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Quiere que Hollywood deje de retratar a la mujer como un ser unidimensional, sin fuste. Así lo dice y así lo demuestra. Su trabajo en Mad Max: Furia en la carretera es el mejor ejemplo. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 14 de mayo de 2015. (RanchoNEWS).- Rubia, vestido negro, reloj dorado. Inalcanzable (por la altura, más que nada). Así aparece ante la prensa Charlize Theron (Sudáfrica, 1975) un día antes de la presentación de Mad Max: Furia en la carretera, el regreso de George Miller a la mitología postapocalíptica patentada a finales de los 70. No lejos, la alfombra roja se rinde a la enérgica lucidez de La tête en haute, de Emmanuelle Bercot. Mientras esta última reclama las luces para la primera directora que tiene el honor de inaugurar el festival desde 1986, la actriz más alta del planeta se enfada con el trato que Hollywood dispensa a las de su condición. Habla de las mujeres. Jis Martínez la entrevista en Cannes para El Mundo.
Su personaje se llama Emperador Furiosa, mitad hombre, mitad mujer. ¿Se reconoce en ese papel de heroína con testosterona?
Permítame que no esté de acuerdo con su lectura. Lo interesante es que mi personaje no oculta jamás su sexualidad. Simplemente es tan buena en lo que hace que nadie repara en que sea una mujer o un hombre, simplemente es lo que es. Si se fija, en muchas películas la mujer antes que cualquier otra cosa es mujer, y como tal se comporta. Los hombres no. Ellos son mecánicos, bomberos o lo que sean, pero no supeditan su comportamiento a su sexualidad.
Es decir, es tratada como un hombre...
En algún aspecto, sí, pero, por otro lado, la película es también una celebración de la feminidad. Mi personaje ha perdido todo, hasta una parte de su cuerpo [es manca en la película] y tiene que empezar de cero y pelear por lo que realmente quiere. Y al hacerlo se tiene que reconstruir por completo... Creo que estoy hablando más de la cuenta.
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Además, la historia trata de como un grupo de mujeres pelean en grupo. La imagen habitual en nuestra sociedad es que los hombres son leales y pelean juntos por lo que quieren, mientras las mujeres son incapaces de ponerse de acuerdo. Este es otro arquetipo que combate la película que, por otro lado, no es más que una cinta de acción. Lo sé.
Ahora que lo menciona, su personaje es casi el opuesto al que vemos habitualmente en un blockbuster. Las mujeres de Transformers, por ejemplo, están ahí para ser salvadas con su escote, su tacón de aguja. ¿Cree que Hollywood es machista?
Definitivamente. En Hollywood no viven extraterrestres. La sociedad es lo que es. Además, existe esa idea de que a las mujeres no les gusta el género y las películas de este tipo que se hacen, se producen para hombres. Las mujeres que salen ahí son una proyección de la fantasía de algunos hombres. Es así. Me parece una lectura muy unidimensional. A mí, personalmente, me encanta el género.
Pero, de alguna manera, en el cine de entretenimiento se asume que todo lo que ocurre es mentira...
La verdad es algo que se huele se haga como se haga y en el género que sea; en digital, analógico o como quiera dios que se hagan las películas ahora. Cuando un personaje femenino tiene conflicto, no es una caricatura, interesa. Lo contrario es siempre, además de falso, tremendamente aburrido. Me gusta que me traten como la mujer que soy y odio que me pongan en un pedestal y ser tratada como se supone que tienen que ser tratadas las mujeres.
Quizá existe esa idea de que las mujeres en películas de acción pierden la feminidad.
Eso es otro error. Tuvimos mucho cuidado con la directora de vestuario y en la elección de raparme la cabeza de que no ocurriera eso. Pondré un ejemplo. Tengo una amiga que, por culpa de un tratamiento contra el cáncer perdió completamente el pelo. Y tengo que decir que durante ese tiempo era la mujer más femenina que vi en mi vida. Transmitía una sensación de vulnerabilidad que la aproximaba a un concepto de la feminidad muy espiritual.
La película se rodó en África, en Namibia ¿Significó algo para usted rodar donde nació?
Fue un rodaje fue muy tedioso. Estuvimos allí cerca de siete meses. Cada toma había que repetirla mil veces. Estoy convencida de que George lo hizo a propósito. Por lo demás, todo el mundo más o menos puede reconocer la sensación de volver a casa. Así es como me sentía. En pocas películas he pasado tanto tiempo libre con los compañeros de rodaje.
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