Rancho Las Voces: Textos / «Monsiváis para nuestro tiempo» por Liliana Muñoz y Jezreel Salazar Escalante
La vigencia de Joan Manuel Serrat / 18

jueves, junio 18, 2020

Textos / «Monsiváis para nuestro tiempo» por Liliana Muñoz y Jezreel Salazar Escalante

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Carlos Monsiváis. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 1° de junio de 2020. (RanchoNEWS).-Cronista irónico, crítico de cine, arte y literatura, apasionado coleccionista y el más irreverente de los intelectuales, Carlos Monsiváis es una figura única dentro de las letras mexicanas. Por una década hemos echado de menos el humor con que analizaba el presente, a pesar de las diferencias políticas e ideológicas que llegaron a separarnos de él, su mirada lúcida que le permitía ver la realidad y al mismo tiempo leer literatura, cómics y fotonovelas, su lenguaje transgresor que formó a varias generaciones y su manera peculiar de vincular lo culto con lo popular. Para dialogar sobre la trascendencia de su obra, reunimos a dos críticos de distintas generaciones: Liliana Muñoz y Jezreel Salazar. En su intercambio advierten aquellos aspectos de la actualidad que podrían haber interesado al escritor y reflexionan sobre su legado literario y cultural.

Jezreel Salazar (JS): En medio de tanta incertidumbre sobre el futuro pospandemia, me he preguntado qué habría dicho Carlos Monsiváis respecto a las nuevas experiencias que estamos viviendo y cómo habría hecho la crónica de una ciudad semiparalizada, cuya vitalidad depende tanto de la aglomeración y el paroxismo. Imagino que habrían llamado su atención los modos de control social que se han implementado para contener el contagio, así como los imaginarios del miedo y la vigilancia que hoy nos rodean. Sus apuntes sobre las nuevas dinámicas virtuales y las interacciones cada vez más complejas entre el afuera y el adentro quizá le habrían llevado a cronicar una ciudad intramuros, en donde lo público (su gran pasión intelectual) ha invadido arteramente la esfera de lo íntimo, creando realidades acotadas entre el intensivo quehacer doméstico, los perpetuos mensajes que no respetan ningún horario laboral, y las diversas tensiones familiares derivadas de la pérdida de empleos, la postergación de amoríos clandestinos y el estruendo constante de noticias, canciones, videollamadas y series.

El texto de Liliana Muñoz y Jezreel Salazar Escalante lo publica Letras Libres

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