.
El escritor argentino Edu Molina da vida a una historia de acción y humor negro, protagonizada por un antihéroe que busca «la felicidad», una droga sintética. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de junio de 2015. (RanchoNEWS).- Un detective privado trabaja en una ciudad colapsada por la corrupción y las drogas, un personaje que se convierte en una especie de antihéroe sin escrúpulos que sobrevive a un ritual de sangre y fuego en las entrañas de la mafia, un hombre que no quiere limpiar las calles ni mejorar el mundo, sino sólo obtener la «felicidad», una droga sintética que usa todos los días para alcanzar el talento de Miles Davis. Reporta desde la ciudad de México Juan Carlos Talavera para Excélsior.
Esa es la trama de El Sombra, la novela gráfica del escritor e historietista argentino Edu Molina, quien vive en México desde hace 14 años, que a principios de junio fue seleccionada como la mejor novela gráfica en la sexta edición de la Feria del Libro Independiente de la Ciudad de México.
El Sombra es una historieta de acción y humor negro que pretende reflejar una realidad, dice el autor en entrevista. «Alguna vez escuché que el humor es una manifestación retorcida pero inteligente de nuestra realidad, pero sobre todo es el humor negro el que potencia la posibilidad de abordar cualquier tema incómodo para hacerlo notar».
Básicamente, lo que quería era construir un antihéroe, un personaje sin moral, un hombre que, sin ser un villano, no persiga un fin loable, aseguró. «No por nada en una de las historias se dedica a perseguir una droga, simplemente para satisfacer sus ansias personales de tocar la trompeta como Miles Davis. Recordemos que ya estamos inundados de superhéroes y personajes morales que siempre hacen lo correcto, que ganan… ya estoy cansado de esos personajes».
Y aunque la historia está inspirada en la Ciudad de México, se ubica en un lugar distópico, dijo, lo cual le permitirá en futuras entregas ocupar un universo imaginario que no deba ceñirse a la realidad. «Esto me permitiría convertir, de ser necesario, a un presidente en pulpo o cualquier otra cosa, es decir, esto me da completa libertad».
El Sombra nació como una saga por entregas, así que en esta primera serie incluye tres historias: Primeras apariciones, El caso Kowalski y Felicidad, donde el protagonista adopta a Tito, un niño de nueve años, como su acompañante de aventuras, con lo cual el volumen hace una alusión indirecta a El Quijote.
«Como se sabe, El Quijote sentó los cimientos de la literatura moderna, al menos las bases del dúo para la historia (a partir de Sancho Panza y el Quijote de la Mancha), donde cada uno de los personajes se completa, potencia sus virtudes, sus defectos y mejora su personalidad», señaló.
Sin embargo, es en el capítulo titulado Felicidad donde el autor intercala la narrativa con frases de escritores famosos, como Sigmund Freud, quien asegura que «Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo»; de Gustavo Flaubert, de quien rescata aquella que dice: «La felicidad es una cosa monstruosa. Quienes la buscan encuentran su castigo»; y de Oscar Wilde: «Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer, mientras que no la ame».
En la introducción de este volumen, Anabel Caso, quien aportó elementos e ideas a dicho personaje, comenta que este detective nació como un homenaje a un Frankenstein «construido a partir de fragmentos memorables de nuestra mente, un poco de cine negro de los años 40, algo de Humphrey Bogart, unas cuantas femme fatale, unas notas de Miles Davis, una dosis de expresionismo y del cine de Wells».
La siguiente entrega de El Sombra, de Edu Molina, llevará por título El día del sacrificio y se presentará en la Feria Internacional del Palacio de Minería (FILPM) de 2016, donde ha planteado un escenario distinto, en el que su personaje estará acompañado de un luchador y un mariachi, adelantó.
Por último, Molina cuenta que él se crio en plena dictadura militar y eso fue algo que lo marcó para siempre. «Vivir en un estado represivo ha sido muy duro. Y digamos que veo un poco similar mi realidad en México, pues aunque no es una dictadura, es una democracia a veces disfrazada, y por eso quise que El Sombra se moviera en un ambiente político similar.
«Sin embargo, en este libro no hago hincapié en la cuestión política, pero sí en la represión y los ambientes densos», concluye.
REGRESAR A LA REVISTA