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El artista Paco de LucÍa en el festival Galapajazz. (Foto: Ricardo Cases)
C iudad Juárez, Chihuahua. 13 de mayo de 2015. (RanchoNEWS).- El último grupo de Paco de Lucía se reúne de nuevo para rendir homenaje al guitarrista. ¿Y cómo suena el grupo de Paco sin Paco?. La respuesta se escuchará el 26 de mayo en el teatro Nuevo Apolo de Madrid. El elenco da vértigo con la última banda de Paco de Lucía: Antonio Serrano en la armónica, Alaín Pérez en el bajo, Piraña en la percusión, David de Jacoba en el cante y Farru en el baile. A los que se añaden Sabu Porrina [más percusión] y el cante de Montse Cortés y El Potito. Habrá seis manos para cumplir con el reto de sostener y hacer sonar la guitarra: José María Bandera, Paquete y Josemi Carmona. José Manuel Goméz reporta desde Madrid para El Mundo.
Sobre el papel el repertorio del algecireño. Desde que a finales de los años 70 Paco de Lucía comenzó su relación con el grupo Dolores, todos los músicos que han tocado con él destacan el juego de miradas con el maestro. Desde Jorge Pardo a David de Jacoba cuentan lo mismo, que dentro del grupo lo importante es la mirada de Paco, el gesto de aprobación. Así que la pregunta para Curro Sánchez director audiovisual del evento, e hijo del protagonista ausente, no puede ser otra que: ¿A quién hay que mirar en este concierto?. «Tienes que ser un camaleón, todos forman una pieza indispensable en este homenaje. Habría que mirar en cada instante, en cada momento a una persona concreta». Osea que no hay jefe. Curro Sánchez lo reitera: «No hay jefe; es una suma de cariño y de talentos. De algún modo se produce una invocación a Paco, al artista que ya no está aquí».
Durante el concierto se ofrecerán fragmentos inéditos de La búsqueda lo cual asegura la presencia de esa mirada de Paco que su hijo quiere invocar: «Esas miradas son complicadas de rodar porque al principio no lo entiendes, es un código que tienes que desentrañar. Después de muchos conciertos descifras los códigos de esa hermandad, es como una logia masónica. Intuyes detalles, una sonrisa, una broma, un guiño... Es un código propio, un lenguaje entre músicos».
No es preciso reiterar aquí que Paco de Lucía es un músico insustituible, así que trasladamos la pregunta sobre las miradas al guitarrista José María Bandera. «Habrá que mirar al que esté tocando en ese momento» dice.
Bandera estuvo de gira tres años con Paco de Lucía y José Manuel Cañizares. ¿Cómo supera un guitarrista la tentación de quedarse mirando a Paco? «Es muy duro. Sentarte con Paco en un escenario es bastante fuerte para cualquier guitarrista. Es sencillo, o tocas o no tocas. Con el trío yo lo pasé mal en los primeros conciertos, ensayamos muy poco. Estrenamos en Copenhage y Cañizares. Estábamos horrorizados. Yo vi que Cañizares tenía mucho nivel y yo, o me ponía a nivel, o me iba y te ponías a tocar como un loco. El primer miedo se te pasa a los dos minutos. Paco tenía mucha psicología. Cada vez que te equivocabas te daba un ¡Ole!. Eso te pone las pilas así que estábamos pendientes de que tuviera el más mínimo roce o fallo para decirle ¡Ole!. Creaba un ambiente de amistad».
José María Bandera, Paquete y Josemi Carmona se repartirán los papeles a la hora de hacer que la guitarra de Paco de Lucía no deje de sonar.
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