Rancho Las Voces: Artes Plásticas / España: Atribuyen a Rafael Sanzio un cuadro desconocido
LA QUINCENA RETORNARÁ CON LA EDICIÓN 21 EL 19 DE ENERO DEL 2025 Las cinco ediciones más leídas del 2024 / 20

jueves, enero 09, 2014

Artes Plásticas / España: Atribuyen a Rafael Sanzio un cuadro desconocido

.
Madonna de Foligno pequeña  (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 9 de enero de 2014. (RanchoNEWS).- Después de varios años de investigación, Luis Rodrigo Rodríquez Simón, profesor de Bellas Artes de la Universidad de Granada, ha llegado a atribuir a Rafael Sanzio la autoría de Madonna de Foligno pequeña, una pintura que llegó a Córdoba en las últimas décadas del siglo XIX procedente de Francia. Una nota de Alicia Montoro Guinea para El Mundo:

Tras un exhaustivo análisis técnico, científico, histórico y comparativo, el profesor puede señalar de forma fehaciente que el cuadro pertenece al famoso pintor italiano. Para ello, han sido necesarias numerosas radiografías, fotografías por infrarrojos, uso de fluorescentes de iluminación ultravioleta o la utilización de métodos de microscopía sobre el cuadro para determinar que se trata de una pintura que comparte las mismas características que otras obras de Rafael. «Este modo de trabajar, con instrumentos de dibujo diferentes, desde la tiza al pincel, se ha encontrado en muchas obras de Rafael», apunta el investigador.

Las anteriores pruebas demuestran que Madonna de Foligno pequeña es una reproducción idéntica de la conocida La Madonna de Foligno, pintura que se exhibe en la Pinacoteca Vaticana y para la que sirvió como modelo. Además, el propio Rodríguez Simón afirma que el cuadro fue un encargo que el camarlengo del Papa Julio II hizo a Rafael en el siglo XVI. Tras ver su resultado, se decidió llevar a cabo su reproducción en mayores dimensiones. El profesor sostiene que, aunque la pieza sirvió como «avance» de la pintura definitiva, no puede ser definida como boceto porque se trata de «una obra muy acabada».

Composición

Igual que en la original de El Vaticano, cuyas dimensiones son 320 por 194 centímetros, Madonna de Foligno pequeña (93,5 por 66,5) se compone de un paisaje con un plano superior celeste en el que aparece la Virgen con el Niño y otro terrenal donde se sitúan San Juan Bautista, San Francisco de Asís, San Jerónimo, Segismundo de Conti (camarlengo del Papa Julio II) y un querubín en el centro.

El cuadro llegó a Córdoba a finales del siglo XIX procedente de Francia. Cambió de soporte desde la madera original al lienzo actual en la segunda mitad de dicho siglo, al detectarse una preparación constituida por varias capas de blanco de plomo dispuestas sobre un conjunto de tres lienzos. Este cambio también se realizó sobre otras obras de Rafael, como El éxtasis de Santa Cecilia (Pinacoteca Nazionale de Bolonia).

En su análisis, el investigador de la UGR descubrió dos fragmentos de papel adheridos al bastidor que confirman que el cambio de soporte fue realizado en Francia. Uno está escrito en francés y el otro tiene un texto incompleto con letra de imprenta que corresponde a una hoja del catálogo de obras de arte publicadas para su venta a través de la casa de subastas Hotel Drouot, de París (1872).

Firma

Además, en La pequeña Madonna de Foligno se pueden encontrar las letras 'R' y 'U' en la bocamanga de la túnica de la Virgen, iniciales del nombre de Raffaello de Urbino. «Rafael dejó estampada una rúbrica similar en la decoración que forma parte del brocado que adorna la bocamanga de la túnica de la Virgen en su composición original de la Pinacoteca Vaticana con el mismo tema», explica el profesor.

El estudio mediante infrarrojos también ha permitido descubrir la existencia de numeraciones en los laterales superior y derecho y pequeñas indicaciones que se distribuyen por todo el perímetro de la obra y que marcan la cuadrícula.

«Estos grafismos justifican la realización de un sistema de cuadriculado utilizado para la reproducción de esta composición a una escala bastante mayor, como demuestran el gran número de cuadrículas y el pequeño tamaño de las mismas», apunta el investigador de la UGR.



REGRESAR A LA REVISTA