C iudad Juárez, Chihuahua. 4 de julio de 2015. (RanchoNEWS).- Sin el cobro de impuestos y con la reducción de comisiones por venta y el servicio gratuito de envío, Fine Art Bourse (F.A.B), una nueva casa subastadora a nivel mundial, apuesta por llevar el mercado del arte a la plataforma digital e impactar en la compra-venta de obra exclusivamente por internet, donde anualmente hay transacciones por 3.5 billones de dólares. Sonia Ávila reporta para Excélsior.
A diferencia de Sotheby’s o Christie’s, empresas que dominan el sistema internacional de subastas y que ya han experimentado con ventas en línea, F.A.B no tendrá pujas presenciales, no habrá oferta tradicional; todas se harán a través de su portal de Internet donde podrán participar coleccionistas de cualquier latitud, de manera simultánea.
Se trata de una propuesta de Tim Goodman, quien fuera consultor en Sotheby’s en Australia por 40 años, la cual plantea como primicia la reducción de costos en comisiones de compra y venta al cinco por ciento, mientras que en las subastas tradicionales es del 25 por ciento sobre el precio de la obra; además elimina el cobro de los gastos de promoción como impresión de catálogos y de operaciones como el embalaje y envío.
«He sido un subastador durante 40 años y he mirado gastos que se mueven en espiral hacia arriba e ingresos estáticos. Los honorarios cargados por casas tradicionales de subasta son ya demasiado altos. El modelo corriente de negocio es insostenible, los accionistas no son felices, los clientes no son felices y algo se tiene que hacer.
«Mi visión es interrumpir el entorno elitista de la casa tradicional de subasta y hacer el arte más accesible para más personas en más mercados», declara Goodman en entrevista, quien prepara, junto con un equipo de 30 especialistas, la primera subasta en línea para el 14 y 15 de septiembre próximo.
Goodman aclara que la plataforma no es intermediaria con otros sistemas de venta, sino una casa de subastas ex profeso que trata directamente con compradores y vendedores, lo que también permite reducir gastos de representación que otros portales de comercio sí cobran.
Momento exacto
A decir de Adriana Hernández, consultora en arte mexicano, es el momento para lanzar un proyecto como F.A.B en el sentido de que las transacciones digitales son más habituales no sólo en el arte sino cualquier tipo de mercancía, y eso hace familiar la propuesta de mirar en una pantalla una obra, y pagar por ella.
«Lo interesante del proyecto es que tienes una apertura a nivel mundial, estás en una subasta con gente pujando en China, en Latinoamérica, y todos teniendo acceso a la información, catálogos y las obras. Es la tendencia a nivel mundial, y creo que también tiene que ver con las nuevas generaciones que están acostumbradas a hacer todo en línea», refiere quien es parte del grupo de especialistas y encargada de proponer artistas y obras mexicanas para vender.
Aunque el mercado tradicional mantiene niveles altos de venta versus el virtual, Hernández señala que la reducción en gastos será la estrategia para crecer el número de vendedores y compradores. «El modelo de subasta tradicional es un espacio físico, oficinas, cuerpo de recursos humanos trabajando, la mercadotecnia tiene costos muy altos. Entonces el modelo de Fine Art lo que hace es tener especialistas en cada epicentro del arte, no se imprime un catálogo, porque se tiene en digital, es decir se aprovechan las zonas de oportunidades».
La rematadora, con sede en Londres, tiene representación en Australia, Sidney, sur de Asia, India, Francia, Nueva Zelanda, China, EU, Chile, Uruguay, Brasil y México. Si bien se buscará reunir lotes de diferentes países, estos serán los más representados, y lo mismo se subastará pintura y escultura, que fotografía, arte-objeto o instalaciones.
«Nada debajo de tres mil dólares. Nada encima de 200 mil dólares. Cualquier periodo, género, país de origen», acota Goodman, quien señala que la comisión por seguro de obra será de uno por ciento y la cuota fija para el registro en el lote será de 330 dólares por piezas de hasta 100 mil dólares. F.A.B. exenta todas las ventas de impuestos adicionales, porque las transacciones se harán a través de la casa matriz en Hong Kong donde, explica Hernández, el sistema fiscal es más accesible y permite reducir costos en el proceso legal.
30 segundos en pantalla
Con el mismo esquema de las subastas tradicionales, días previos a la venta el catálogo digital se podrá consultar en la página web donde se detallará la ficha técnica de la pieza, una descripción histórica y estética a cargo de los especialistas y su precio de salida.
El día de la puja, en la pantalla aparecerá cada 30 segundos una obra y una voz la ofrecerá a la usanza de los martilleros. Conforme las ofertas se hagan, en el monitor se verán los precios y el país de origen del posible comprador. Si en el medio minuto la pieza se vende, entonces continúa el proceso de pago también por una transacción en línea y en 30 días el comprador recibe en su domicilio la obra.
Para participar se requiere llenar una solicitud con información general y el tipo de arte de interés. Se activa una cuenta personal con la que el usuario ingresa directo a la subasta. Goodman explica que por los diferentes husos horarios, los clientes pueden dejar ofertas previas o hacerlas por teléfono, y en caso de no haber mejor precio se le vende.
«Este proyecto se trata de precio y servicio. Nadie es invencible. Nuestro engranaje de distribución es absolutamente perfecto para un desafío como éste», concluye.
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