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Garibay habría cumplido 91 años el pasado 18 de enero y en mayo próximo se conmemoran tres lustros de su muerte. (Foto: María Meléndrez)
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iudad Juárez, Chihuahua. 20 de enero de 2014. (RanchoNEWS).- El pasado 18 de enero, el escritor Ricardo Garibay habría cumplido 91 años. El 3 de mayo próximo habrán pasado 15 años desde su fallecimiento. Una forma de recordarlo y reconocer su fructífera trayectoria es la puesta en circulación del volumen Ricardo Garibay: antología, selección realizada por Josefina Estrada, catedrática de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que busca representar al autor de Beber un cáliz y Par de reyes de cuerpo entero, con su personalidad, fobias, entusiasmos y obsesiones. Una nota de Carlos Paul para La Jornada:
Publicado por Ediciones Cal y Arena, el libro fue comentado la tarde de ayer por los escritores Guillermo Vega Zaragoza, Francisco Hernández, Rafael Pérez Gay (como moderador) y la autora, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
En el acto, Estrada explicó que Garibay siempre fue admirado por su lectores, saludado por los televidentes que lo encontraban en la calle o restaurantes. Igual lo reconocían en el mundo cinematográfico y político. «Nunca fue un desconocido».
Es verdad, abundó la autora, «que no gozó de la simpatía de la élite intelectual, porque Garibay era neurótico, descalificador y agresivo en su vida pública. Sin embargo, en persona era seductor, maravilloso conversador, bromista, histriónico, comentarista y lector infatigable».
En su momento, Vega Zaragoza destacó: «Nunca, nadie, en la historia de la literatura mexicana, escribió tanto y tan bien como él, y nunca una obra ha sido tan ninguneada por la cultura oficial, los cenáculos culturales y los estudios académicos como la suya. Todo se debió a su peculiar forma de ser: altiva, pendenciera e intolerante ante la mediocridad».
Vega Zaragoza recordó las palabras del también escritor Vicente Leñero, respecto de que «los grupúsculos mafiosos de la cultura le regatearon el sitial que merecía». Citó también cómo «sus contemporáneos novelistas, a quienes él deturpaba en voz en cuello y los regidores de la intelectualidad nunca lo llamaron al Colegio Nacional, ni a la Academia Mexicana de la Lengua, ni lo distinguieron con el Premio Nacional de Lingüística y Literatura».
Para que Garibay sea conocido por la nuevas generaciones y reconocido como un escritor de una poderosa prosa, manifestó Josefina Estrada, «deberán incluirse fragmentos de su obra en los libros de texto de primaria. Y que los alumnos de secundaria hasta universidad lean sus libros, como texto obligatorio. Así, cualquiera que pasara por la escuela sabría de él».
Ricardo Garibay: antología es una selección de trabajos de los 10 volúmenes (cada uno de más de 300 páginas) que conforman la obra completa del autor de La casa que arde de noche y Las glorias del gran Púas.
El compendio se divide en seis capítulos: cuento, memoria, crónica, semblanza, diálogos y paraderos literarios. No incluye muestras de novela y teatro, ya que la antologadora consideró que los méritos de esos géneros están ampliamente representados en los anteriores y porque se rebasaba por mucho el número de páginas del volumen.
De acuerdo con Vega Zaragoza, la selección de los textos valen en sí por todo un libro. «Se trata de verdaderas lecciones de preceptiva literaria. Nada más por eso la lectura de esta antología debería ser obligatoria para los interesados en el trabajo relacionado con el lenguaje: escritores, periodistas, maestros y hasta políticos (si se atreven a leer un libro completo)».
Para concluir, Josefina Estrada apuntó: «Garibay solía decir que los escritores son el alma de un país, que nadie recuerda a sus políticos. Quienes realmente sobreviven son sus escritores. Elegí aquellos textos donde Garibay se viera jovial, vital, lúcido, porque Garibay cumplirá 15 años de haber entrado a la inmortalidad. Porque sigue maravillosamente vivo».
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