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El dramaturgo. (Foto:Linda Nylind)
C iudad Juárez, Chihuahua, 8 de agosto, 2008. (RanchoNEWS).- Fallece el prolífico dramaturgo británico. Era, junto a Harold Pinter, la gran voz del teatro en Reino Unido. Tenía 71 años. Una nota de EFE:
Simon Gray, uno de los más conocidos y prolíficos dramaturgos del Reino Unido, falleció el jueves víctima de un cáncer de pulmón a la edad de 71 años. «Ha muerto un gran talento», comentó el actor Edward Fox, que trabajó en tres de sus obras teatrales, entre ellas la titulada Quartermaine's Terms.
«Todos pensamos que era una obra que perduraría, y sigo creyéndolo. Es un clásico», dijo Fox, citado hoy por el diario The Times. «El suyo era un humor muy singular, combinado con el pathos, algo muy chejoviano. No quiero compararlos porque no son comparables, pero escribían de lo mismo, de la vida que pasa de un momento a otro, con una mezcla de humor y de lágrimas», agregó el actor.
Frente a las obras directamente políticas de sus contemporáneos o las comedias metafísicas de Tom Stoppard, su teatro más comercial –Butley (1971), Otherwise Engaged (1975) y Close of Play– tenía como protagonistas a personajes de las clases medias altas. Pueblan su teatro personajes de alto nivel educativo a quienes les fallan las palabras y que encuentran refugio en la ironía, comenta hoy un crítico en su necrológica.
Tal vez más que ningún otro dramaturgo británico contemporáneo, con la excepción de su amigo y mentor Harold Pinter, Gray era un cronista de lo que nunca llega a decirse. Esto explica la admiración que le tenía Pinter, quien dirigió personalmente algunas de sus obras. Tras dos dramas menores, Dutch Uncle (1969) y Spoiled (1971), Gray estrenó ese mismo año las dos obras que consolidaron su reputación: Butley y Otherwise Engaged.
En las dos décadas siguientes estrenaría muchas otras obras, pero ninguna, con la única excepción de Quartermain's Terms, tuvo el impacto de las dos antes citadas. Quartermain's Terms, cuya acción se desarrolla en una escuela de idiomas de Cambridge, presenta a uno de los antihéroes de Gray, notables por su indiferencia al mundo y porque no pueden amar ni ser amados. La melancolía chejoviana que destilaba ese drama es más pronunciada aún en Hidden Laughter (1990), obra de trasfondo metafísico que describe la lenta autodestrucción de una familia.
Otras obras suyas son The Common Pursuit (1984), un estudio de seis amigos de Cambridge, Melon (1987) y Japes (2001), inspirada por el hermano menor del dramaturgo, un destacado académico y dramaturgo frustrado que sucumbió al alcoholismo. En 2004, Harold Pinter dirigió The Old Masters, en la que Edward Fox hacía el papel del viejo esteta Bernard Berenson. Ex alcohólico y fumador empedernido hasta la muerte, Gray fue además un destacado diarista, divertido y mordaz, implacable con sus propias debilidades como con las de los demás.
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