.
En el DF, amigos y colegas realizarán una lectura de su obra. (Foto: Iliana Vargas)
C
iudad Juárez, Chihuahua. 25 de enero de 2014. (RanchoNEWS).- Una frase y dos canciones fueron la despedida del poeta Marco Fonz. «Que al final estoy tan solo como un verso», escribió en su página de Facebook y acompañó esa entrada con dos canciones. Una nota de Ericka Montaño Garfias para La Jornada:
El poeta se suicidó el miércoles pasado en Viña del Mar, donde participaba en la Feria Internacional del Libro de esa ciudad chilena, informó el diario El Mercurio, de Valparaíso.
Sus restos serán cremados y trasladados a México en los próximos días, precisó su esposa, la escritora Iliana Vargas a La Jornada.
Mientras, en el Distrito Federal, amigos y colegas realizarán una lectura de su obra este sábado en AllendeRed (calle Allende casi esquina con Donceles, en el Centro Histórico). La cita es a partir de las 16 horas, y la lectura comenzará a las 17 horas, indicó Israel Miranda, uno de los organizadores.
Marco Fonz (DF, 1965) dejó cuatro libros inéditos: El ojo vacío de Doru Buzescu, Las presencias apócrifas, Viaje a Sirenas Border y Novela dibujada. Recientemente publicó ¿No te sientes extraño en este mundo?, El rezo del mestizo y Koczys. Otro título dentro de su obra es Cantos siniestros a Chiapas, donde vivió 20 años.
Viajero innato
Marco Fonz llegó a Chile como parte de un periplo que comenzó hace un año en Ecuador. De ese país «viajó a Perú, Argentina y la idea era llegar a la Patagonia. Disfrutaba mucho viajar, era un viajero innato», relata Iliana, vía telefónica en la ciudad de México.
«Tenemos un amigo argentino que es editor y los dos estaban trabajando en una colección de poetas mexicanos que se iban a publicar en Argentina y en Chile. La colección se llama Alas del escorpión y alcanzó a salir un título que es Infrarrealista/poetas».
En este viaje hizo escala en Chile. Ahí estaba desde hace dos semanas para acudir a la feria del libro. «Iba a participar en lecturas y a difundir el libro de los infrarrealistas. Es importante que se sepa que sí llegó a publicar ese libro, que es un proyecto que le llevó casi todo el tiempo que estuvimos en Ecuador y por fin salió a principios de enero. Es lo que estaba haciendo allá como una labor de editor y seguía escribiendo. Hace como una semana me mandó el último poema que escribió».
Ese poema se titula Estudio No.1 de cráneo con luna llena y está dedicado a Iliana, quien señala que «la muerte de Marco me sorprende un poco porque tenía una invitación para ir este año a Cádiz, para un homenaje a Carlos Edmundo de Ory. Pero bueno, él todo el tiempo hablaba en su poesía de lo cercanos que estamos a la muerte y de bailar con la muerte, entonces realmente es algo que ya era parte de su naturaleza como ser humano pero también como poeta. Todo esto ya lo había trabajado mucho en sus libros anteriores».
Y yo ya me voy a morir a los desiertos: canto cardenche y Borrachita de tequila de Lucha Reyes, fueron las canciones con las que se despidió el poeta.
REGRESAR A LA REVISTA