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Consideran que el barrio es un lugar mágico dentro de Puebla. (Foto: Archivo)
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iudad Juárez, Chihuahua. 19 de enero de 2014. (RanchoNEWS).- El tradicional Barrio del Artista es uno de los barrios de Puebla, tiene un embrujo, todo el que viene a conocerlo despierta un ánimo de sentarse en sus bancas y admirar su arquitectura, las fachadas de sus pequeños talleres con dimensiones de 3 por 3 metros cuadrados, lo que lo convierte en un lugar mágico.Una entrega de Notimex:
El maestro Aurelio Leonor Solís, presidente de la Unión de Artes Plásticas AC del Barrio del Artista, recibió en su taller marcado con el número 12 en la parte superior de la entrada.
Subrayó que este barrio es un oasis, un paraíso envuelto con una magia especial -más que el famoso barrio Montmartre en Francia-, lleno de mucho turismo, pero donde no se encuentra la calidad en sus pinturas como lo hay en el Barrio.
Recordó que este espacio surge en 1941 a idea del maestro José Márquez Figueroa, maestro de la clase de paisaje al aire libre en la Antigua Academia de Bellas Artes, quien acude con sus alumnos a esta zona llama El Parián, en la 4 Norte entre la 6 y 8 Oriente.
Se le ocurre la idea que las accesorias que ahí estaban para otros fines, fueran utilizadas como estudios para los artistas plásticos.
Llegaron con el entonces gobernador Gonzalo Bautista Castillo y éste les concedió los espacios para los alumnos egresados de la Academia. Eran tantos los artistas que poco a poco comenzaron a reunirse, que tiempo después obligó al entonces gobernador Rafael Ávila Camacho a concederles una plazuela conocida como del Torno y la fuente de los Juaninos, que estaba en el Hospital San Juan de Dios, pero que la cambiaron de lugar al convertirse este nosocomio en cárcel.
«Siempre, el artista tiene una relación con los poderes de toda índole, por lo que a través de la Junta de Mejoras del Ayuntamiento de Puebla, y a propuesta de los propios artistas, se logra adaptar la zona de la plazuela como si fuera la original de la 8 Oriente» , relató.
Con ello, se logró la primera calle peatonal de Puebla que posee como piso las primeras lajas que quitaron de las calles de esta ciudad, para el paso de los automóviles.
Desde su fundación, el Barrio del Artista, con sus edificios e iglesias, se ha prestado para que el arte tenga un gran desarrollo, a la par de sus fundadores, porque desde entonces comenzó a llegar mucho turismo a este sitio.
Llegan a admirar el movimiento de los pintores como Desiderio Hernández, los hermanos Márquez, Villanueva, Julieta Sarmiento, Aguirre Beltrán y varios más, que sólo demostraban su calidad académica.
Poco a poco comenzó a correr la voz de lo que es la pintura poblana, es decir, los artistas incluían en sus pinturas el paisaje, el bodegón, las flores, la arquitectura y mucho de las costumbres en esta ciudad, marcada por los ángeles, como lo expresó Don Juan de Palafox y Mendoza.
En el barrio se cuenta con un total de 45 estudios, donde los paseantes desde que arriban al barrio puede observar de primera mano cómo el artista plasma colores y formas sobre sus óleos, descubriendo así una nueva obra.
Cada 15 días se montan exposiciones, para el deleite de los visitantes, pobladores y turistas, así como talleres para quienes estén interesados en aprender el arte de la pintura, incluso para todas las edades, así como un taller exclusivo para profesionales.
«Para que haya nuevos artistas plásticos, debe cumplir con ciertos requisitos, uno de ellos es enamorarse de este lugar, si se pretende ser socio. Así cada domingo exponen en el tianguis que se monta, lo que permite que se dé a conocer su trabajo al público» , dijo tras apuntar que en segundo lugar se califican las habilidades plásticas.
Además de la pintura, también se pueden apreciar otro tipo de manifestaciones artísticas como la danza, teatro y canto, escoltas y escuelas de danzas rítmicas, convirtiéndolo así, desde su fundación, en un barrio vivo.
Sobre todo desde las 10:00 hasta las 20:00 horas, aunque fuera de ese horario pueden hallar a algún artista trabajando, ya que estos amantes del arte también son amantes de la libertad y no se rigen por el tiempo o las formas.
En el Barrio del Artista, además de los talleres de pintura, comenzó a despertar la bohemia nocturna, por lo que el paseante se puede encontrar con cafés con música en vivo como la trova en el Café Amparo, música romántica en el Café del Artista, y pequeños refugios para músicos de estilos variados como el Café Rentoy, entre otros.
También es sabido que en este barrio poblano tuvieron lugar las primeras ofrendas de Día de Muertos, con el peculiar estilo de un artista, siendo así el primer espacio en la ciudad donde se presentan las ofrendas de manera pública.
Ello, debido a que los poblanos acostumbraban montar estos altares a los muertos en el interior de sus casas. Esta tradición aún continúa.
Otra tradición que se mantiene viva en este barrio es el Altar de Dolores, un altar dedicado a la Virgen de los Dolores que los creadores montan durante las actividades propias de la Semana Santa. Así, cada Sábado de Gloria, se lleva a cabo la tradicional quema de Judas, colocando un total de 12 Judas en cada uno de los árboles, que se ubican en la plazuela, a la vista de cientos de testigos que cada año esperan conocer quién se mereció estar colgado y en consecuencia destruido por el fuego. «No es porque los artistas quieran mofarse de las personas, sino que la gente, el pueblo clama justicia y quiere ver a sus héroes o no tan héroes colgados y quemados. Si en este momento tuviéramos que quemar un Judas, seguramente sería a la cantante Lucero, pero ella ya se ha quemado solita» , bromeó el maestro.
Aurelio Leonor Solís explicó que diversos estilos de pintura surgen en este espacio, en su caso, le gusta pintar al ser humano, tiende a plasmar las costumbres de Puebla como una joven «rancherita» cargando un cántaro de agua y una jícara sentada en la cocina.
También, el rostro de una pequeña jugando con su muñeca, o simples recuerdos que llegan a su memoria de la feliz infancia que vivió en su natal Puebla, «siempre dando el mensaje al espectador de qué bello es vivir» , comentó.
Su trabajo le ha permitido ser galardonado por varios gobernantes, organizaciones, e incluso países, donde ha montado exposiciones llevando la cultura, el color, la belleza de México, un país lleno de fe, de danza, de esperanza, de lo cotidiano, lleno de muchísimas cosas positivas.
Recientemente, recibió un reconocimiento por parte del Senado de la República como un homenaje a su trayectoria profesional.
Actualmente, trabaja en obras que montará el próximo 19 de marzo en el Barrio del Artista, en la exposición colectiva de 140 pintores registrados, convocada por la Comisión Nacional del Agua, y en la cual, el requisito para participar es presentar pinturas en las cuáles el elemento principal es el agua.
«Qué es lo que se necesita para acallar esas rebeldías tan naturales, cuando el ser humano, en este caso, el artista dice que no tiene oportunidades? sólo tiene que anotarse para participar, y tratar que en su obra vaya mucha calidad y dé el mensaje que quiera, que en este país gozamos de la libertad de expresión» , abundó tras subrayar la importancia que tienen este tipo de lugares.
Añadió que hay un lugar en México, donde un grupo de artistas, en lugar de estarse peleando, manifiestan culturalmente la importancia de la vida: el Barrio del Artista.
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