El crítico literario. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua, 2 de junio 2011. (RanchoNEWS).- Peter Hamm (Múnich, 1937) se queda un poco descolocado al entrar en el Instituto Goethe. Le dicen que tiene que dar una entrevista a elcultural.es, algo que le pilla de sorpresa. Gajes de no utilizar móvil. Los responsables de prensa de este centro llevan desde ayer intentando localizarle, pero nada. Atravesamos el patio soleado del centro y tomamos asiento en una de las mesas de la terraza. Alrededor, alemanes y españoles comparten ensaladas (los primeros aquí sí parecen fiarse de nuestras hortalizas). El crítico literario, muy probablemente el más influyente de su país, por fin echa la mano alante, estrecha la del periodista y distiende el gesto. Empieza a asumir la situación de mejor grado y, poco a poco, se suelta. Es una suerte, porque merece la pena escucharle. Desde 1965 emite sus juicios literarios en Frankfurter Allegemeine Zeitung y Die Zeit. También ha dirigido varios documentales sobre Heinrich Böll, Ingeborg Bachmann, Fernando Pessoa y Peter Handke. Hoy está en Madrid para participar, junto a Ignacio Echevarría y Elke Heidenreich, en la mesa redonda ¿Quién teme al crítico feroz? La literatura en los medios. Escuchemos, la entrevista de Alberto Ojeda para El Cultural:
¿Cuáles diría que son las cualidades básicas que debe reunir un crítico literario?
Sobre todo entusiasmo por la literatura. Y también es clave que se conozca la literatura anterior a la época actual. Hay que tener ese bagaje previo para opinar con criterio sobre lo que se escribe en el momento presente.
¿Ha perdido peso la figura del crítico en estos tiempos digitales?
Sí, desde luego. Pero el crítico ya había ido perdiendo peso por la televisión y también por la progresiva depauperación de la formación cultural en la clase media. La educación que antes se le presuponía ya no existe, y es mucho más difícil que entiendan lo que un crítico escribe.
Su libro más conocido aquí es Crítica a la crítica, publicado por Carlos Barral en el 71. ¿Qué críticas le haría a la crítica literaria hoy?
Bueno, éste es un libro del que reniego: es demasiado exagerado todo lo que digo y está muy imbuido del pensamiento sesentaochista. La principal objeción que le pongo hoy es que está en gran medida al servicio del mercado. Es un problema que se va agravando. Pero no hay que confundir al crítico con un juez que proclama juicios. Como decía Proust, «cada lector de un libro es lector de sí mismo». Una crítica, por tanto, nunca puede ser objetiva; son siempre subjetivas. Y lo cierto es que todas las críticas que publico, en el fondo, son de autodefensa.
Aparte de no tener móvil, ¿cuáles son las estrategias más eficaces para mantener la independencia?
(Ríe ligeramente y responde ya serio). La independencia es algo que me puedo permitir porque ya no me gano la vida con este oficio. Ahora sólo hablo de los libros que me gustan y que creo conveniente recomendar. Yo, en realidad, me considero un escritor que de vez en cuando escribe críticas (Hamm ha publicado los poemarios La viga y El mundo en vías de desaparición, además de los ensayos De la anti-historia y El arte de lo imposible). Los mejores críticos son los escritores. En el siglo XIX las críticas que había eran las que escribían escritores sobre los libros de sus colegas.
¿Hay muchos escritores alemanes que no le dirigen la palabra?
Sí, hay unos cuantos, como por ejemplo Martin Walser, pero nuestros desencuentros están más bien relacionados con la política que con la literatura.
¿Cómo describiría la situación de la literatura alemana actual? ¿Qué autores destacaría?
La verdad es que no atraviesa su mejor momento. Hay demasiado autores que tratan de emular los modelos americanos, y es algo que no funciona. También hay muchos jóvenes bajo el influjo fatídico de Thomas Bernhard, demasiado manieristas y en los que la desesperación es sólo rutina. Para mí el más importante escritor en lengua alemana no es alemán, es el austriaco Peter Handke.
¿Qué es lo que le seduce de este autor?
(Lo piensa unos segundos bien alargados). Cada frase suya tiene una cualidad poética. No se trata tanto de su contenido, sino de su manera de ver el mundo de una forma nueva. Él no necesita que sucedan grandes cosas en sus libros para interesar, le basta su manera de ver lo cotidiano desde nuevas perspectivas. Es difícil recomendar un libro de él. Aunque en cada uno de ellos abre nuevas puertas, todos sus libros forman en realidad un gran libro vital. Quizá me quede La noche Moravia.
¿Y de literatura en español qué es lo que más le gusta?
Sobre todo conozco la poesía, a Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez... A los grandes poetas, que han sido traducidos mucho en alemán. Ahora estoy preparando un libro sobre El sentimiento trágico de la vida, de Unamuno, que saldrá también en España. Me interesa mucho la conexión con Portugal de este autor, porque yo soy un enamorado de la cultura portuguesa. Este libro, de hecho, lo podría haber escrito perfectamente un portugués.
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