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Portada de la novela. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua, 28 de marzo, 2008. (RanchoNEWS).-El 29 de marzo de 1958 se terminó de imprimir La región más transparente, de Carlos Fuentes.En su primera edición el tiraje fue de 4 mil ejemplares. Una nota de Jorge Luis Espinosa para Milenio:
En 1958, un joven autor de apenas 30 años de edad había levantado expectativas como pocos. Era secreto a voces que escribía una novela sobre la Ciudad de México. Se le había visto en cada esquina de la ciudad, caminando por el Centro Histórico o yendo de parranda a una casa palaciega o en cantinas de barrio.
Con libreta en mano, estaba atento a toda conversación, a toda palabra dicha, porque si la madre de toda lengua es la plaza pública, una novela –el espejo sobre el camino de Stendhal– debía ser alimentada por el bullicio de una ciudad, enclavada en lo que Alfonso Reyes llamó «La región más transparente del aire».
Elena Poniatowska, testigo de aquellos ayeres, recuerda: «Años más tarde conocí a Fuentes en los bailes. Lo enloquecía Pérez Prado y tomaba notas. Estaba perdido de amor por Tongolele y tomaba notas. Iba a ‘Las Catacumbas’ y tomaba notas. Pasaba muchas horas en la plaza Garibaldi y tomaba notas. Recorría San Juan de Letrán (hoy Eje Lázaro Cárdenas) y se metía en los cines de barrio y tomaba notas. «Escuchaba con una avidez insaciable a las mujeres de collares de perlas y vestidos chemise, y tomaba notas de cómo Jaime Saldívar, responsable del incipiente Club de Industriales, tocaba el piano para enamorarlas. Veía la dexteridad con la que los meseros llevaban en una mano una charola pesada e inmensa, escuchaba a los taxistas, observaba a Pimpinela de Ovando, y tomaba notas... Todo le hacía gracia, todo era novedad, todo era memorable. Desde entonces, Fuentes sabía que la cultura puede hacer mejor a la sociedad», evoca Poniatowska en un texto para Letras Libres, escrito a propósito de los 75 años del autor de Aura.
Cuando La región más transparente apareció en la colección Letras Mexicanas del Fondo de Cultura Económica, las expectativas se vieron confirmadas. Lectores y críticos lo celebraron como una de las mayores novelas en lengua española. A cinco décadas de su primera edición, no sólo ha corroborado esta jerarquía sino que se ha convertido en un clásico de las letras hispánicas.
De hecho, en el prólogo a esta novela, incluida en el volumen II de las Obras reunidas que de Carlos Fuentes actualmente edita el FCE, Carlos Monsiváis recuerda que en 1958, apenas publicada La región más transparente, el narrador y gran periodista Fernando Benítez publica en el suplemento México en la Cultura del diario Novedades dos artículos sobre el libro, con un encabezado victorioso: «Cualquiera que sea el destino de la novela mexicana, ya no le espera el desdichado ninguneo».
Monsiváis confirma: «Benítez tenía razón», y añade: «Pero en el caso de La región..., plenamente urbana, se vuelve imposible el ninguneo de quienes no creen que una novela mexicana aprese el fluir de lo contemporáneo». Y si a sus primeros lectores esta novela los convence ampliamente, esta misma actitud «alcanza a las siguientes generaciones, entre otros motivos por los paisajes unitarios de la novela, donde la jerarquía mayor es el disfrute del universo desconocido, inesperado, inapresable», precisa el cronista. En 1967, Octavio Paz en La cultura en México de la revista Siempre escribe: «Primera visión moderna de la Ciudad de México, este libro fue una doble revelación para los mexicanos: les mostró el rostro de la ciudad que aunque suya, no conocían y les descubrió a un joven escritor que desde entonces no se cesaría de asombrarlos, desconcertarlos e irritarlos. El centro secreto de la novela es un personaje ambiguo, Ixca Cienfuegos; aunque no participa de la acción, de alguna manera la precipita y es algo así como la conciencia de la ciudad. Es la otra mitad de México, el pasado precolombino enterrado pero vivo. También es una máscara de Fuentes, del mismo modo que México es una máscara de Ixca».
Entrevistado por Emmanuel Carballo y ante la pregunta, ¿De qué semilla parte La región más transparente?, Fuentes respondió: «Parte de una observación elemental de la Ciudad de México y de una necesidad de ser testigo de lo que pasa en ella», y más añade: «Es una novela que tiene un propósito concreto: introducir a las letras mexicanas técnicas que antes no se habían empleado. Técnicas que son válidas universalmente y que, al mismo tiempo, son capaces de expresar la realidad mexicana».
Edición príncipe
El 29 de marzo de 1958 en los talleres de Gráfica Panamericana, S. de R. L., Nicolás San Juan y Parroquia, México 12, DF, se terminó de imprimir La región más transparente. De acuerdo al colofón de esta edición príncipe, que estuvo al cuidado del autor y de Carlos Villegas, se tiraron 4 mil ejemplares.
En el FCE, La región más transparente conoció 25 reimpresiones hasta 1997 y el tiraje en total sumó más de 200 mil ejemplares. En Historia de la casa. Fondo de Cultura Económica (1934-1994), Víctor Díaz Arciniega lo ubica en el lugar número 16 de los libros más vendidos de esa editorial con 192 mil 874 ejemplares.
Hoy, a cinco décadas de su primera edición de La región más transparente, ha conocido múltiples versiones críticas o de bolsillo, de lujo y para puestos de periódico. Es, sin duda, uno de los títulos más editados de Fuentes y donde se ha fincado su posteridad.
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