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En su conferencia magistral , Miguel León-Portilla se centró en el Templo Mayor. (Foto: Elena Ayala)
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iudad Juárez, Chihuahua. 7 de septiembre de 2014. (RanchoNEWS).- Para el antropólogo Miguel León-Portilla, la historia no es algo remoto, sino el presente mismo. Así que lanzó un llamado a los ciudadanos para que se acerquen a sus raíces y no vean la historia como un espanto donde sólo hay nombres, lugares y fechas, sino un proceso lleno de vida y de interés que nos permite conocernos a nosotros mismos. Una nota de Juan Carlos Talavera para Excélsior:
Así lo dijo la noche del jueves, durante la primera de nueve charlas del ciclo «La Plaza Principal, su entorno y su historia», organizado por la Dirección de Estudios Históricos del INAH, como parte de sus 75 años, en el Museo del Templo Mayor, donde distintos expertos abordarán entre septiembre y diciembre la historia del Zócalo desde la época prehispánica hasta nuestros días.
México ha sido y es lugar que atrae la atención, expresó, «y aunque no quiero ser chovinista ni patriotero, estamos hablando del centro y del corazón del país. Debo decir que me parece fatal que el Zócalo de la Ciudad de México fuera estacionamiento, que también haya tenderetes y pistas de patinaje».
Éste es el corazón del país, el centro con una larga historia que nos dice y nos demuestra que «no somos ningún gato en el mundo de la cultura, tenemos una herencia que debemos aprovechar. No somos gatos en la historia».
Luego habló sobre el Templo Mayor, que fuera la encarnación del mito que señala el dominio del dios Huitzilopochtli, dijo ayer el investigador mexicano, y en nuestros días ha pasado por malas decisiones como transformarlo en estacionamiento o en pista de hielo.
Durante la charla, León-Portilla también comentó que es importante que la obra del padre Sahagún sea catalogada como Memoria del Mundo. «El trámite ya ha sido realizado y se lleva a cabo con el apoyo del INAH y la UNAM ante la UNESCO».
Refirió que el legado de Fray Bernardino de Sahagún —a quien definió como el padre de la antropología del nuevo mundo— «que diseñó un método de investigación que consiste en adaptarse a la manera que tenían los nahuas de comunicarse y de decir, sabiendo su lengua, hablando en su lengua, comentando los códices y para eso llevaba cuatro discípulos a los que llamaba los trilingües porque sabían náhuatl, español y latín».
Sahagún legó muchos folios sobre la visión de los nahuas acerca de la naturaleza, el hombre y la divinidad, añadió, «entonces tenemos ese caudal maravilloso de lo que llamamos los primeros memoriales de Tepeapulco, al sureste del Estado de México», aunado a los códices Matritenses y Florentino.
De tal suerte que el padre
Sahagún es un monumento enorme, porque recoge los diálogos de los frailes con los primeros sabios sobre la religión.
Destacó que el descubrimiento de las ruinas del Templo Mayor, en 1978, representó la confirmación de lo referido en las fuentes históricas y por el arqueólogo Manuel Gamio, quien hace 100 años encontró los primeros vestigios del principal recinto ceremonial de esta civilización, con lo cual el Templo Mayor era la «encarnación» del mito que señala el dominio del dios Huitzilopochtli.
Y el historiador concluyó con una reflexión: «Yo les pregunto a mis estudiantes: ¿Por qué estamos tan mal si somos herederos de dos civilizaciones originarias, la Mesoamericana desde los olmecas hasta los mayas, y de otra herencia que viene de Egipto, Grecia y Roma a través de España y el mundo mediterráneo? Pues yo tengo una respuesta parcial: por flojos y corruptos».
León-Portilla estuvo acompañado por Carlos Javier González, director del Museo del Templo Mayor, y Luis Barjau, organizador del ciclo. Los siguientes participantes del ciclo serán: Teresa Franco, directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Luis Barjau, José Rubén Romero, Sergio Zaldívar, Carlos Aguirre, Antonio Rubial García, Margarita Menegus y Manuel Perló.
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