C iudad Juárez, Chihuahua. 16 de julio de 2022. (RanchoNEWS).- En el emblemático verano de 1969 se llevó a cabo el famoso festival de rock en Woodstock, que dejó una huella indeleble en el inconsciente colectivo de toda una generación, no sólo en Estados Unidos, sino también más allá de sus fronteras. Ese mismo verano, a 100 millas de distancia, se celebraba en el parque Mount Morris, en el aguerrido barrio de Harlem, en Nueva York, un encuentro al que se dio en llamar «el Woodstock negro», designado oficialmente como Festival Cultural de Harlem. En buena medida debido a la hipérbole mediática que se armó alrededor de Woodstock, el acto de Harlem pasó casi desapercibido. Pero se filmó, y ahora, medio siglo después, aquellos materiales han sido rescatados y sintetizados en un documental imperdible titulado Summer of Soul (Ahmir Questlove Thompson, 2021).
Además de una lista sorprendente de músicos, protagonizan el filme predicadores, líderes políticos y sociales, asistentes al festival, organizadores, comentaristas, periodistas y hasta el alcalde republicano blanco de Nueva York, que tienen la misión, bien cumplida, de poner toda esa música en contexto. Y ese contexto es, en lo general, un momento de agudas y violentas tensiones raciales, en particular, el de los asesinatos de los hermanos Kennedy, Martin Luther King y Malcolm X, y de la evidente abundancia de soldados negros en la inicua guerra de Vietnam. Definido por algunos de sus participantes como «un mar de gente negra en el parque», el Festival Cultural de Harlem se convirtió en un foro de manifestaciones diversas por la equidad racial (que no ha llegado aún) y en una tribuna para airear las muchas y muy justificadas querellas de la comunidad negra contra la opresiva sociedad blanca. Vale señalar la presencia de algunos músicos blancos y varias espléndidas bandas latinas en el escenario, así como de intérpretes africanos, cuya presencia sirvió para reforzar los llamados a la inclusión que fueron numerosos y sustanciales durante los seis fines de semana que duró este Woodstock negro. Por cierto: en alguno de los testimonios que aparecen en la película se menciona la posibilidad de que el Festival Cultural de Harlem haya sido organizado con el propósito específico de entretener y aplacar a la comunidad negra en el contexto de aquel volátil y ardiente (en muchos sentidos) verano del 1969.
El texto de Juan Arturo Brennan lo publica La Jornada