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Poster del festival (Foto: Archivo)
M éxico, 7 de Febrero 2007. (Xavier Quirarte/Milenio).- Al abordar la complejidad de África, Ryszard Kapuscinski escribe en Ébano: “Este continente es demasiado grande para descubrirlo. Es todo un océano, un planeta aparte, todo un cosmos heterogéneo y de una riqueza extraordinaria. Sólo por una convención reduccionista, por comodidad, decimos África. En realidad, salvo por el nombre geográfico, África no existe”.
África engloba realidades muy diversas que van más allá de las notas sensacionalistas que cotidianamente despliegan los medios de comunicación sin tomar en cuenta su riqueza cultural. En este sentido, la celebración del Primer Festival de Cine Africano de la Ciudad de México (Africala), es una oportunidad única para conocer una cinematografía largamente ignorada.
Flavio Florencio, organizador del encuentro que por primera vez se realiza en América Latina, vive la mitad del año en la isla de Zanzíbar, Tanzania. Allá organiza otro festival internacional de cine y su deseo es que, a través de Africala, se conozca de este lado del mundo su actividad cinematográfica.
Nacido en Argentina, Flavio asegura que “quien conoce África se enamora de ella. Y quien se enamora de África tiene la misión de defenderla. Uno de nuestros objetivos es romper los estereotipos negativos que sobre África se fueron creando de manera injusta e infundada”.
Estamos ante un cine de apenas seis décadas, comenta el organizador de Africala. “Luego que se independizaron los países, los cineastas comenzaron a reunirse y a darse cuenta que a través del cine podrían transmitir un mensaje al mundo sobre las nuevas generaciones de africanos que quieren que su voz, que su pueblo, que su país sea conocido a un nivel más positivo. Es un cine sorprendente, muy emotivo, con un tempo totalmente diferente al cine que uno está acostumbrado a ver”.
A través de una veintena de cintas que se proyectarán en diversos foros culturales –consultar www.africala.org–, se mostrará que “no todo es guerra o conflictos étnicos. El cine africano es muy nacionalista y uno de sus grandes objetivos es reivindicar su cultura. Es un cine que defiende mucho los valores del pueblo y se plantea mucho la fusión entre lo moderno y lo ancestral”.
Africala mostrará películas que hablan sobre temas de la vida cotidiana de África, como los jóvenes, el amor o el deseo. Además de las 20 cintas cuya programación se dará a conocer más adelante, en el Parque México se montará una especie de carpa de circo donde se proyectarán, de manera ininterrumpida, películas, capítulos de telenovelas, videoclips y otros materiales. Habrá otras actividades complementarias como conferencias, mesas redondas y una exposición sobre el apartheid.
Cine en crecimiento
Desafortunadamente, igual que en prácticamente todo el mundo, en África se ve demasiado cine hollywoodense, dice el entrevistado. “Como no hay salas cinematográficas, todo se ve en video. Lo que se hace mucho en los pueblos es que ponen un televisor en una tienda de abarrotes o en un almacén y todas las noches exhiben una película. Pero no son cintas de autor o de directores africanos, sino de Hollywood, sobre todo de cine de acción”.
El cine africano se ve más bien fuera del continente, lo que también tiene que ver con el lenguaje. “Por ejemplo, si haces una película en Congo la haces en francés, pero en Uganda nadie la puede ver porque hablan otra lengua. No puedes subtitular una película en 20 lenguas, si tomas en cuenta que, por ejemplo, Sudáfrica tiene más de ocho lenguas oficiales”.
En buena parte las cintas se hacen en francés, inglés o portugués porque la mayoría son coproducciones. “El cine africano recibe dinero de fuera, sobre todo de Francia, y la mayoría de sus directores viven fuera”.
No hay que olvidar que estamos ante un cine joven, explica Flavio Florencio. “Es un cine que está creciendo y queremos que el público vea ese renacimiento. Es insólito que en América Latina, con una gran población de descendientes de africanos en países como Brasil, República Dominicana o Haití, se haga por primera vez un festival de esta naturaleza”.
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