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Cuando Vargas Llosa apareció con una túnica blanca junto a la actriz Vanessa Saba, el público lo ovacionó. (Foto: Roberto García Ortiz)
C iudad Juárez, Chihuahua, 7 de marzo 2011. (RanchoNEWS).- Como si se ubicara en un tiempo muy remoto y mítico, Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, contó las historias de Sherezada, mujer ingeniosa y con memoria, que con el gran poder de su imaginación salvó su vida. Una nota de Fabiola Palapa Quijas para La Jornada:
El escritor protagonizó Las mil noches y una noche en función privada, el sábado, y para el público en general este domingo, en el Palacio de Bellas Artes. Acompañado en el escenario por la actriz peruana Vanessa Saba, Vargas Llosa sorprendió a los espectadores con su interpretación de las narraciones fantásticas de amor y sensualidad de la célebre historia de Sherezada.
Ambos actores conmovieron a los asistentes, a pesar de las fallas de sonido que ocurrieron tanto el sábado como el domingo. Lo más grave sucedió ayer, cuando el escritor debió abandonar el escenario por unos minutos, mientras solucionaban los problemas de audio, ante los gritos de impaciencia del público.
El presidente Felipe Calderón, el historiador Enrique Krauze, el escritor Juan Villoro y el periodista Jacobo Zabludovsky fueron algunos de los invitados especiales que asistieron a la primera función, el sábado, que el autor peruano-español ofreció en México.
La obra de Vargas Llosa es una nueva visión del libro más popular de la literatura oriental, Las mil y una noches. En palabras del escritor, «no existe en la historia de las letras una parábola más sencilla y luminosa que la de Sherezada y el rey Sahrigar para explicar la razón de ser, de la ficción en la vida de los seres humanos».
Cuando Vargas Llosa apareció en el escenario vestido con una túnica blanca junto a la actriz Vanessa Saba, el público lo ovacionó; después, señaló: «Estas historias me las contaban de niño mi madre y mis abuelos; son las historias infantiles más famosas, pero no tuvieron nada de infantil, porque nacieron de una historia truculenta y feroz».
Acompañado por sensuales bailarinas y música en vivo, Saba y Vargas Llosa dieron vida a Sherezada y Sahrigar, quienes comenzaron a narrar las historias de amor, de revancha, de intriga, de demonios; también de sueños fantásticos, los cuales lograron transportar al público a un mundo poblado por príncipes, reyes y reinas.
Al igual que Sahrigar, el público conoció el misterio que envuelve a Sherezada, soñó con sus palabras y descubrió el secreto que subyace en las historias.
Vargas Llosa mostró cómo el célebre libro nos habla de que el ser humano, cuando tiene sueños y ama, puede olvidar el odio, el rencor, la venganza.
Estas historias sorprendentes, pletóricas de voces y personajes más un escenario de cuento, marcaron el regreso del escritor al teatro.
Durante dos horas, la ingeniosa Sherezada le contó a Sahrigar historias que interrumpía al amanecer para continuar el relato por la noche, y así transcurrieron mil y una noches, en las que ella logra aplazar su ejecución hasta que el rey Sahrigar le perdona la vida y le confiesa su amor.
Al finalizar la obra, el escritor bromeó con la protagonista para que continuara con otros relatos, pero ella le dijo que tenía la oportunidad de contar el final de su historia, así que Vargas Llosa anotó en el aire –pero se podía leer en una pantalla– por qué se escriben las historias.
La obra las Mil noches y una noche se publicó en 2009 por la editorial Alfaguara, año en el que se estrenó en Madrid con la participación de la actriz española Aitana Sánchez Gijón en el papel de Sherezada.
La aventura teatral de Vargas Llosa en Las mil noches y una, bajo la dirección de Luis Llosa, forma parte de una serie de actividades que concluirán el próximo 9 de marzo, cuando el Nobel de Literatura reciba el Premio Alfonso Reyes de la Universidad Nacional Autónoma de Nuevo León.
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