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lunes, septiembre 15, 2014

Noticias / México: Andrés Domene e Iván Puig crean vehículo para explorar diversas rutas ferroviarias

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Durante su trayecto, los artistas recogieron 300 objetos que invitan a tomar conciencia en torno a temas como la privatización y los espacios aislados. (Foto: Cortesía de los artistas)

C iudad Juárez, Chihuahua. 15 de septiembre de 2014. (RanchoNEWS).- Para explorar la riqueza y la importancia histórica de los sitios abandonados en México, los investigadores y artistas plásticos Andrés Domene e Iván Puig crearon el Proyecto SEFT-1, a partir del cual han explorado 12 rutas ferroviarias en México y cuatro en Ecuador, donde han obtenido 300 objetos o «muestras lunares» y cientos de fotografías, audios y textos. Una nota de Juan Carlos Talavera para Excélsior:

El proyecto nació en 2010 para explorar por qué el Estado nunca vio por el interés público al momento de privatizar el ferrocarril. A cuatro años de distancia, sus creadores, autonombrados ferronautas, comentan a Excélsior los resultados obtenidos, así como el trabajo que realizan en Londres y en París.

Todo empezó tras crear la SEFT-1, un vehículo o «sonda de exploración» que puede viajar por tierra o sobre las vías del tren para llevar a cabo levantamientos de fotografía, video, audio y textos durante sus recorridos, parte de los cuales serán expuestos en Manchester, Inglaterra, en 2015.

«En México existen nueve mil kilómetros de vías abandonadas y decidimos hacer un muestreo en todo el país, que pudiera contener la riqueza geográfica, cultural y social de las diferentes rutas, así como su importancia histórica y política», explica en entrevista Iván Puig.

En cuanto a las «muestras lunares» u objetos encontrados, Puig comenta que éstos se van localizando alrededor de las vías y de muchas formas cuentan una historia a partir de su abandono y su encuentro.

«A partir de estos objetos, de su lectura posterior y de su clasificación se logra entender un poco de la historia de esos espacios. Éstos juegan con la metáfora de las piedras lunares encontradas por las sondas espaciales en la Luna y que, a partir de entenderlas, se puede determinar su origen. Así que nosotros jugamos con esa metáfora de las muestras y esta colección comprende cerca de 300 objetos», añadió.

Posteriormente, ambos artistas hacen una lectura y una clasificación de las muestras para «entender la historia de los espacios, ya que los objetos juegan con la metáfora de las piedras lunares que, a partir de su análisis, ofrecen datos sobre su origen».

¿Cuántos objetos han logrado recuperar?, se le pregunta a Domene. «Empezamos las exploraciones el 20 de noviembre de 2010 y hasta el momento contamos con una colección de 300 objetos que provienen de las 12 rutas ferroviarias exploradas en México y otras cuatro más de Ecuador».

Sobre las rutas recorridas en México, destacó las que van de Torreón a Saltillo (250 km), de Dolores Hidalgo a Mineral de Pozos (70 km), Oaxaca a Taviche (60 km), Rodríguez Clara a San Andrés Tuxtla (70 km), Puerto de Veracruz a Alvarado (190 km), De Mérida a Peto (100 km), de Mérida a Las Coloradas, en la estación La Goma de Durango y de Etzatlán a La Vega (30 km).

Y en el caso de Ecuador, los artistas realizaron el recorrido de Guayaquil a Salinas, parte del ferrocarril Transandino que conecta Guayaquil con Quito, de Sibambe a Cuenca y de Quito a San Lorenzo.

Sin embargo, ambos investigadores tuvieron que cancelar cuatro rutas que originalmente contemplaron, debido a la inseguridad en México.

«Por ejemplo, cancelamos la de Chihuahua, de Madera a Casas Grandes (170 km); la de Guerrero, de Iguala a Balsas del Norte (45 km); en Michoacán, de Zamora a los Reyes (100 km) y Tamaulipas, de Tamuin a Calles (110 km)», detalló.

«Sí hubo un punto en el que pasamos saliva y nos sentimos en riesgo», dijo Puig, « pero al mismo tiempo recuperamos la confianza al encontrar gente que nos ayudó y nos apoyó» .

Domene añadió que «sin duda, hallamos un ambiente de paranoia y en varias ocasiones nos enviaron helicópteros; tristemente tuvimos que cancelar las rutas más conflictivas, así que no pudimos hacer la investigación tal como queríamos, pero eso se debió a que salimos en la parte más sensible de la guerra contra el crimen organizado».

¿Han establecido algunas conclusiones?, se le cuestionó a Iván Puig. «Han sido muchas las conclusiones. Al principio simplemente se trataba de entender qué había pasado en las vías del tren abandonadas y eso nos llevó a la privatización del ferrocarril en México. Luego llegamos al origen de la tecnología del ferrocarril y terminamos embarrados en el proyecto moderno.

«También logramos ver que, a pesar de todo, el tren sigue siendo una tecnología de punta en muchos países del mundo; y lo visible es que en México hicimos un mal trato a la hora de concesionar, debido a que el Estado nunca vio por el interés público al momento de privatizar».

Sin embargo, «nuestro fin no es la reactivación de las vías»,   añade Andrés Domene, «sino crear conciencia en torno al tema del abandono, la privatización, los espacios aislados y cómo esto ha afectado al país».

Cabe señalar que el acervo de este proyecto será expuesto el próximo año en el Museo de la Ciencia y la Industria en Manchester, Inglaterra. Y buscarán explorar una vía en París. También se buscará continuarlo en nuestro país y realizar una exposición con fotografías y las «muestras lunares» obtenidas en su investigación.



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