Jill Magid en la conferencia de prensa que dio el pasado 26 de abril en el Museo Universitario Arte Contemporáneo, antes del recorrido por la muestra Una carta siempre llega a su destino, que exhibe el anillo de diamante hecho con parte de las cenizas del arquitecto mexicano Luis Barragán (1902-1988), titulado The Proposal. (Foto: Roberto García Ortiz)
C iudad Juárez, Chihuahua. 3 de mayo de 2017. (RanchoNEWS).- A la estadunidense Jill Magid nunca se le negó la entrada a los archivos del arquitecto Luis Barragán que resguarda la fundación que lleva su nombre en Birsfelden, Suiza, afirma Federica Zanco, directora de esa instancia, en entrevista con Mónica Mateos-Vega para La Jornada.
Tampoco es cierto, añade la reconocida arquitecta italiana, que la Barragan Foundation o alguno de sus integrantes amenacen con consecuencias legales o prohíban reproducir materiales del archivo o de cualquier otro acervo bajo su cuidado.
«Una parte sustancial de la narrativa que justifica y forma parte del proyecto de Magid –que en estos días se presenta en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (Muac) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), como parte de la exposición Una carta siempre llega a su destino: los archivos Barragán–, no corresponde a los hechos, existe una confusión en la comunicación relativa a diversas cuestiones», reitera Zanco.
La directora aclara que Jill Magid jamás pidió acceder a los archivos ni planteó estudiarlos. La fundación recibió primero dos solicitudes de la estadunidense, por conducto de terceras personas, una para visitar la Barragan Foundation y otra para que se le enviaran planos de las instalaciones, oficinas y plantas de la empresa Vitra en Weil am Rhein, Alemania.
Inviable, la colaboración directa con la estadunidense
Hasta una tercera ocasión, Magid pidió directamente a Federica Zanco, en septiembre de 2013, el préstamo de documentos originales y piezas de mobiliario para exhibirlas, en un lugar no precisado, en Nueva York, en una exposición que se llevaría a cabo en poco más de un mes.
«No encontramos las condiciones de una posible colaboración directa», explicó Zanco, quien informa que en la fundación se encuentra en curso el trabajo de organización de los archivos de su colega jalisciense, motivo por el cual el acceso de investigadores independientes está restringido.
Sin embargo, aclara, «eventuales proyectos de investigación son evaluados caso por caso para decidir si se les puede brindar una asistencia directa de manera eficiente y en tiempos breves, lo cual intentan siempre.
«En caso contrario, proponemos una asesoría basada en intercambios de correos, conversaciones telefónicas, indicaciones bibliográficas y sugerencias de fuentes complementarias o alternativas».
Con Jill Magid, detalla Zanco, una primera vez, por conducto de Marc Bättig, persona que en ese entonces trabajaba para la feria de arte Art Basel, pidió visitar la Barragan Foundation. La segunda vez la estadunidense hizo, por medio del estudio de arquitectura basado en Japón (SANAA), una solicitud para que se les enviaran los planos de las instalaciones, oficinas y plantas de la empresa Vitra, porque necesitaba hacer una obra en homenaje a Barragán.
En ambos casos, la fundación explicó a los solicitantes que se encontraban trabajando en la organización del archivo y que por el momento no era posible colaborar en los proyectos artísticos de Magid.
En promedio, la Barragan Foundation recibe una centena de solicitudes cada año que tienen que ver con la reproducción y el uso de imágenes relacionadas con la obra del arquitecto, así como la búsqueda de información general sobre sus creaciones o biografía.
«Unos 50 de esos contactos preguntan acerca de la posibilidad y condiciones para poder acceder a los edificios de Barragán en México, y sólo entre cinco y 10 solicitantes tiene un interés más especializado, de nivel académico. A todos se les responde directamente por correo. Con la finalidad de atender de manera más completa, sistemática e igual para todos las preguntas frecuentes, elaboramos una guía que se puede descargar desde la portada de nuestro sitio en Internet (en inglés), pero que también enviamos por correo, tanto en inglés como en español», detalla la directora.
Los investigadores especializados que acuden al archivo profesional de Luis Barragán han trabajado en temas como historiografía de la arquitectura y, «generalmente, piden información o materiales documentales relativos a un proyecto particular, o sobre autores posiblemente relacionados con Barragán (es el caso de Mathias Goeritz, por ejemplo)
«Si se trata de estudiantes de arquitectura, generalmente piden copias de dibujos constructivos de algunos de los proyectos más conocidos.
«Si se trata de arquitectos que desarrollan un trabajo profesional independiente, también piden documentación de tipo técnico, que imaginan existe o está a disposición de manera completa y coherente, lo que no es el caso.
«Un archivo de arquitectura, y de este en particular, conserva documentación fragmentaria e incompleta, cuya catalogación, orden, lógica, interpretación y análisis resulta bastante compleja.
Encuentro el 31 de mayo del año pasado
Federica Zanco recuerda que fue informada por la misma Jill Magid de su propuesta de intercambiar los archivos por el anillo elaborado con las cenizas del artista jalisciense en un encuentro «que ella solicitó y que tuvimos en el Vitra Haus Café el 31 de mayo del año pasado. Mi esposo, Rolf Fehlbaum, estuvo presente. Fue recibida de manera informal y amistosa, como es nuestra costumbre. En ese entonces, pensé esperar para ver si esta particular etapa de su trabajo estaba basada en una acción que realmente ocurrió.
«Luego de visitar la instalación (de Jill) en la Kunsthalle de Sankt Gallen y de considerar los documentos allá incluidos, le escribí un correo de respuesta a la carta que me dejó cuando nos encontramos».
En esa respuesta, Zanco dijo a Magid: «Como en tu trabajo acerca de Luis Barragán la imaginación y la fantasía juegan un papel tan poderoso, me pregunto cómo cambiará esto cuando tengas acceso a la información en la que estoy trabajando.
«Espero que no tome mucho tiempo antes de poder facilitar el acceso (de los archivos) a un público más amplio, y espero la oportunidad de compartirlo especialmente contigo. Gracias por ayudar a atraer la atención a Barragán. Cuanto más seamos, mejor es, de cualquier modo. Lo tuyo es, ciertamente, algo feliz, positivo y desafiante».
Magid es responsable de todas las facetas de su trabajo
¿Considera usted que La propuesta, el anillo que hizo Magid con el diamante fabricado con las cenizas de Luis Barragán, es una obra de arte? –se pregunta a Zanco.
Lo considero una obra de Jill Magid.
¿Qué piensa de las obras que vende la artista hasta en 7 mil dólares que consisten en las páginas de libros-catálogos, algunos publicados por ustedes, que muestran retratos de Luis Barragán o su obra, y que luego ella enmarca?
No pienso nada: es parte de su trabajo y ella es responsable de este último, en todas sus facetas.
¿Ha considerado aceptar la propuesta de Jill Magid?
No. No la considero dirigida a mí en tanto que persona real, pues no considero que haya sido formulada tomando en cuenta condiciones y hechos reales.
REGRESAR A LA REVISTA