Bagdad, la capital del país– desde junio de 2014, ha cometido a principios de marzo una serie de atentados contra el patrimonio arqueológico iraquí.
Primero derribaron con maquinaria pesada las ruinas de Nimrud, ciudad levantada hace más de 3 mil años –se menciona con el nombre de Calah en el Antiguo Testamento– que «aún conservaba estatuas de 'Lammasu', los inmensos hombre-toro alados con cuerpo de bóvido, alas de águila y testa de hombre que montaban guardia a las puertas de las ciudades o los palacetes de sus reyes. Las figuras son un icono de la civilización asiria que ocupó el norte de la antigua Mesopotamia entre el 1813 a.C. y el 609 a.C.», como reporta Francisco Carrión del periódico español El Mundo.
Días después dinamitaron el sitio arqueológico de Khorsabad también conocido como Dur Sharrukin (literalmente, «la fortaleza de Sargón»); una ciudad amurallada que se mandó construir en el año 713 aC por Sargón II, para fungir como capital de Asiria y que pasó a ser la capital del reino en el 717 aC.
El EI también ha destrozado grandes estatuas y artefactos únicos de sitios arqueológicos y del museo provincial de Nínive. Con anterioridad, extremistas del EI destruyeron muchos templos, santuarios, iglesias y manuscritos preciosos y antiguos en la ciudad de Mosul y en otras áreas.
«Un yihadista indicó ante la cámara que estaban destruyendo estatuas porque favorecían "la idolatría". Pero tanto responsables como expertos consideran que el EI destruyó únicamente piezas voluminosas, conservando otras más pequeñas para venderlas probablemente de contrabando», reporta la agencia AFP.
Dentro de este escenario de pesadilla, el pueblo de Irak, a través de su gobierno, ha decidido reabrir en Bagdad el Museo Nacional, cerrado desde hace 12 años y que es considerado uno de los museos más importantes del mundo precisamente por su valioso fondo arqueológico.
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En otros temas más amables les recomendamos, en la sección de Libro, la nota sobre Los tiburones del arte (editorial Stella Maris) que Fernando Díaz de Quijano, de El Cultural, define como «un furibundo ensayo contra la manipulación del arte por parte del mercado que llegó a las librerías hace unos días, mientras un vaso medio lleno de agua salía a la venta por 20.000 euros en la última edición de ARCO».
También queremos por este conducto felicitar a tres artistas de Chihuahua por los reconocimientos obtenidos.
Al poeta José Vicente Anaya le organizaron un homenaje en el palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México; al poeta y traductor Enrique Servín le fue concedido el premio «Andrés Henestrosa»; y a la actriz Yolanda Abbud le fue reconocida su trayectoria por el Instituto Chihuahuense de la Cultura, en la capital del estado.
Ojalá esta edición sea de su agrado.
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