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sábado, abril 26, 2014

Noticias / México: Dos presidentes honran a García Márquez

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Un admirador del escritor colombiano en el homenaje póstumo realizado en el Palacio de las Bellas Artes de la Ciudad de México. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 21 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Los presidentes Enrique Peña Nieto y Juan Manuel Santos encabezaron en el Palacio de Bellas Artes un homenaje al escritor Gabriel García Márquez, quien es el más grande de los colombianos de todos los tiempos, según informa sipse.com.

Peña Nieto dijo que García Márquez es el más grande novelista de América Latina de todos los tiempos y que su fallecimiento es una gran pérdida, no sólo para la literatura sino también para la humanidad.

«Para orgullo de México nuestro país fue el segundo hogar de García Márquez, donde encontró el espacio y la libertad para vivir su vocación y consagrarse en la literatura. Los mexicanos vimos crecer a ese árbol eterno que es García Márquez», expuso Peña durante el homenaje luctuoso que se realiza en el Palacio de Bellas Artes al escritor, informa Milenio.

En su turno, Santos recordó las palabras de Gabo al recibir el Nobel en 1982 en Estocolmo: «Nunca es demasiado tarde para creer en la utopia, una nueva y arrasadora utopía a donde nadie puede decidir por otros hasta la forma de morir, donde deveras sea cierto el amor y sea posible la felicidad».

Así fue como México despidió y rindió homenaje al Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez, cuyas cenizas reposaron por horas en el imponente Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana, mientras en su natal Aracataca se hizo un sepelio simbólico.

Llevados por su familia desde su casa en el sur de la Ciudad de México, los restos del escritor colombiano fallecido el jueves de la semana pasada fueron recibidos en el máximo recinto cultural de la capital con una lluvia de aplausos, mientras la urna con sus cenizas era colocada sobre un pedestal rodeado de rosas amarillas, publica The Associated Press.

Su esposa Mercedes y sus hijos Gonzalo y Rodrigo hicieron la primera guardia de honor y de inmediato comenzó a tocar un cuarteto de cuerdas que intercaló con una orquesta para interpretar algunos fragmentos de piezas clásicas que le gustaban al escritor, del húngaro Béla Bartók al italiano Giovanni Bottesini.

También estuvieron en la primera guardia el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México, Rafael Tovar y de Teresa, y la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García.

Mientras decenas de invitados, entre familiares, amigos y funcionarios, hacían guardias alrededor de la urna, los admiradores del escritor pasaban a unos metros, sin poder acercarse más que para dejar algunos ramos más de flores amarillas a los pies del pedestal.

Vallenato de 400 páginas

Un trio musical se detuvo frente a la urna e interpretó una canción de vallenato, la música de la costa caribeña colombiana de donde era originario y que tanto gusta a Gabo, como cariñosamente se le decía al escritor que falleció el jueves a los 87 años en su casa en México. Algunos asistentes siguieron con aplausos el ritmo.

García Márquez dijo en algún momento que su obra cumbre, Cien años de soledad, era un vallenato de 400 páginas.

Al homenaje acudieron los escritores mexicanos Héctor Aguilar Camín, Ángeles Mastretta, Homero Aridjis y Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano.

El amarillo era el color predilecto del escritor, y las mariposas evocan una célebre escena de su obra maestra, Cien años de soledad.

García Márquez mantuvo lazos importantes con ambos países: nació en Colombia, pero escogió México como lugar de residencia hace varias décadas y allí escribió algunas de sus obras capitales, incluida Cien años de soledad.

Sepelio simbólico en Colombia

En Aracataca, Colombia, el sepelio simbólico se realizó con residentes y visitantes que cargaron una pequeña urna de vidrio y la llevaron en procesión de la casa-museo Gabriel García Márquez hasta la iglesia San José, en el centro del pueblo, y de vuelta al museo.

Unas 3,000 personas vestidas de blanco, algunas con mariposas amarillas de papel en las solapas o flores del mismo color, caminaron por las calles del pueblo que vio nacer al escritor.

«Aracataca le dio mucho a Gabito... que aquí reposen parte de las cenizas», dijo Jorge Polo Camargo, encargado de protocolo de visitantes al sepelio simbólico.

Incierto destino de cenizas

Los restos del autor de El amor en los tiempos del cólera fueron cremados en privado, aunque su destino final aún no es claro.

El embajador colombiano en México, José Gabriel Ortiz, dijo que hay un deseo de que sus restos sean divididos entre México y Colombia, aunque todo dependerá de lo que decida la familia.

Tovar y de Teresa dijo en Milenio Televisión que el domingo habló con Mercedes Barcha, esposa del escritor, y aseguró que aún no ha tomado una decisión sobre el destino de las cenizas.

«Es una decisión muy íntima y en su momento la tomará», comentó. (Con información de Milenio y The Associated Press)

La crónica de Javier Rodríguez Labastida de CNN

México le dio el adiós al colombiano Gabriel García Márquez este lunes en una ceremonia en la que sus seguidores le quitaron solemnidad para darle un ánimo de fiesta y folclor.

El Palacio de Bellas Artes se vistió de luto. Las lonas negras que cubrían templetes, escenarios y pasamanos contrastaba con las flores y moños amarillos, además de las playeras de la selección de Colombia que portaban algunos de los asistentes.

La esencia del homenaje estuvo dividida. Al interior del recinto, la solemnidad y los trajes y vestidos negros estaban enmarcados por el silencio y la música de cámara que acompañó a las cenizas de 'Gabo'.

Al exterior del Palacio de Bellas Artes fue una fiesta a ritmo de vallenato que servía para amenizar las pausas de la lectura que un grupo de jóvenes hizo de Cien años de soledad.

Mientras miles de personas hacían una larga fila que llegaba a más de 300 metros hasta el Hemiciclo a Juárez, en el centro de la Ciudad de México, el grupo Guatapurí cantaba los temas favoritos del escritor García Márquez.

Luis Aponte, vocalista y acordeonista de este grupo colombiano, aseguró que eran uno de los grupos predilectos del escritor y la cita infaltable con él era cada 6 de marzo, día de su cumpleaños.

«Su canción favorita era El cantor de fonseca», aseguró el integrante del grupo que tiene el origen de su nombre en un río de Colombia donde se cree que nació el vallenato.

35 segundos frente a su recuerdo

A unos metros del escenario donde tocaba Guatapurí coplas que cantaban «...es Gabriel García Márquez, pero le decimos Gabo...», cientos de personas abandonaban el Palacio de Bellas Artes después de estar aunque fueran unos segundos cerca de las cenizas del escritor.

Dos de ellos fueron Diego y David, ambos de 24 años de edad y originarios de Bogotá, Colombia.

Diego, quien estudia Pedagogía en el Distrito Federal, afirmó que la muerte del Premio Nobel 1982 fue una «pérdida importante para la cultura, además de que su legado es enorme y hay dolor por ello».

David viajó desde Guadalajara para acompañar a Diego y dijo estar conmovido por el fallecimiento de Gabo, pues lo consideró un «gran hombre y una persona sencilla, cercana al pueblo».

Ambos estuvieron formados más de dos horas y media antes de ingresar por un breve espacio al interior de Bellas Artes.

El mismo tiempo estuvieron formados Ana y Amalia Romero y su amigo Enrique García, que lograron contar 35 segundos cerca de la urna color caoba que resguardaba las cenizas del escritor, quien falleció el pasado jueves en su casa en la Ciudad de México.

«Sentí mucha alegría al entrar porque pensé que no lo lograríamos, pero ya al estar frente a las cenizas fue mucha tristeza porque era un gran hombre que se fue», aseveró Ana, de 22 años de edad.

«Si quieres ser alguien culto tienes que pasar por García Márquez», completó su hermana, de 26 años de edad, y que lloró al enterarse de la muerte de 'Gabo', tras leer la noticia en Facebook.

«Mierda»

Como ocurriera el día de su muerte, el cielo se nubló y algunas gotas sobre la explanada y truenos amenazaron con lluvia, pero el ingreso de miles de personas no se detuvo.

Yango y Martín fueron otros dos jóvenes colombianos radicados en México que también acudieron a «despedir» a su paisano García Márquez, acompañados de una bandera de su país.

«El tiempo fue muy rápido y nos pedían movernos, pero no importa, era estar frente al grande y despedirlos con todos los honores que se merecía», dijo Martín.

Yango afirmó sentir «un vacío enorme en el alma y nostalgia por el legado que 'Gabo' dejó en el continente. García Márquez no es colombiano ni mexicano, es toda América Latina».

Mientras la tarde caía, salió del Palacio de Bellas Artes Miguel Ángel, de 42 años de edad, con un libro en la mano. No es de García Márquez. Los del nobel ya los leyó todos. De hecho fue con Crónica de una muerte anunciada cuando tuvo su primer interés en la lectura, hace 28 años atrás.

Dejó sus vacaciones a medias en la Huasteca Potosina para «agradecer en persona» a 'Gabo' por «su aporte en la literatura» y aprovechó algunos de los segundos que estuvo frente a la urna para recordar lo que sintió al conocer la muerte del escritor y para lo cual citó la última palabra de El coronel no tiene quién le escriba: «Mierda».

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