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C iudad Juárez, Chihuahua. 6 de julio de 2014. (RanchoNEWS).- Ilusión óptica, exposición que revisa la colección fotográfica del Museo de Arte Moderno (MAM), recinto que en 2014 cumple medio siglo de vida, se abre precisamente con el juego visual que representa un autorretrato hecho en papel y tinta, del estadunidense Chuck Close, basado en una fotografía, cuyo título da nombre a la muestra. Una nota de Merry MacMasters para La Jornada:
Curada por Octavio Avendaño, Iñaki Herranz y Graciela Kasep, curadores del MAM, Ilusión óptica, de 72 piezas, indaga «el espectro de motivaciones y expresiones encontradas dentro del campo de la fotografía y su representación dentro de la colección, e ilustra algunos de los diálogos que la técnica ha sostenido en diferentes momentos con otros medios».
El origen del acervo fotográfico del MAM se debe al interés del fotógrafo Manuel Álvarez Bravo (1902-2002) por coleccionar diversos géneros y técnicas de este medio, que posteriormente fueron donados al recinto en 1974.
Dividida en tres núcleos temáticos, Imagen manipulada e imagen autorreferencial, a su vez se articula en cuatro áreas. La primera apela a la fotografía cuando se fusiona con alguna otra técnica o disciplina para la producción final de la imagen, como puede ser el fotocollage, fotomontaje, fotoensamblaje, fotoescultura o la foto intervenida a mano, explica Herranz, responsable de este apartado.
Un segundo subnúcleo es la fotografía autorreferencial; es decir, cuando se conjuga consigo mismo, como los autorretratos. El tercero son los diálogos entre pintura y fotografía, cuando éste último quiere imitar el afecto pictórico o la pintura quiere igualar la versimilitud de la foto. En el cuarto, la fotografía ya no aparece como imagen, sino como tópico.
En Imagen manipulada... hay obras tanto de los Hermanos Mayo, Héctor García –solo y con una foto intervenida por Alberto Gironella–, Álvarez Bravo, Germán Gerdovius, Mónica Castillo, Yani Pecanins, Gabriel Macotela, Adolfo Patiño, Gustavo Artigas, Pablo López Luz, Armando Salas Portugal, entre muchos otros.
Reciprocidades entre la fotografía y lo tridimensional, el segundo núcleo temático, permite ver «cómo lo que una imagen busca retratar es la realidad, cómo esa realidad se va fragmentando y cómo dialoga con otras formas de presentarse, que no necesariamente es la imagen bidimensional», expresa su curadora Graciela Kasep.
Este pequeño grupo de obras «hablan de una intención heredada de la vanguardia del siglo XX que fue la tendencia a la abstracción. Dentro de esta abstracción en la fotografía podemos ver la fragmentación de esa realidad y un interés por abordar diferentes géneros que podían ser los tradicionales, como paisaje y retrato, y esta necesidad de mostrar las efigies, pero llevados a otro plano».
Sustancia fotográfica, el último núcleo, tiene como propósito reflexionar sobre el aporte de lo fotográfico al arte contemporáneo, señala Octavio Avendaño. Después de la segunda mitad del siglo XX hubo «un reposicionamiento y un repensar sobre la fotografía por la invasión de ésta en los medios masivos de comunicación. El curador anota que la imagen en la práctica contemporánea ya no va a ser la que tenga ese posicionamiento privilegiado, sino la sustancia poética con la que se trabaja».
Avendaño agrega que una de las característica de este núcleo, que corresponde también a la historia del MAM, es la inclusión de jóvenes artistas. En este caso se incluyeron a tres de distintos estados de la República: Miguel Fernández, de Hermosillo; Alejandro Pérez Falconi, de Ciudad del Carmen, y Raúl Mirlo, de Monterrey.
El curador se refiere al proyecto Atlas marginal, de Miguel Fernández (1986), que reflexiona sobre dos categorías relevantes para la fotografía: el tiempo y la luz. El artista recibió un archivo de un geólogo mexicano que fue a la península de Baja California en los años 70 del siglo pasado a investigar la zona de subducción, donde «las placas tectónicas se unen con las oceánicas, generando accidentes en el paisaje.
«En su estudio, el geólogo quería hacer una analogía del marxismo y de la teoría de la historia y el materialismo dialéctico».
Al recuperar el archivo, Fernández fue a hacer el mismo recorrido con un carrito de celdas solares: «Posicionaba el carrito en alguna zona que le interesaba fotografiar. Durante todo el día el carrito se alimentaba de la luz solar para que en la noche proyectara la imagen y la fotografiara. Le interesaba trabajar el tiempo entre lo geológico y el requerido para tomar una fotografía, la luz que tenía que capturar en el mismo lugar para después proyectarla en objetos naturales, como arbustos, cactus o una piedra».
Ilusión óptica permanecerá hasta el 27 de julio. El MAM se ubica en Reforma y Gandhi s/n, Bosque de Chapultepec.
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