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Eduardo Castañeda en una escena del monólogo que se presenta este mes en el recinto de la colonia Obrera. (Foto: José Antonio López)
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iudad Juárez, Chihuahua. 3 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- «Todos quieren matar a alguien, sólo necesitan alguna razón». Esta es la lógica del protagonista, un asesino serial, en la obra 2 de octubre mi amor, que el martes inició temporada de un mes en el Centro Cultural Carretera 45 Teatro. Una nota de Reyes Martínez Torrijos para La Jornada:
Luego de proyectar imágenes de las multitudinarias marchas de 1968 en México y publicidad televisiva de entonces, el monólogo muestra a Juan, personaje creado e interpretado por Eduardo Castañeda, que baila solo en una habitación alfombrada con discos de acetato rodeado por antiguos aparatos de sonido y ropa interior femenina.
Se dirige al público, en realidad a su invisible esposa, Angélica, quien lo sorprende y él confiesa que hay dos mujeres muertas en el baño y que él las asesinó.
A partir de esta información narra con aplomo su visión de lo que ocurre en el país y su decisión de asesinar a más jovencitas.
La lógica de las hechos
Juan, ubicado en un espacio próximo a la Plaza de las Tres Culturas, justifica su decisión: los japoneses inventaron las balas pequeñas para no matar, sino herir, así incapacitas a dos personas, el herido y quien lo ayuda, y provocas miedo. «Matar una mujer es matar a un montón de personas», dice.
A la vista de la matanza, se exalta: «Ya no sé qué está bien y qué está mal, pero allá afuera están matando personas. Las cosas pasan y en todo hay una lógica pero no la conocemos». Y se pone unos guantes blancos, como aquellos que identificaban a los integrantes del batallón Olimpia ese 2 de octubre.
Con una lógica circular muestra su desajuste mental, como un acetato, regresa al punto de insania mientras narra cómo decidió eliminar a las mujeres. «Relacioné el disco con lo que le estaba pasando en la cabeza. Traté de representar con que él empieza a elegir música y el espacio lleno de discos, que así como tiene la casa llena podemos asumir que es su espacio mental, que su cabeza es así, una especie de rockola», dice a La Jornada Martín López Brie, director de la obra.
El dramaturgo, explica, «se preguntó, ¿cómo podría ser que un asesino serial pasara desapercibido en un entorno? Fue cuando le cayó el veinte de la matanza del 68 y la represión que vivía el país. Fue a investigar al Memorial de Tlatelolco, sacó información y armó este proyecto».
El montaje 2 de octubre mi amor se escenifica lunes, martes y miércoles, a las 20:30 horas, en el centro cultural de la calle Juan Lucas de Lassaga 122, colonia Obrera, a dos cuadras de la estación San Antonio Abad del Metro.
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