C iudad Juárez, Chihuahua. 10 de junio de 2017. (RanchoNEWS).- Cuando Concepción Company Company llegó a México desde España, al escucharnos hablar su impresión fue que se trataba de «un español muy atildado, muy cuidado, que raya a veces en lo cursi con tanto diminutivo. Además, era un español que daba muchas, muchas vueltas para llegar, como se dice, a lo que truje, Chencha», dice entre risas, escribe Xavier Quirarte desde la Ciudad de México para Milenio.
Miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y de El Colegio Nacional, la filóloga dice a Milenio que «esa impresión está basada en hechos reales, como lo explico en el curso La identidad del español de México, que doy en la Sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario como parte del programa Grandes Maestros. Es lo mismo cuando un mexicano va a España: tiene la impresión de que los españoles son maleducados, gritan, son muy directos y groseros. Son estereotipos que tienen una base gramatical».
Los mexicanos son muy corteses, indica. «Pero también esa cortesía desorienta: a veces no sabe uno dónde termina la cortesía absoluta y empieza la falsedad. Llevo 42 años aquí y ya me mexicanicé por completo, al grado de que cuando llego a España piensan lo que yo pensé de los mexicanos cuando llegué aquí», apunta entre risas.
En el curso reflexiona sobre «aquello que nos hace americanos en cuanto a la lengua, aquello que México no comparte con España, qué nos hace americanos en la gramática. También explico qué nos hace diferentes de los otros americanos, qué nos hace mexicanos, mexicanos hasta las cachas, en la gramática».
Desde hace mucho tiempo se ha dedicado al estudio de la sintaxis histórica, «el modo en que los hablantes del español ponemos unas palabras tras otras y creamos construcciones que reflejan el mundo de la semántica y de la visión del mundo de los seres humanos». También ha estudiado «aquello que nos da identidad como mexicanos, españoles, peruanos o argentinos. Una pregunta que me he hecho desde hace mucho tiempo, y sobre la que he publicado libros es: ¿qué comparte México con América, con España? Por supuesto en México hablamos un español panhispánico: la palabra "mesa" se dice aquí y en Argentina y Madrid. Pero también tenemos construcciones gramaticales propias que a veces son muy sutiles, pero cuando se ponen en evidencia y se explican, uno entiende: 'Ah, esto es mío'».
Comenta que el español es «una lengua con 500 millones de hablantes nativos. Es la lengua con mayor extensión en el mundo: hay más hablantes de inglés, pero tienen que atravesar océanos, mientras que nosotros podemos movernos desde más arriba del río Bravo hasta Tierra del Fuego sin cambiar de lengua».
Considera «que en México la lengua se cuida bastante, hay un soporte cultural sólido. Proteger la lengua no significa educar; son cosas muy distintas. Hay medios de comunicación poderosos y editoriales muy fuertes que difunden el español, que goza de cabal salud».
Pero tiene otra preocupación: «La educación está por los suelos, en general. Educación es formar ciudadanos maduros, independientes, capaces de salir avante en la vida y tomar decisiones. En ese sentido la lengua debería ser un vehículo para formar ciudadanos maduros. Ahí el Estado no está cumpliendo su función».
REGRESAR A LA REVISTA