Esquema de cómo funcionaba la tecnología de reflexión de la cámara de Wolcott. (Foto: Rafael Garófano)
C iudad Juárez, Chihuahua. 12 de enero de 2018. (RanchoNEWS).- «Este nuevo método de sacar la semejanza es tal vez una de las más misteriosas invenciones del siglo y puede ser admirado como una de las siete maravillas del mundo». Tan seguro estaba George W. Halsey que su «novísimo» artilugio dejaría prendado a los gaditanos que no escatimó en anuncios de prensa. El 18 de diciembre de 1841, recién llegado a Cádiz desde La Habana, el estadounidense prometía ser capaz de hacer retratos en miniatura, con el auxilio del daguerrotipo, «en el sucinto tiempo de unos cuatro minutos». Halsey no exageraba. Tan «extraordinaria» y «desconocida» era su máquina que resultó ser la primera que, en España, retrató a personas. Reporta desde Cádiz Jesús a Cañas para El País.
El historiador Rafael Garófano ha conseguido desempolvar una proeza, hoy olvidada, y que dibuja bien las ansias del momento por sacar rédito al daguerrotipo, el primer procedimiento fotográfico, presentado en París por Louis Daguerre en 1839. En su obra El primer establecimiento de retratos fotográficos de España. Cádiz, 1841, recientemente editada por la Diputación de Cádiz, el investigador reconstruye cómo estas prisas acabaron por hacer que los primeros retratos en España procediesen, en verdad, de una mejora del invento francés venida desde Estados Unidos.
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