.
El secretario de Educación, Emilio Chuayfett; el escritor Fernando del Paso, y el director del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa en las instalaciones del Fondo de Cultura Económica durante el acto conmemorativo por los 80 años de la institución. (Foto:Cristina Rodríguez )
C
iudad Juárez, Chihuahua. 4 de septiembre de 2014. (RanchoNEWS).-Larga vida al Fondo de Cultura Económica (FCE). No sólo fue ese el deseo más recurrente ayer durante la conmemoración del 80 aniversario de dicha editorial, la más importante de México y una de las más relevantes en el ámbito iberoamericano. Una nota de Ángel Vargas para La Jornada:
También fue una exigencia, explícita o encubierta, de la mayoría de oradores que tomaron la palabra durante el acto protocolario, efectuado en las oficinas centrales de la editorial, en el sur de la capital del país.
Escritores como los mexicanos Fernando del Paso y Juan Villoro, el español Javier Cercas, el nicaragüense Sergio Ramírez, el cubano Arturo Arango y el argentino Ricardo Piglia hicieron alusión al papel trascendental del FCE a lo largo de ocho décadas de existencia como impulsor de la circulación y el fomento de la cultura universal, así como de las letras en lengua castellana.
Y, de una u otra manera, hicieron un llamado para que continúe fiel a su espejo, a sus propósitos iniciales, a sus autores y lectores los próximos años.
«El surgimiento del fondo, hace 80 años, fue casi un milagro, un milagro su existencia octogenaria, de modo que los que hemos sido privilegiados por esa, su existencia, y su labor impregnada de humanismo universalista, no perdonaríamos su desaparición ni su deslealtad a los principios que la han gobernado», subrayó Fernando del Paso, quien estaba entre el público, si bien su participación fue a través de un video.
«El fondo es imprescindible, y atendiendo sus principios debe continuar siéndolo. La celebración de estas ocho décadas debe servir para que todo el lector no mexicano agradezca que México siga sosteniendo a esta editorial. Pensar en un mundo sin el fondo es como pensar en un mundo sin hormigas o gaviotas. Le deseo un futuro esperanzador», recalcó por su parte Arango.
El acto, efectuado en la unidad de seminarios Jesús Silva Herzog fue encabezado por el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet; el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa; el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, y el director del FCE, José Carreño Carlón.
Entre los invitados figuraron personalidades del ámbito intelectual, académico y literario de México y Latinoamérica, entre ellos el ex rector de la UNAM José Sarukhan Kermez; el ex secretario de Educación Pública Miguel Limón Rojas; el director del Colegio de México, Javier Garciadiego; el pintor Vicente Rojo, y los ex directores del FCE Gonzalo Celorio y Joaquín Diez Canedo; así como los escritores Adolfo Castañón, Martí Soler, Vicente Quirarte, Jorge Volpi, Sandra Lorenzano y Héctor Aguilar Camín.
En su discurso, el último de la sesión, Emilio Chuayffet sostuvo que, en sus ocho décadas de existencia, el FCE «se ha convertido en un agente del cambio, un inductor de exploraciones intelectuales que ha cultivado mentes y espíritus para ayudarnos a no temer al cambio, sino a navegar con él, a usarlo y aprovecharlo».
El funcionario situó a esta editorial como la mejor prueba de que el libro trasciende la geografía al acercar a los países de América con España, y permitir que mujeres y hombres de todas las latitudes comprendan los debates de su época.
Entre otros aspectos, Emilio Chuayffet habló de la educación y la cultura como agentes para fortalecer la cohesión e inclusión social y para prevenir la violencia.
También resaltó que el catálogo de autores y de obras fundamentales ligadas al fondo es «un verdadero tesoro al margen del tiempo», además de congratularse porque esta institución se ha erigido en líder en conversión en formatos digitales.
Antes, Carreño Carlón se refirió a la consulta pública realizada por el FCE desde diciembre pasado con el propósito de definir las estrategias de la editorial para la próxima década.
De entre lo mencionado, destaca que dicha consulta, en la que participaron cerca de medio millar de personas de México y el mundo iberoamericano, puso en evidencia los alarmantes déficit en la red de librerías del país.
«Mientras en España hay una librería por cada 8 mil 500 habitantes, en México existe una por cada 200 mil, y, además de escasas, se concentran básicamente en el DF, Guadalajara y Monterrey», agregó.
Al respecto, indicó que el FCE cuenta actualmente con 25 librerías en todo el país, con las tres abiertas en el transcurso de los meses recientes y a las cuales, antes de terminar este año, se sumarán tres más, para llegar a 28.
Habló del caso específico de un centro cultural y librería cuya primera etapa será inaugurada en octubre en Apatzingán, Michoacán, como parte de una estrategia para contrarrestar la violencia y criminalidad en ese lugar y restablecer el tejido social.
Carreño Carlón sostuvo que es fundamental liquidar de una vez por todas la insularidad que obstaculiza la plena circulación de los libros latinoamericanos y, en ese sentido, de manera frontal, solicitó al titular de la SEP que en la próxima Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, a realizarse en Veracruz en diciembre próximo, se planteen acuerdos para liberar de sus trabas históricas al mercado editorial, cuyo potencial en el mundo hispanoparlante es de 500 millones de personas.
Tras reconocer al catálogo del FCE como un elemento de resistencia a la forma más aceptada de la barbarie, que es el mercado, Juan Villoro consideró muy importante que la editorial mantenga una oferta plural y dentro de ésta, una línea crítica.
«El fondo es un empeño de Estado, no puede serlo de gobierno, mucho menos de partido. Una sociedad es más perfecta mientras más puede decir que es imperfecta. El fondo ha contribuido, y debe seguir haciéndolo, en la tarea de mostrar nuestras múltiples imperfecciones y de ejercer de manera radical la crítica intelectual».
De acuerdo con el autor, el efecto de la lectura rebasa por mucho el hecho íntimo de leer un libro.
«Recuperar el tejido social en un país quebrado por la violencia pasa por la difusión de los libros», sostuvo. «Durante la equivocada guerra contra el narcotráfico del presidente Felipe Calderón creo que uno de los grandes déficit fue pretender que un problema social se resolvería exclusivamente en clave militar.
«Toda bala es finalmente una bala perdida. Y la manera más duradera y resistente de tener una política de seguridad es apostar por la educación y los libros».
También para la conmemoración fue inaugurada la Feria del Libro Latinoamericano, como parte del Festival el Libro y sus Lectores, que se realiza en la sede del FCE del 3 al 7 de septiembre.
REGRESAR A LA REVISTA