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El joven dramaturgo. (Foto: Lucero González)
C uando yo me vaya, déjenme ir, tengo muchas cosas que hacer y ver. No se aten a mí con sus lágrimas. Por los hermosos años que pasamos juntos, demos las gracias.
Yo les di mi amor, ustedes pensarán en la alegría que me manifestaron. Le doy las gracias a cada uno de ustedes por el amor que me brindaron. Pero ahora tengo que viajar solo.
Si quieren, pueden expresar su dolor, lloren un momento, dejen que la fe en Dios conforte su pena. Sólo nos separaremos por un tiempo, por lo que debemos mantener el recuerdo en nuestros corazones.
La vida sigue adelante, no estaré lejos. Si me necesitan, piensen en mí y estaré con ustedes aunque no me miren ni me puedan tocar, yo estaré cerca. Sentirán el calor de mi amor en sus corazones.
Y cuando ustedes tengan que viajar por este camino, yo los recibiré con una sonrisa y les daré la bienvenida.
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