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Naturaleza muerta con un perrito, el cuadro de Paul Gauguin recuperado por la policía italiana. (Foto: AFP)
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iudad Juárez, Chihuahua. 2 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Desde 1975, un cuadro atribuido a Paul Gauguin —Fruits sur une table ou nature au petit chien, valorado entre 15 y 35 millones de euros— y otro de Pierre Bonnard —La femme aux deux fauteuils, tasado en unos 600.000— han permanecido colgados en la cocina de un trabajador de la Fiat de Turín, quien los adquirió en una subasta por 45.000 liras —unos 24 euros— sin saber su verdadera autoría ni que habían sido robados cinco años antes en la casa de unos coleccionistas de Londres. Una nota de Pablo Ordaz para El País:
Según la reconstrucción efectuada ayer en Roma por el general de los Carabinieri Mariano Mossa, los ladrones trasladaron las obras de arte a París, desde donde tomaron un tren con destino a Turín, pero algo debió de suceder en la frontera con Italia –tal vez un control policial— que ay pusieron pies en polvorosa abandonando el botín. Los empleados de la compañía italiana de Ferrocarriles del Estado encontraron las telas y, al desconocer su gran valor, las depositaron durante un tiempo en una oficina de objetos perdidos. Al no ser reclamados por nadie, los cuadros —junto a otros objetos también olvidados en los trenes italianos— salieron a subasta. Nadie se dio cuenta entonces de que se trataba de un auténtico gauguin de 1869 ni de un bonnard de 1909, a pesar de que ambas obras ya estaban catalogadas y se daban por perdidas. Según el general Mossa, el único que apreció la belleza de las obras del postimpresionismo francés —que representan unos cestos de frutas y una joven sentada en una butaca— fue el trabajador de la Fiat, que pujó y se llevó el lote por lo que actualmente serían 24 euros.
Al principio, el trabajador —del que no se ha desvelado la identidad— colgó los cuadros en su casa de Turín, pero una vez que se jubiló se los llevó consigo a su localidad natal en Sicilia. Según el general Mossa, allí permanecieron hasta que un hijo del antiguo empleado —estudiante de arquitectura— descubrió en 2013 que uno de los cuadros que su padre tenía colgados en la cocina de su casa se asemejaba mucho a los de un catálogo de Gauguin. Empezó a preguntar aquí y allá hasta que la noticia, a través de los expertos consultados, llegó a oídos de los agentes de los Carabinieri encargados de la tutela de los Bienes Culturales.
Los investigadores comprobaron que, en efecto, se trataba de un gauguin y un bonnard robados en 1970 en la casa de una pareja de coleccionistas de arte apellidados Marks y Kennedy, quienes los habían adquirido en una subasta el 28 de junio de 1961. El general Mossa añadió que sus agentes han comprobado que algunos periódicos ingleses del 8 de junio de 1970 informaban del robo de los dos cuadros en una casa del barrio londinense de Regent’s Park. Las autoridades italianas se han puesto en contacto con las británicas para averiguar si Marks y Kennedy, ya fallecidos, dejaron herederos a los que devolver el cuadro.
El ministro de Bienes Culturales, Dario Franceschini, alabó la labor del Comando para la Tutela del Patrimonio de los Carabinieri y reivindicó la importancia que, para Italia, tiene la cultura: «Como dice nuestro primer ministro [Matteo Renzi] todo lo relacionado con la cultura está en el centro de nuestra acción de Gobierno. Es necesario invertir sobre nuestra principal fuente de recursos. Y de la misma forma que se dirigen los focos hacia las cosas que no funcionan en Italia, también deberían de encenderse para mostrar nuestras excelencias, y en este caso sobre la extraordinaria labor de nuestros carabinieri».
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