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domingo, abril 20, 2008

Noticias / España: Homenaje a Octavio Paz en Madrid

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El Nobel mexicano de Literatura . (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. Martes 25 de marzo de 2008. (RanchoNEWS).- En Madrid, España, dedican homenaje al escritor Octavio Paz a 10 años de su muerte, según reporta EFE y Ana Anabitarte de El Universal:

El poeta mexicano Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura 1990, fue homenajeado hoy en Madrid por los escritores españoles Luis García Montero y Juan Malpartida y el cubano Antonio José Ponte, con motivo del décimo aniversario de su muerte que se cumplirá el próximo 19 de abril.


Los tres literatos, que estuvieron acompañados por el escritor mexicano Julio Trujillo en la Casa de América de Madrid, coincidieron en destacar el papel de maestro que Paz jugó en su formación y crecimiento como poetas, y abordaron la figura del autor de Salamandra (1962) desde la relación que les unió.

García Montero, Premio Nacional de Poesía de España en 1995, destacó la oportunidad del homenaje a Paz (1914-1998), ensayista al que el escritor español conoció en 1990 en México y con el que se siente «en deuda».

«Me sentí deslumbrado ya como estudiante al leer algunos ensayos de Octavio Paz», afirmó García Montero, quien destacó «la soledad de la conciencia y la conciencia de la soledad» que, según él, encierra la obra poética del mexicano.

El literato español tuvo algún desencuentro con Paz, pues éste interpretó un viaje suyo a Cuba como un apoyo al Gobierno de Fidel Castro, contra el que el mexicano se manifestó en reiteradas ocasiones.

Esa oposición al régimen castrista la conoce en primera persona Ponte, quien relató cómo tuvo que asaltar en la década de los años 80 del siglo XX la biblioteca de la Casa de las Américas de La Habana para poder leer algo de Paz, poeta censurado por el Gobierno cubano.

«En aquella época decíamos "Aquí Paz, y en el cielo Borges"», recordó el cubano en referencia al literato argentino Jorge Luis Borges (1899-1986), otro de los censurados por el Ejecutivo de Castro.

Él y su grupo de amigos descubrieron entonces que lo más importante en Paz era «la búsqueda de lo primigenio» y cómo el remanso de paz final en las obras del genio mexicano era la mujer.

«Octavio Paz ha acuñado un signo tipográfico suyo propio que he procurado evitar, porque cada vez que lo hago me parece que estoy escribiendo con la mano muerta de Octavio Paz. Y ese signo son los dos puntos, que son los dos puntos de la definición, pero también los dos puntos de la mirada, de los ojos», indicó Ponte.

Por su parte, Malpartida recordó al poeta mexicano como una persona fiel a la poesía y a la amistad, y como un escritor que conocía la humildad, a pesar de saberse grande.

«Paz tuvo la fuerza moral de mirar de frente a la historia», comentó el escritor español, quien dijo que su «amigo» Octavio Paz aunque era hombre serio, siempre tenía en su rostro una sonrisa, «la sonrisa del saber».

Recuerdan anécdotas del Nobel mexicano

Madrid (Ana Anabitarte).— La sala Jorge Luis Borges de la Casa de América de Madrid, fue el lugar elegido para celebrar ayer, con un aforo más bien escaso y en un escenario austero, el primer acto en recuerdo a Octavio Paz a 10 años de su muerte. Tres poetas: los españoles Luis García Montero y Juan Malpartida y el cubano Antonio José Ponte, moderados por Julio Trujillo, hablaron de la vida del Nobel, recordaron cómo le conocieron, contaron cómo su obra influyó en sus vidas y relataron algunas de sus anécdotas.

El granadino Luis García Montero conoció al Nobel mexicano en 1990 en el marco de un viaje que hizo a nuestro país acompañado por Francisco Brines y Luis Antonio de Villena. Uno de las vivencias que se le grabaron fue la invitación de Paz a su casa en la ciudad de México, donde después de varias horas de conversación, el poeta les invitó a conocer su biblioteca.

Fachada de la Casa de América de Madrid. (Foto: Fotomaf)

García Montero recuerda sin embargo, que en un momento de la conversación Paz se molestó «mucho», cuando supo que después de su visita a nuestro país, el grupo iría a Cuba. Algo que el autor de El laberinto de la soledad consideraba un apoyo a la «dictadura totalitaria de Fidel Castro».

«Me declaro admirador y discípulo de un poeta como Octavio Paz, pero no soy el alumno devoto que no se atrevió a discutir sus posturas», señaló.

«Quizá si Paz viviera hoy seguramente no tardaríamos mucho tiempo en ponernos de acuerdo en relación con Cuba, pero creo que si discutiéramos sobre la situación política en España, Estados Unidos o México, no sería así. Soy discípulo de Paz pero también soy un racionalista vigilante», aseguró.

El cubano Antonio José Ponte conoció a Paz en los años 80 a través de un periodista extranjero una noche de borrachera. En un momento determinado aquel reportero le dijo a una muchacha del grupo la siguiente frase: «Si tu eres la yegua de ámbar, yo soy el camino de sangre».

«Todos nos quedamos estupefactos con la contundencia de la frase», reconoció Ponte. «Pensamos que era una canción, un corrido caníbal”, bromeó. «Así que cuando nos dijo que era de Octavio Paz, un poeta que estaba prohibido en Cuba por su firma en el caso Padilla, empezamos a averiguar quién era para recuperar la historia que nos estaban negando», relató. Así y para poder leerlo, decidieron robarse los libros que había de Paz en la Casa de las Américas de La Habana. «Con un plan tan organizado como si fuésemos a robar un banco», recordó.

Ponte reconoció que la postura crítica de Octavio Paz hacia Cuba les ayudó mucho «porque nos dio herramientas teóricas para enfrentarnos al aparato del Estado”, dijo. Aunque confesó que en ocasiones «nos cansó su insistencia en ciertos textos en los que introducía, sin venir a cuento, sus críticas a Cuba y al comunismo».

Por último el poeta Juan Malpartida contó que pese a que leyó por primera vez a Octavio Paz hace más de 30 años, todavía recuerda la noche en que abrió las páginas de Piedra de sol. «Un poema lineal como el tiempo, pero a la vez circular, envolvente, en que la historia estalla en un instante», lo definió.


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