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El librero español. (Foto: Claudio Álvarez)
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iudad Juárez, Chihuahua. 10 de juloo de 2013. (RanchoNEWS).- Jesús Robles, fundador y copropietario de la mítica librería y editorial madrileña 8 ½ especializada en temas cinematográficos, ha fallecido hoy a los 54 años, victima de un cáncer que le fue detectado hace pocos meses. Desde 1977 en que junto a su esposa María Silveyro creara la hoy famosa librería en los bajos de los cines Alphaville, actualmente cines Golem, alcanzó rápidamente un notable prestigio entre el mundo cinéfilo gracias a su dedicación especializada y al cuidado de los clientes, que pronto convertía en amigos. A través de los años el matrimonio convirtió la librería, hoy situada frente a los mismos cines, en lugar imprescindible de encuentro y de referencia, gracias, entre otros aspectos, a una decoración original y a la vez clásica que la han convertido en la más acogedora en su género de las repartidas por todo el mundo. Allí se presentan libros, se organizan actuaciones teatrales, se realizan coloquios y tertulias, encuentros de festivales, cursos de informació. Una nota de Diego Galán para El País:
Pero a Jesús Robles, emprendedor e inagotable, no le bastaba ese éxito para satisfacer su amor al cine y emprendió una carrera como editor de guiones cinematográficos –el de La lengua de las mariposas, de José Luis Cuerda y Rafael Azcona fue el primero– que con frecuencia le llevó a sufrir problemas económicos ya que le importaba más complacer a amigos que sanear su negocio. A los guiones de cine siguieron libros de memorias (Antonio Isasi Isasmendi), de relatos (José Luis Boráu, Mario Camus, Gutiérrez Aragón…), biografías (Agustín González, Leonardo Sbaraglia, Sancho Gracia…), homenajes (Woody Allen, Bergman…), ensayos, estudios… a través de las colecciones Fahrenheit 451, Furtivos, Cautivos del mal… Y no contentos con ello la pareja amplió la librería con un bar, el café Marguta –Azcona les había dicho que las dos cosas más bellas del mundo eran una estantería llena de libros y botellas alineadas en un bar– más otro lugar de encuentro más recoleto, El Gatopardo… una terraza de verano, siempre bautizados con nombres cinéfilos. 8 ½ se ha convertido en un lugar imprescindible para cualquier amante o curioso del cine. Lo demuestran los innumerables carteles de cine firmados por sus directores que abarrotan la librería, los mensajes de felicitación rubricados por algunos de los más grandes del cine mundial, y los intentos en otras ciudades –Buenos Aires, entre ellas– de abrir nuevas librerías bajo el prestigio de 8 ½ .
Frente a la paciencia y sentido de la realidad de Maria Silveyro, que en cualquier caso secundó a su pareja en todos sus proyectos, Jesús Robles era más impetuoso e irreflexivo, anteponiendo a la dura vida cotidiana de un establecimiento abierto al público sus ganas de complacer a veteranos o principiantes tratando de ayudarles a realizar sus sueños. En eso era como un artista más de los muchos que admiraba, poeta más que empresario. Valorando su esfuerzo y entusiasmo, la Academia de Cine concedió a 8 ½ en 2004 el premio González Sinde «por una labor realizada en beneficio de la sociedad a través del arte cinematográfico. Tal como ha tuiteado ahora Maruja Torres: «La gente como Jesús Robles no muere: se va a la pantalla».
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