Stanley Kubrick, en el rodaje de ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú, en 1964. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 15 de julio de 2018. (RanchoNEWS).- Nathan Abrams entró en Facebook hace una semana. Como cualquier otro día, el profesor consultó los mensajes no leídos. Y, de golpe, se encontró un tesoro: había recibido un trozo perdido de la historia del cine. Como experto de Stanley Kubrick, sabía que el cineasta había escrito un guion, en 1956, para adaptar al cine la novela Ardiente Secreto,publicada en 1913 por otro genio, el novelista austriaco Stefan Zweig. Pero Abrams también conocía el epílogo de esa historia: el proyecto nunca cuajó y el texto, como otros muchos intentos fallidos del director, se volatilizó. «Lo buscamos en los archivos de Kubrick, de los estudios MGM, pero nunca apareció», relata a este periódico por teléfono. Hasta que, seis décadas después, brotó justo en su buzón de entrada.
«Me escribió el hijo de un antiguo colaborador de Kubrick, que tenía el guion. Lo encontró entre los papeles de su padre, que en su momento iba a trabajar en el proyecto, y lo había conservado», agrega Abrams. Profesor de cine en la Universidad de Bangor (en Gales), y autor de varios libros sobre el director, ni él logró contener el entusiasmo: «No me lo podía creer». Kubrick y Zweig, el cineasta visionario y el maestro literario, volvían a juntarse. Ardiente secreto salía del letargo para reclamar los focos, tal y como adelantó The Guardian. ¿Y un rodaje?
Tommaso Koch escribe para El País
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