C iudad Juárez, Chihuahua. 3 de julio de 2015. (RanchoNEWS).- Arquitectura reloaded. La reinterpretación de lo preexistente, la conservación de las huellas del pasado y la integración en el paisaje han sido los leitmotiv de la los Premios FAD de Arquitectura, que han recaído ex eaquo en el estudio catalán Bosch-Capdeferro por la Casa Bastida, que parece fundirse en la naturaleza de la Costa Brava, y en el arquitecto portugués Pedro Campos por su impresionante Ozadi Tavira Hotel. Reporta desde Barcelona Vanessa Graell para El Mundo.
Bet Capdeferro y Ramon Bosch, que trabajan desde Girona, ya obtuvieron una mención especial en los premios Mies van der Rohe por la sensibilidad de su Casa Collage en medio del barrio de la judería de la ciudad. Un proyecto que también han expuesto en la Bienal de Venecia. En la misma línea está su Casa Bastida de Begur. «Se valora la grandísima mejora de integración de la edificación preexistente en el privilegiado entorno en el que se encuentra. Los límites entre construcción y naturaleza quedan desdibujados por medio de livianos elementos de soporte de vegetación que, además de aumentar la intimidad, dan protección solar y mejoran la relación entre espacio interior y exterior», valoraron los miembros del jurado, que han estudiado 458 obras presentadas al concurso.
En el caso del Ozadi Tavira Hotel, en pleno Algarve portugués, el arquitecto Pedro Campos ha transformado totalmente el edificio construido en los años 60 modernizándolo pero manteniendo el carácter de la construcción original, con el diseño de un nuevo pabellón que se integra con sutileza en el entorno. «La complejidad geométrica, espacial y constructiva del pabellón no es el soporte de la búsqueda de un protagonismo gestual sino que se somete con naturalidad a la voluntad arquitectónica de crear, con imaginación y frescura, ambientes gratos y secuencias espaciales diferenciadas», resalta el jurado.
Otro proyecto portugués ha sido distinguido en la categoría de Interiorismo: la biblioteca SaoPaolo de Apelaçao, otra obra de los años 60 que ha sido rehabilitada por los arquitectos Patricia Marques y J. Paulo Costa.
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