El cartel de Moebius.
C annes, 25 de mayo (El Financier).- El director chileno Alejandro Jodorowsky considera toda una "proeza" que dos películas suyas realizadas hace más de tres décadas, "El Topo" (1970) y "The Holy Mountain" (1973), se proyecten en el Festival de Cannes.
"No me avergüenza que se vean ahora en Cannes porque las dos películas me parecen muy honestas", dijo el también famoso creador de cómics al evocar el reestreno de dos de sus audaces filmes de culto, alabados por artistas y ahora recuperados para el 59 certamen de Cannes.
En los 70, "creía que el arte era un medio de curarse", pero "nunca pensé en hacer nada para pelearme por el dinero, el sexo o algo así", añadió.
Los árabes dicen que "cuando te dan dinero que no has pedido, acéptalo, porque Dios te lo envía. Yo no pedí esto (el reestreno de las dos películas), pero si lo hacen, lo acepto con mucho gusto", subrayó Jodorowsky, quien recibió el pasado abril la Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda de Chile.
Ese premio, recibido de manos de la presidenta de su país, Michelle Bachelet, "tampoco lo busqué", afirmó.
"Me lo dieron. Es raro, pero lo acepté", como al tener que presentar ahora sus películas en la sección Cannes Clásicos.
"Es raro también, pero lo acepto, aunque ya no estoy en esto. Ya soy otra cosa", agregó el cineasta.
"Toda mi energía está ahora volcada en un libro que voy a presentar en España, 'Cabaret Místico', para responder a las múltiples pedidos de ayuda que recibo, porque no puedo contestar a todo el mundo", destacó Jodorowsky, muy conocido también en Francia, España o México en su vertiente como "psicomago".
"Eso es lo que más me absorbe ahora, la terapia", subrayó el polifacético artista, que prepara una estancia de dos meses en la isla española de Formentera (Archipiélago de las Baleares) para redactar un libro que titulará "Psicogenealogía", en el que abordará "la trampa y el tesoro" que supone para cualquier persona la familia y "las leyes" que la rigen.
Los hijos "realizan lo que los padres no realizaron", dijo Jodorowsky al hilo de la presentación esta semana en Cannes de la película española "Salvador", de Manuel Huerga, sobre el caso del anarquista catalán Salvador Puig Antich, ejecutado a garrote vil en 1974, varios años después de que su padre, condenado a muerte tras la Guerra Civil (1936-39), fuese indultado en el último momento.
Al padre de Puig Antich le quedó tanto miedo dentro de sí por aquella experiencia traumática que "se lo pasó" a su hijo.
"Entiendo que eso es lo natural para mí. Además, en este caso el protagonista de la historia se llama Salvador y no lo salvan", añade.
"Por eso quiero hacer un libro para que la gente capte que, por un lado, tenemos sentimientos que no son nuestros, que son de nuestros familiares, y enfermedades que hay que devolverles a ellos", y que, de otro lado, "hay valores también que no vemos".
"El misticismo es bueno, pero las religiones son nefastas", consideró Jodorowsky, quien cada miércoles en París, ciudad donde reside habitualmente, tiene "un consultorio" gratuito, en el que ejerce y enseña el Tarot, "un arte tan grande como el cine, pero más modesto, porque se hace de persona a persona".
"Lo hago como un servicio de salud pública. No leo el futuro y lo hago gratis" pues tanto en el arte como en la acción "siempre busqué la honestidad", recordó este artista que vive, "esencialmente", de sus derechos de autor como creador de viñetas y, ahora "un poquito", de los libros.
Dice que con su consultorio trata de prevenir a la gente de que las religiones "hacen perder la noción de la realidad", motivo por el que grandes civilizaciones como la maya o la azteca "desaparecieron".
"Los estragos que pueden hacer los prefectos religiosos es algo tremendo", aseguró, y en relación con España comentó que "todos los días, muchas veces, veo mujeres españolas de 40 años vírgenes todavía, pagando la educación católica de (la época de Franco)... ¡Todavía!".
"La cantidad de mujeres vírgenes de 40 años en España es aterradora", subrayó.
"Vienen a consultar en el Tarot y, claro, lo noto", añadió el creador chileno, quien afirma estar "liberado" de todo a fuerza de tan "grandes sufrimientos" y tan "grandes catástrofes" que se considera "un gladiador lleno de cicatrices".
"De todas formas, somos muy poca cosa, vivimos como equilibristas en la cuerda floja. Somos felices
Jodorowsky lamentó que los festivales se hayan vuelto demasiado comerciales.
El director chileno Alejandro Jodorowsky fue homenajeado ayer en el 59 Festival de Cannes con la exhibición de sus dos filmes más populares, 'El Topo' y 'La montaña sagrada', de producción mexicana, recientemente restaurados para el mercado del DVD según los negativos originales.
"Me siento como un viejo gladiador, lleno de cicatrices", dijo el director de 77 años, y que asegura que no se esperaba este gran homenaje de parte del festival que ya le invitó a concursar en 1973 con 'La montaña sagrada', lanzándolo a la fama internacional.
La restauración de sus dos películas "las han dejado como nuevas, incluso más nuevas de la copia original". Jodorowsky lamentó que los festivales se hayan vuelto demasiado comerciales. "Cannes se inauguró con 'El código Da Vinci' y no hay más nada que decir. Lamentablemente el cine es una industria y Cannes es un ente comercial. Punto", declaró.