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sábado, abril 26, 2014

Noticias / México: La muerte de García Márquez - Reacciones

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Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura 1982 - Estocolmo, diciembre 8 de 1982. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 17 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- La noticia del fallecimiento del escritor colombiano Gabriel Gacía Marquez (1927-2014) generó de inmediato una reacción mundial.

Medios internacionales destacaron como nota principal en sus sitios digitales el fallecimiento del escritor, según reporta El Universal.

Diarios españoles como El País, El Mundo, y latinos como El Tiempo de Colombia informaron así la triste noticia:

El País, España: Muere Gabriel García Márquez. Desaparece uno de los grandes escritores del siglo XX. El narrador y periodista colombiano, ganador del Nobel en 1982, fue el creador de obras clásicas como Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quien le escriba, El otoño del patriarca y Crónica de una muerte anunciada.

El Mundo, España: Fallece Gabriel García Márquez.
El escritor colombiano Gabriel García Márquez ha fallecido a los 87 años de edad en su casa de Ciudad de México después de que se agravara el estado del Premio Nobel de Literatura en los últimos días.

El Tiempo, Colombia. Murió Gabo. El nóbel de literatura colombiano falleció hoy.

La Nación, Argentina: Murió Gabriel García Márquez, el autor de la mítica Cien años de soledad.

El Mercurio, Chile: Las letras universales están de luto: A los 87 años muere Gabriel García Márquez. El autor de Cien años de soledad había estado recientemente hospitalizado a causa de una neumonía que debilitó en extremo su estado de salud, y que buscó superar en su casa de México durante los últimos días.

The Washington Post: Muere el escritor Gabriel García Márquez. Gabriel García Márquez, el premio Nobel cuyas novelas y cuentos expuestos a decenas de millones de lectores a la pasión, la superstición, la violencia y la desigualdad en América Latina, murió en su casa en la Ciudad de México en torno al mediodía, según fuentes cercanas a la familia. Tenía 87 años.

The New York Times señaló que el escritor laureado con el Premio Nobel fue considerado el «exponente supremo», si no el creador, del genero conocido como realismo mágico.

Los Ángeles Times destacó que el escritor y periodista colombiano encantó a millones de lectores alrededor del mundo y popularizó la literatura latinoamericana.

The Wall Street Journal hizo notar asimismo que García Márquez fue una figura pública que en ocasiones fue señalado por sus posiciones políticas. «Usó su fama para tratar de cambiar por la unidad de América Latina y poner fin al intervencionismo de Estados Unidos».

BBC, Reino Unido: Muere el escritor Gabriel García Márquez. García Márquez era considerado uno de los más grandes autores de lengua española, mejor conocido por su obra maestra del realismo mágico, Cien años de soledad.

El Nobel de Literatura falleció esta tarde en su hogar de la ciudad de México a los 87 años, víctima de cáncer. Esto a días de haber sido internado en el Instituto Nacional de Nutrición «Salvador Zubirán» debido a una neumonía y problemas en las vías urinarias.

Manuel Santos, presidente de Colombia

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, la muerte del escritor Gabriel García Márquez.

En su cuenta de Twiiter, el mandatario sudamericano escribió:

«Mil años de soledad y tristeza por la muerte del más grande colombiano de todos los tiempos! Solidaridad y condolencias a la Gaba y familia».

Santos había negado el miércoles que el escritor tuviera cáncer.

A una estación de radio colombiana declaró que García Márquez se recuperaba de una «neumonía», pero que ya fue «controlada».

Esto, pese a que la familia del Nobel de Literatura reconoció recientemente que la salud de Gabo es «muy frágil».

«Respaldo lo que dijo la familia, que por favor le respeten su privacidad. Y no es cierto lo que publicó un diario mexicano que se le había revivido el cáncer y que está invadido de la enfermedad. Eso no es cierto. Él sufrió una neumonía, a una avanzada edad, esa neumonía ya está controlada», dijo Santos a Radio Caracol.

Rafael Tovar y de Teresa, director de Conaculta

El director de la Comisión Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, lamentó la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez, fallecido hoy a los 87 años en la ciudad de México víctima de cáncer.

En entrevista televisiva, expresó: «creo que la muerte de Gabriel García Márquez es algo muy doloroso para su familia, para la cultura, para México y para Colombia, país donde nació»

Tovar aseguró que la figura del colombiano es equiparable a los más grandes escritores, pues éste rompió la literatura universal. «Rompió junto con otros del boom latinoamericano la figura literaria de la época».

El director de Conaculta señaló que «sin duda, las suyas son unas de las grandes páginas escritas en América Latina» lo cual marcó su presencia en la lengua española. «Uno de sus grandes logros es haber traducido el realismo mágico latinoamericano en una verdadera realidad»

Añadió que Gabriel García Márquez tenía una gran diversidad no sólo como escritor, sino más aún como periodista y ensayista, lo que logró acercarlo con la gente.

«Recordar los libros de García Márquez es uno de los grandes gustos que puede tener alguien que guste de la literatura», aseguró Rafael Tovar

Tovar concluyó que el escritor «ha entrado a la eternidad y a la universalidad, y es una de las grandes figuras de las que nos tocó ser contemporáneos»

Shakira y Twitter

«Querido Gabo, alguna vez dijiste que la vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda…», tuiteó la cantante Shakira, a pocos minutos de conocerse la noticia de la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez.

Su mensaje es uno de los muchos que han inundado las redes sociales con pésames.

El nombre del Nobel se convirtió inmediatamente en trending topic en Twitter, así como frases relacionadas y ‘hashtags’ de su vida y obra, como: «Fallece Gabriel García Márquez», «Adiós Gabo», «#DescansaEnPazGabo», «Macondo», «Cien Años de Soledad», «Tiempos del Cólera», etcétera.

Presidentes latinoamericanos

La noticia del fallecimiento del escritor colombiano y premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, trascendió sin duda a niveles internacionales, por lo que presidentes de Latinoamérica han expresado su pésame por el trágico suceso.

A través de sus cuentas de Twitter los mandatarios han emitido algunas palabras de despedida al más grande escritor de Colombia.

Estos son algunos de los tuits enviados por los presidentes:

Juan Manuel Santos (@JuanManSantos), presidente de Colombia, «Mil años de soledad y tristeza por la muerte del más grande colombiano de todos los tiempos! Solidaridad y condolencias a la Gaba y familia».

Sebastian Piñera (‏@sebastianpinera), ex presidente de Chile, «Ha muerto un grande de la literatura latinoamericana. Nos deja una obra prolifica e inspiradora,que seguira alimentando nuestra imaginacion».

Juan Orlando H. (‏@JuanOrlandoH), presidente de Honduras, «Honduras entera se solidariza con Colombia y le acompaña en su tristeza ante la pérdida del ilustre Gabo».

Rafael Correa ‏(@MashiRafael), presidente de Ecuador, «Se nos fue el Gabo, tendremos años de soledad, pero quedan sus obras y amor por la Patria Grande. ¡Hasta la victoria siempre, Gabo querido!»

Ollanta Humala Tasso (‏@Ollanta_HumalaT), presidente de Perú, «Latinoamérica y el mundo entero sentirán la partida de este soñador. Descansa en paz Gabriel García Marquez allá en Macondo».

Laura Chinchilla M ‏(@Laura_Ch), presidenta de Costa Rica, «Devastador como ‘Historia de un secuestro’ o ‘Crónica de una muerte anunciada’. Inconsolable como ‘Cien años de soledad’. #RIP @ElGabo».

Dilma Rousseff (@dilmabr), presidenta de Brasil, «Fue con tristeza que me enteré de la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez».

Otto Pérez Molina ‏(@ottoperezmolina), presidente de Guatemala, «Lamento el sensible deceso del Premio Nobel de Literatura 1982, Gabriel García Márquez, que en paz descanse».

Nicolás Maduro ‏(@NicolasMaduro), presidente de Venezuela, «El Gabo dejó grabada su huella espiritual en la Nueva Era de nuestra América, cien años de Amor por su espíritu eterno».

Vargas Llosa

Mario Vargas Llosa se enteró en Ayacucho, donde recibía la Semana Santa junto a su familia, de la muerte de Gabriel García Márquez Dijo que sus novelas sobrevivirán.

Según informó Canal N, el autor se encontraba en el Hotel Plaza de dicha ciudad cuando la prensa le dio la noticia.

Aunque personalmente, el autor no se pronunció, el mencionado canal informó que los allegados del Nobel peruano informaron que éste se encontraba «muy acongojado» y que lamentaba la partida del autor, cuyas obras destacó.

Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez fueron parte fundamental del llamado «boom latinoamericano» y protagonistas de una pelea que se hizo leyenda en las letras hispanas. (El Comercio – Perú / GDA)

Luego de enterarse en Ayacucho del fallecimiento de Gabriel García Márquez, el nobel peruano, Mario Vargas Llosa, mencionó que «ha muerto un gran escritor» al tiempo que mandó sus condolencias a la familia.

«Sus obras le dieron gran difusión y prestigio a la literatura; sus novelas le sobrevivirán y seguirán ganando lectores por doquier», reprodujo la versión en línea del diario peruano El Comercio.

Plinio Apuleyo Mendoza y García Márquez en París en 1981. (Foto: Archivo)

Plinio Apuleyo Mendoza

¿Dónde nos conocimos? En un café, hace muchísimo tiempo, cuando Bogotá era todavía una ciudad de mañanas heladas, de tranvías lentos, de campanas profundas, de carrozas funerarias tiradas por caballos percherones y conducidas por cocheros de librea y sombreros de copa.

Él debía de tener unos 20 años y yo, 16.

Fue un encuentro rápido y accidental que no dejaba prever amistad alguna entre dos tipos tan distintos: un muchacho tímido, de lentes, criado por tías vestidas siempre de negro, en casas siempre glaciales, bajo cielos que a toda hora contenían una amenaza de lluvia, y un costeño que había crecido, vivido y pecado en el aire ardiente de las ciénagas y de las plantaciones de banano, a más de treinta grados a la sombra, oyendo el clamor de las chicharras en los duros mediodías, los grillos insomnes de la noche.

Aquel café, como todos los de entonces en Bogotá, es un antro sombrío, envenenado por olores rancios y el humo de cigarrillos, lleno de estudiantes y empleados que pasan horas sentados a la misma mesa.

Estoy con un amigo, Luis Villar Borda, estudiante de primer año de Derecho, cuando alguien lo saluda estrepitosamente desde lejos.

–Ajá, doctor Villar Borda, ¿cómo está usted?

Y en seguida, abriéndose paso entre las mesas atestadas, vibrando sobre el funerario enjambre de trajes y sombreros oscuros, nos sorprende el relámpago de un traje tropical, color crema, ancho de hombros y ajustado en las caderas, traje increíble que habría requerido un fondo de palmeras y quizás un par de maracas en las manos de quien lo lleva con tanto desenfado, un muchacho flaco, alegre, rápido como un pelotero de béisbol o un cantante de rumbas.

Sin pedirle permiso a nadie, el recién llegado toma asiento en nuestra mesa. Su aspecto es descuidado. Tiene una camisa de cuello mugriento, una tez palúdica, un bigote inspirado y lineal. El traje de cantante de rumbas parece flotarle sobre los huesos.

Costeño, pienso. Uno de los tantos estudiantes que vienen de la costa Caribe, cuya vida discurre en pensiones, cantinas y casas de empeño.

Villar me presenta.

Lanzando las palabras con un ímpetu vigoroso, como si fueran pelotas de béisbol, el tipo me sorprende con un inesperado:

–Ajá, doctor Mendoza, ¿cómo van esas prosas líricas?

Yo me siento enrojecer hasta la raíz del pelo. Las prosas líricas de que habla, escritas sigilosamente como se escriben los sonetos de amor del bachillerato, han sido publicadas con reprobable ligereza por mi padre en Sábado, un semanario de amplia circulación que él dirige. Inspiradas por temas tales como la melancolía de los atardeceres en la sabana de Bogotá, prefiero ahora creer que han pasado inadvertidas para todo el mundo.

Pero el costeño aquel parece haberlas leído.

No sé qué contestarle. Por fortuna, la atención del otro se ha desviado repentinamente hacia la camarera, una muchacha desgreñada y con los labios intensamente pintados de rojo, que acaba de aproximarse a la mesa preguntándole qué desea tomar.

El costeño la envuelve en una mirada húmeda, lenta y procaz, una mirada que va tomando nota del busto y las caderas.

–Tráeme un tinto –dice, sin quitarle los ojos de encima.

Luego, sorpresivamente bajando la voz hasta convertirla en un susurro cómplice, apremiante:

–¿Esta noche?

La muchacha, que está recogiendo botellas y vasos en nuestra mesa, hace un gesto de fastidio.

–¿Te aguardo esta noche? –insiste el otro, siempre con voz de susurro, a tiempo que su mano, al descuido, suave como una paloma, se posa en el trasero de ella.

–Suelte –protesta la mujer, esquivándolo malhumorada.

El recién llegado la ve alejarse con una mirada lánguida, salpicada de malos pensamientos, apreciando sus pantorrillas y el balanceo de las caderas. Inquietas cavilaciones le nublan la frente cuando se vuelve hacia nosotros.

–Debe de tener la regla –suspira al fin.

Mi amigo lo examina con agudas pupilas llenas de risa. Bogotano, la forma de ser de los costeños lo divierte sobremanera.

Yo, en cambio, empiezo a ver al tipo con una especie de horror. He oído decir que los costeños atrapan enfermedades venéreas como uno atrapa un resfrío y que en su tierra hacen el amor con las burras (y en caso de apuro, con las gallinas).

Por mi parte, soy un puritano de dieciséis años, con una libido profundamente sofocada que me hace propenso a amores tristes, sin esperanza, por mujeres tales como Íngrid Bergman, Vivien Leigh o Maureen OHara, que veo reír, temblar, besar a otros hombres en las pantallas del cine Metro, los domingos en la tarde. Jamás se me ha ocurrido poner mi mano en el trasero de una camarera.

Cuando el costeño desaparece tan inesperada, rápida y alegremente como ha venido, sin pagar su café, Villar me explica quién es.

El Espectador ha publicado un par de cuentos. Se llama García Márquez pero en la universidad le dicen Gabito. Todo un caso. Masoquista.

Yo no he oído bien.

–¿Comunista?

–No, hombre, masoquista.

–¿Qué es esa vaina?

–Masoquista, un hombre que se complace sufriendo.

–Pues a mí me pareció un tipo más bien alegrón.

–Es un masoquista típico. Un día aparece por la universidad diciendo que tiene sífilis. Otro día habla de una tuberculosis. Se emborracha, no presenta exámenes, amanece en los burdeles.

Villar se queda contemplando taciturno el humo del cigarrillo que acaba de encender. Su tono es el de un médico que da un diagnóstico severo, irremediable.

–Lástima, tiene talento. Pero es un caso absolutamente perdido.

Muchos años después, siendo amigo irrevocable del caso perdido, habría de conocer las circunstancias duras de su vida de estudiante y de su llegada a Bogotá.

Puedo imaginar al muchacho asustado que años antes de nuestro primer encuentro se bajó del tren, verde de frío y envuelto en lanas prudentes, llevando en la cabeza las impresiones de aquel primer y largo viaje suyo a la capital: el zumbido del viejo barco de rueda que lo trajo río arriba desde la costa; la fulgurante reverberación de las aguas del Magdalena extendiéndose hacia las tórridas riberas donde a veces se escuchan algarabías de micos; el tren que ha subido resoplando con fatiga por el flanco de una cordillera de brumas para depositarlo de pronto en el crepúsculo de una ciudad yerta, con tranvías llenos de hombres vestidos como para un funeral, con luces amarillas que van encendiéndose en las calles mientras en los viejos conventos coloniales suenan las campanas llamando a rosario.

Llevado por su tutor en un taxi, el caso perdido, niño aún, se echó a llorar. Nunca había visto nada tan lúgubre.

Puedo imaginar el pueblo aquel adonde fue conducido luego, Zipaquirá, y el liceo, una especie de convento, el olor sepulcral de los claustros, las campanas dando la hora en el aire lúgubre de las tierras altas; los domingos en que, incapaz de afrontar la tristeza del pueblo, tan distante de su mundo luminoso del Caribe, se quedaba solo en la biblioteca leyéndose novelas de Salgari o Julio Verne.

Puedo imaginar también sus tardes de domingo en Bogotá, años después, cuando, estudiante de Derecho y viviendo en una pensión de la antigua calle Florián, leía libro tras libro sentado en un tranvía que recorría la ciudad de sur a norte, luego de norte a sur.

Mientras el tranvía aquel avanzaba lento en la soleada tarde de domingo, por calles que las multitudes aglomeradas en el estadio de fútbol o en la plaza de toros habían dejado vacías, el caso perdido (me lo contaría muchas veces), con sus dieciocho años maltratados por ansiedades y frustraciones ardientes, tenía la impresión de ser el único en aquella ciudad sin mujer con quien acostarse, el único sin dinero para ir a l cine o a los toros, el único que no podía beberse una cerveza, el único sin amigos ni familia.

Para defenderse de aquel mundo de hombres sombríos del altiplano andino, de ‘cachacos‘ de modales almidonados, que lo miraban con risueño desdén, el caso perdido afirmaba su desenvoltura de costeño. Entraba en los cafés, saludaba con voz fuerte, se sentaba en una mesa sin pedirle permiso a nadie, y si podía, intentaba concertar una cita nocturna con la camarera.

Sin embargo, en el fondo, era un tímido; un solitario, que prefería Kafka a los tratados de Derecho y que escribía cuentos sigilosos en su cuarto de pensión, cuentos que hablaban de su pueblo bananero, de alcaravanes de madrugada y de trenes amarillos.

En suma, el costeño aquel con traje de cantante de rumbas y zapatos color guayaba era un hermano. Pero yo no podía adivinarlo entonces.

Volví a verlo años más tarde, fotografiado en un periódico colombiano con motivo de la aparición de La hojarasca, su primera novela.

Había abandonado, al parecer, los trajes tropicales. Ahora vestía de negro, de un negro férreo y modesto, usaba una corbata de nudo ancho y triangular, y al cruzar la pierna, como lo hacía en la foto, dejaba ver un par de calcetines breves.

Tenía la meritoria corrección de un empleado de banco, de un secretario de juzgado o del reportero que era entonces.

(Uno adivinaba en la foto la caspa, los dedos manchados de nicotina, el barato paquete de cigarrillos negros al lado de la máquina de escribir).

Su aspecto y el título del libro me hicieron pensar en un primer momento en uno de esos malos novelistas llegados de la costa Caribe, que escribían entonces libros llenos de multas, de botellas de ron, de malas palabras, con diálogos imposibles, tal era el colorido empeño que mostraban en transcribir las palabras como las pronunciaban los protagonistas.

La hojarasca me fue enviada por un amigo a París, donde yo estudiaba. «Naturalmente –decía él–, con las exageraciones propias del país, aquí están hablando de un Proust colombiano».

«No, no es un pichón de Proust –pensé después de leer el libro–. Es un pichón de Faulkner». (Especial para El Tiempo/GDA)

Gabo en Bogota, 1959. (Foto: Ediciones B)

La prensa británica

Los principales medios de comunicación británicos se sumaron hoy a los homenajes al escritor Gabriel García Márquez, fallecido este jueves en la ciudad de México.

El diario británico The Guardian afirmó que García Márquez «desató el auge mundial en literatura en español con su novela Cien Años de Soledad».

El diario publicó una semblanza del Premio Nobel de Literatura 1982 en la primera plana de su edición digital y lo definió como «portador del estandarte de las letras latinoamericanas, que estableció una ruta de negociación entre las guerrillas y el gobierno colombiano y construyó una amistad con Fidel Castro».

La BBC anunció que García Márquez murió a los 87 años de edad y lo calificó como el maestro del realismo mágico con su novela Cien años de soledad, que vendió 30 millones de ejemplares.

El diario The Telegraph también publicó una semblanza en que describió a García Márquez como «el escritor en lengua española más conocido desde Miguel de Cervantes en el siglo XVII», y su obra se compara con la del estadunidense del siglo XIX Mark Twain y la del inglés Charles Dickens. (Notimex)

Fernando del Paso

El escritor Fernando del Paso expresó su pesar por el fallecimiento del escritor Gabriel García Márquez. Dijo que fue un gran admirador de él y que su muerte «es una enorme pérdida para la literatura latinoamericana, en particular para el realismo mágico, que yo definiría mejor como magia realista».

El autor de Noticias del Imperio recordó que fue muy amigo de García Márquez en la época en que éste escribió en México Cien años de soledad.

Cristóbal Pera, editor

«Pues fue una experiencia única, como editor trabajar con Gabriel García Márquez. Desde las memorias con las que colaboré con él como editor desde España, antes de ir a México», así inicia la charla con Cristóbal Pera, quien fuera editor del Nobel de Literatura durante ocho años.

El directivo de Penguin Random House dijo en entrevista telefónica con El Universal que «simplemente el tener su amistad, el hablar de libros, de política, fue para mí una experiencia enriquecedora que no tiene precio».

Pera compartió cómo fue la dinámica de trabajo con el escritor colombiano. «En la distancia trabajamos con el manuscrito, él estaba en Los Ángeles, yo estaba en Barcelona,y fue una experiencia increíble.

«Después ya lo conocí y me fui a México y ahí tuve la oportunidad de trabajar con él ya desde hace 8 años. Y sobre todo contar con su afecto, el de su familia y conocerlo de cerca.

«Trabajamos en el libro Yo no vengo a decir un discurso, el libro de la recopilación de sus textos para ser leídos en público, y que fue una experiencia también increíble de nuevo», puntualizó.

La anécdota

Cristóbal Pera contó que García Márquez era «un hombre muy familiar, muy afectuoso. Cuando ya empecé a ir con regularidad a su casa, su asistente me dijo un día que me llamaba entre ellos «El Librero» . Decía ‘va a venir el librero, porque como hablábamos de libros me llamaba así, era una broma entre ellos».

El legado

«El legado es su obra, como de cualquier escritor grande. El mejor recuerdo que se puede tener de él es leer su obra increíble, que como un milagro llegó a todo el mudo y ha sido una de las pocas obras que ha trascendido el español; aunque después de Miguel de Cervantes yo creo que viene él», declaró Pera.

Agregó que «su obra ha trascendido al español a un lado de William Shakespeare, de Cervantes y ha dejado una obra que se lee en la China, en Israel, en la África, se lee en todo el mundo. Sobre todo ‘Cien años de soledad’, pero todo el resto de obras que son un portento de imaginación y de creación literaria». (Daniela Díaz)

Sergio Ramírez y Gioconda Belli

Los escritores nicaragüenses Sergio Ramírez y Gioconda Belli expresaron hoy un sentimiento de desolación por la muerte de Gabriel García Márquez, «el héroe más grande que ha tenido América Latina».

«La lengua española ya nunca fue la misma con ´Gabo´ y nunca volverá a serlo sin ´Gabo´. Mi sentimiento es de desolación», afirmó en las redes sociales el escritor Sergio Ramírez, quien fue vicepresidente en los años 80.

«El lugar de la Mancha de cuyo nombre Cervantes no quiso acordarse es Macondo. De Cervantes a ´Gabo´ se extiende el arco mágico de la lengua», añadió.

La poetisa Gioconda Belli se sumó a las muestras de tristeza, porque «nos quedamos sin vos en este inmenso Macondo».

«Se murió el héroe más grande que ha tenido América Latina, hizo más por nosotros que Bolívar, Martí, Sandino: nos unió en una identidad reconocible», preciso la novelista y poetisa.

«Ave Gabo! Triste nos quedamos sin vos en este inmenso Macondo», escribió en las redes sociales la autora de «Sofía de los presagios».

Barack Obama

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lamentó hoy el deceso del escritor colombiano Gabriel García Márquez y pronosticó que su legado vivirá para las próximas generaciones.

«Con la muerte de Gabriel García Márquez el mundo ha perdido a uno de sus más grande escritores visionarios y a uno de mis favoritos desde que era joven», señaló Obama en una breve declaración.

Obama dijo haber tenido el honor de conocer en México al laureado escritor de Cien Años de Soledad.

«Allí me presentó con una copia de su libro autografiado, una copia que atesoro hasta este día» , escribió.

El presidente Obama destacó que García Márquez no sólo era un orgulloso colombiano sino un representante de los pueblos de América Latina, además de ser un maestro del realismo mágico.

«Les ofrezco mis pensamientos a sus familiares y amigos, de quienes espero encuentren consuelo en el hecho de que el trabajo del «Gabo» vivirá para las próximas generaciones», finalizó. (Notimex)

Peña Nieto

El presidente Enrique Peña Nieto manifestó su pesar por el fallecimiento del escritor Gabriel García Márquez.

El mandatario definió al autor colombiano radicado en México como «uno de los más grandes escritores de nuestros tiempos».

Indicó que con su obra García Márquez hizo universal el realismo latinoamericano marcando la cultura de nuestros tiempos.

A través de su cuenta en la red social de Twitter, el presidente de la República indicó: «A nombre de México, expreso mi pesar por el fallecimiento de uno de los más grandes escritores de nuestros tiempos: Gabriel García Márquez».

En un segundo mensaje señaló que «con su obra, García Márquez hizo universal el realismo mágico latinoamericano, marcando la cultura de nuestro tiempo». (Francisco Reséndiz / El Universal)

Colombia

«Si no hubiera ido a México, Gabriel Gabriel García Márquez no habría adquirido la distancia necesaria para ver cómo los mitos, los terrores colombianos, todo ese proceso de la violencia y la conformación del país se concretaban. No hubiera concretado todos esos fantasmas y pesadillas que él, con una memoria privilegiada, mantuvo calientes durante 20 años para escribir un libro u otro. México le permitió la distancia y le permitió también, en el diálogo con Álvaro Mutis, recordar los episodios y volverlos a escribir», explicó ayer desde Colombia el escritor y poeta Juan Gustavo Cobo Borda.

En Colombia se gestó la obra de Gabriel García Márquez y en México ésta maduró.

Mario Rey, escritor y editor colombiano radicado en México, comentó: «García Márquez salió de Colombia porque trabajaba en El Espectador, se tuvo que ir a París y, por la dictatura, se quedó sin trabajo. Después lo contrató Prensa Latina, agencia de la Revolución Cubana, y se fue a Nueva York, pero se acentuó la crisis de Prensa Latina… mientras se comunica constantemente con Álvaro Mutis, que lo invita a venir a México en 1961».

«Gabo –relató Cobo Borda– cuando vio que no podía seguir trabajando con los cubanos de Prensa Latina en Nueva York, cogió el bus porque quería recorrer las tierras de William Faulkner, con sólo 100 dólares, que le mandó un amigo, atravesó Estados Unidos y cuando llegó a México lo esperaba Mutis; el siempre solidario y compañero sobre aquello de ‘hablar de la vaina’ que era Mutis. Creo que lo primero que hizo fue llevarlo a los estudios de los Hermanos Barbachano Ponce. Ya sabía de Carlos Fuentes porque había publicado un cuento suyo en la Revista Mexicana de Literatura».

El colombiano se vinculó con un grupo diverso donde estaban desde el cineasta Luis Buñuel, hasta el escritor Carlos Monsiváis. México fue también la puerta a la literatura de Juan Rulfo.

«Es Mutis quien le enseña Pedro Páramo. Es un momento clave en su formación como escritor. Reconocía que era una de las obras que más admiraba», dijo Mario Rey.

El cine mexicano

Numerosos artículos periodísticos de García Márquez, que datan de los años 50, se refieren al cine de México, a sus actores, guionistas, productores. El de México era un universo que el periodista había conocido en las mismas salas de cine colombianas. Un universo que era familiar en Colombia gracias también a la música popular. Ya los dos países llevaban tiempo de un intercambio del que Gabo sería el «epítome», como lo explicó el poeta colombiano Darío Jaramillo Agudelo.

En ese intercambio entre los dos países, Jaramillo recuerda por ejemplo la llegada a Colombia en el siglo XIX del pintor Francisco Santiago Gutiérrez, que fundaría la Academia de Bellas Artes de Colombia; la estancia en México de artistas como Rómulo Rozo, Omar Rayo, Rodrigo Arenas Betancourt, Fernando Botero; la estancia en Colombia de escritores como Carlos Pellicer, José Juan Tablada, Gilberto Owen… Y en este recorrido de ida y vuelta, también vinieron de Colombia a México los escritores Porfirio Barba Jacob –periodista y poeta–, Álvaro Mutis, Gabriel García Márquez y, más recientemente, Fernando Vallejo. «García Márquez es el epítome en todo, es el gran colombiano y es el gran mexicano. Llegó hace más de 50 años. Allá estaba su vida, allá crecieron sus hijos».

Una década después de que García Márquez escribiera esos artículos sobre cine, el cine lo acercó todavía más a este país, al propio Juan Rulfo, a Arturo Ripstein; a veces fue guionista e incluso llegó a tener una breve aparición.

Así lo contó Juan Gustavo Cobo Borda: «Hicieron una película experimental, participaron Rulfo, Buñuel, Monsiváis, una especie de conspiración de amigos. Buñuel hacía de cura y predicaba desde el púlpito; García Márquez estaba en la puerta del supuesto cine cobrando las entradas. [En ese grupo] encontró el espacio más propicio para muchos de sus intereses. Uno de ellos era el cine y otro era la posibilidad de que, incluso trabajando en publicidad, se podría encerrar después 18 meses, sólo recibir el whisky y el cariño de los amigos como Jomi Garcia Ascot y Álvaro Mutis, y embarcarse en la gran saga de Cien años de soledad».

«Esa época es clave en la construcción de Cien años de soledad. Contaba que iba de camino hacia Acapulco cuando se percató del tono en que quería contar su libro, entonces se regresó. Pasó en su casa 18 meses dedicados a escribir. El dinero que tenía se lo dio a Mercedes para que lo administrara», describió Mario Rey.

En aquellos primeros años también publicó con la Universidad Veracruzana Los funerales de la Mamá Grande y, como guionista con Carlos Fuentes, trabajó el texto de Juan Rulfo, El gallo de oro.

«Tuvo muchos inconvenientes por falta de dinero –dijo Rey–, pero también una convicción absoluta en lo que tenía que hacer. Eso hay que destacarlo en él: tuvo fe absoluta en su oficio, jamás trabajó en algo distinto a la escritura, como escritor y como periodista».

Para Rey, García Márquez «no sólo es uno de los grandes escritores de la lengua española y del mundo, sino un genio sólo comparable con Miguel de Cervantes; grandes en simbolismo de la obra, universalidad, lenguaje, trabajo. Lo critican por las fotos con presidentes y con la aristocracia colombiana, pero la gente no se da cuenta de que esa aristocracia se acerca a él por la dimensión que él tiene. Él representa el otro sector de Colombia, es un hombre de una familia de trabajadores, que se ha forjado y hecho toda su vida, y que ha llegado a tener dinero y poder a partir de su trabajo. Es algo muy importante porque en Colombia mucha gente no lo quiere por envidia. No lo quiere la aristocracia porque es de izquierda, y los de izquierda no lo quieren porque estaba cerca del poder pero lo hacía convencido de la necesidad de negociar, de lograr la paz».

En palabras de Darío Jaramillo: «García Márquez es el colombiano más importante que ha existido en todos los niveles. Lo que ha hecho no lo ha igualado nadie que haya existido. La suya es una grandeza llena de amor, no es la del jefe militar o jefe político. Nos sentíamos parientes de él, que él era parte de nosotros porque todo el que lo haya leído siente que tuvo muy buena compañía en la vida, que los momentos que tuvo con él fueron muy gratos. Es muy bueno para este país que el colombiano más importante de todos los tiempos sea un contador de cuentos».

Finalmente, Juan Gustavo Cobo Borda exalta el lugar de la poesía en García Márquez: «Fue un lector insaciable que, para poder escribir sus libros, asimiló a los Cronistas de Indias, todos los trabajos sobre los dictadores, todo lo referente a Simón Bolívar, y que luego lo volvió su pulso y su sangre en un estilo que es único porque es accesible a todos. Nos enseñó que si no está la aventura, la intriga, el amor, la cursilería, el infinito goce del bolero y todo eso, la gente deja el libro. Descubrió esa veta única de aquello que él decía: ‘todos queremos saber de dónde venimos, y quiénes son nuestros papás y nuestras mamás’. No se explica la trascendencia de Gabo si no es precisamente por la poesía; toda su prosa está sustentada en el Siglo de Oro español, en Pablo Neruda. Supo que toda la gente no sólo cuando es joven sino cuando es vieja, sólo recuerda los versos que le enseñaron en la casa o en la escuela, y por eso la figura central de El Otoño del Patriarca no es el dictador sino el poeta Rubén Darío». (Sonia Sierra / El Universal)

El escritor Álvaro Mutis, el pintor Fernando Botero y García Márquez, en una calle de Bogotá en 1959. (Foto: Ediciones B)

Jacobo Zabludovsky

El periodista mexicano Jacobo Zabludovsky fue una de las primeras personalidades que esta mañana acudió a la casa del Nobel colombiano Gabriel García Márquez, fallecido ayer en la Ciudad de México, para dar el pésame a la familia.

Antes de entrar a la casa, el periodista dijo algunas palabras a la prensa que desde la mañana hace guardia afuera de la casa marcada con el número 144, en la calle de Fuego, en la colonia Jardines del Pedregal.

«Es un sentimiento de ausencia de uno de los hombres a los que más debemos. Es uno de esos personajes que cuando mueren dejan mejor al mundo que cuando lo encontraron al nacer», declaró.

El periodista, que llegó directamente a este lugar proveniente de un vuelo de Estados Unidos, comentó que está muy triste por el fallecimiento de uno de sus amigos. «Es un privilegio que entre los amigos que tú tengas está la persona que más admiras y ese es mi caso con García Márquez. Era un hombre bueno, inteligente y muy culto. Para mí es el escritor más importante en el mundo hasta el momento en que muere», dijo.

El también colaborador de El Universal señaló que tiene muchas anécdotas que contar de su relación con el autor de Cien años de soledad, pero por ahora, prefirió no abundar en eso y apurarse a entrar a la casa.

Al lugar también llegó el escritor y fotógrafo colombiano Guillermo Angulo, aunque no quiso dar declaraciones. (Abida Ventura)

Carmen Balcells

La agente literaria Carmen Balcells afirmó hoy que cree que con la muerte en el día de Jueves Santo del escritor colombiano Gabriel García Márquez «nace una nueva religión: El Gabismo».

La agente literaria más famosa del mundo latino, que tiene en su cartera los derechos de autor de escritores de la talla de García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar o Pablo Neruda, declaró que cuando apareció Gabo en los años 60 pensó que «su presencia podía ser una revolución».

Balcells, de 83 años, subrayó que será una ferviente seguidora de la nueva religión que ella misma bautizó con el nombre de «Gabismo».

«A ver si la vida me alcanza para adorarlo y disfrutar de los primeros milagros. Seguro que hará cosas extraordinarias. Yo prometo avisarles si la primera cosa que le he pedido esta madrugada me la concede. Si hay fe, sale», recalcó la agente literaria, que no desveló la petición.

En algunas entrevistas recientes, Balcells explicaba que en su despacho de Barcelona tiene una inscripción escrita de puño y letra por Gabriel García Márquez en la que el Nobel colombiano declara que algún día él querría montar una agencia literaria… si tuviera un autor como él. (EFE)

Los reyes de España

Los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, y los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, expresaron hoy sus condolencias por la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez, con un mensaje a su viuda Mercedes Barcha.

Fuentes oficiales informaron que los miembros de la casa real enviaron un telegrama en el que expresaron su dolor y pesar por el fallecimiento del Premio Nobel de Literatura 1982, ocurrido el jueves en su casa de la ciudad de México a los 87 años de edad. (Notimex)

La Cepal

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) expresó hoy su pesar por el fallecimiento del escritor colombiano y Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, ocurrido el jueves en la ciudad de México, donde residía.

En una carta dirigida a Mercedes Barcha Pardo, Rodrigo García Barcha y Gonzalo García Barcha, viuda e hijos del escritor, la secretaria ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena, expresó el sentimiento de pesar de todos quienes laboran en ese organismo por el deceso del también periodista.

«Reciban nuestro cariño y solidaridad, sentimos propia la pérdida que los embarga, propia también la certeza que lo que hoy somos los latinoamericanos, lo que mañana seremos, tiene en Gabo, en su obra y en su vida, uno de sus cimientos germinales» , subrayó.

«Es con profundo dolor que nos ha alcanzado la triste noticia del fallecimiento de vuestro esposo y padre, Gabriel García Márquez, patrimonio colectivo de la identidad de un continente que encontró en sus letras el reflejo de un espejo que retrató nuestros colores, nuestros tonos, nuestras luces y sombras» , enfatizó.

Bárcena destacó que García Márquez «no sólo le dio en el mundo voz propia a la narrativa latinoamericana» .
Sino que «su paternidad fecunda está patente en el esfuerzo por formar a los que a través de la imagen en movimiento también querían contar nuestras historias, desde la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños» , Cuba.

«También está su semilla fértil en el alumbramiento de generaciones de nuevos cronistas y reporteros al amparo de la Fundación Gabriel García Márquez para el nuevo Periodismo Iberoamericano» , afirmó Bárcena, tras destacar «su preocupación por el devenir político y social de nuestro continente».

La secretaria ejecutiva de la Cepal indicó que esa preocupación «develó siempre la sensibilidad comprometida de un hombre de convicciones igualitarias y justicieras, rebelde ante la iniquidad y el abuso». (Notimex)

La Unesco

La directora general de la Unesco, Irina Bokova, rindió hoy homenaje al fallecido escritor Gabriel García Márquez y dijo que es muerte es «una grandísima pérdida para la cultura universal».

En un comunicado, la responsable de la Agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) calificó a «Gabo» de «uno de los escritores más importantes del siglo XX».

«Cualquiera que haya leído Cien años de soledad guardará para siempre ese sentimiento de gran impacto artístico y humanista», aseguró Bokova, quien señaló que el colombiano lega «una obra inmensa en forma de canto de amor a la realidad desmesurada de América Latina y el Caribe».

Para la directora general de la Unesco, el colombiano encarnó, junto a Borges y Neruda «el poder de la literatura para explorar la realidad, sus fantasmas y mitos».

«La Unesco se une a todos los amantes de la literatura, en su ciudad natal de Aracataca, en Colombia y en todo el mundo, que lloran hoy su desaparición», agregó.

Bokova rindió homenaje «a la memoria de este grandísimo escritor y periodista, militante apasionado de los derechos humanos y de la libertad de información como fuerza impulsora de la emancipación y la democracia». (EFE)

El presidente español

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, expresó hoy su afecto y admiración por Gabriel García Márquez, «el escritor imprescindible más universal de la literatura en español de la segunda mitad del siglo XX».

El mandatario español envió este viernes un telegrama al embajador de Colombia en España, Fernando Carrillo, por el fallecimiento del Premio Nobel de Literatura 1982, por lo que extendió su pésame a la familia del escritor y al pueblo de Colombia.

«García Márquez es el creador de todo un mundo y de una geografía literaria donde la fantasía y el mito, lo verdadero e irreal, se mezclan con la vida cotidiana para atrapar al lector en un espacio de reflexión, imaginación e inquietud», aseveró Rajoy en su telegrama.

Expuso que la obra de «Gabo», «espejo del alma latinoamericana y de lo hispano, ha dado lugar, por el contrario, a un lenguaje universal que ha influido en varias generaciones de escritores de todas las lenguas y en literaturas lejanas».

«García Márquez ha contribuido decisivamente a situar a América Latina y a la literatura en español en la vanguardia internacional de las letras y de la cultura, inspirando una herencia y valores comunes, integradores y diversos a la vez, a ambos lados del Atlántico que colombianos y españoles compartimos con orgullo», agregó. (Notimex)

La prensa árabe

La prensa árabe recogió hoy la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez, fallecido el jueves en México, destacando su relevancia internacional y su gran contribución a las letras españolas.

«Mago del cuento» y «padre del realismo mágico», son los términos usados por algunos diarios de Oriente Medio para describir al premio nobel de literatura.

El periódico internacional árabe Al Hayat publica en portada en su versión digital la noticia del fallecimiento del «novelista de América Latina y su mago».

Al Hayat explica que García Márquez fue «uno de los escritores más respetados e influyentes de su generación».

Otro de los rotativos de prestigio de la región, Al Sharq al Ausat, hace hincapié en que el colombiano «no sólo ha dejado su huella en la literatura hispánica sino también en la mundial».

Por su parte, el diario estatal egipcio Al Ahram, el de mayor tirada, y el independiente Al Masry al Yum recuerdan que es «uno de los principales exponentes de la escuela del realismo mágico».

El segundo rotativo egipcio, que acompaña su noticia con una fotografía de Gabo despidiéndose, destaca que la obra Cien años de soledad es la más representativa de esta corriente literaria.

Toda la prensa libanesa también se hace eco del fallecimiento del afamado novelista. El diario en lengua francesa L’Orient-le Jour afirma por ejemplo en portada que «los gigantes nunca mueren».

Otros medios titulan con «Partida de Márquez: mago del cuento» (As Safir) o con un escueto «Adiós Gabo» (Al Akbar).

García Márquez falleció ayer a los 87 años en su residencia de la capital mexicana, donde vivió durante los últimos años.(EFE)

La prensa europea

Los diarios europeos despiden hoy al escritor colombiano Gabriel García Márquez, «el maestro del realismo mágico» y el «catalizador del boom de la novela latinoamericana» y destacan, al recordar su trayectoria, su obra «Cien años de soledad».

Gabriel García Márquez falleció ayer a los 87 años en su residencia de la capital mexicana, donde vivió durante los últimos años.

En el Reino Unido, el periódico The Guardian apunta hoy que el premio nobel ayudó con Cien años de soledad «a impulsar el ‘boom’ de la literatura latinoamericana», y The Daily Telegraph recuerda al escritor como uno de los mejores del siglo XX y como un «exponente claro de la ‘Escuela del realismo mágico’ de América Latina».

El canal público BBC apuntó hoy que «con sus libros, revivió el encanto de Latinoamérica a las mentes de millones de personas».

En Francia, el diario Libération titula «García Márquez, soledad eterna» y le dedica una de sus portadas monográficas, mientras Le Figaro, en su suplemento literario, le considera «el patriarca», padre del realismo mágico.

«Muere un gigante de la literatura», indica Le Parisien, que señala que el colombiano «lleva en sus obras todo el alma de América Latina», y en su página web, el vespertino Le Monde informa de la muerte de «uno de los principales escritores del siglo XX».

En Alemania, el Frankfurter Allgemeine Zeitung, en su edición digital, afirma: «Es verdad que gracias al idioma español buena parte del mundo era su público. Pero el que Gabriel García Márquez fuera el escritor más conocido de nuestra época se debe ante todo a su fuerza narrativa y a su fantasía».

El «Süddeutsche Zeitung» de Múnich destaca que la obra de García Márquez marcó la imagen de Sudamérica que tuvieron muchas generaciones.

En Italia, el diario La Repubblica dedica tres páginas que hacen un repaso de su vida y sus obras, y en las que el también escritor colombiano Santiago Gamboa, colaborador ocasional de este medio, escribe una rotunda afirmación: «Cien años de soledad es sin duda la obra literaria más importante en español después de El Quijote».

Il Corriere della Sera destaca la «obstinada fidelidad» del colombiano al líder cubano Fidel Castro, lo que le valió el veto al ingreso en Estados Unidos hasta que el expresidente estadounidense Bill Clinton, quien le llegó a considerar su «héroe literario», levantase esta prohibición en 1994.

El rotativo La Stampa abre con la fórmula «Cien años de soledad sin Márquez» y la ilustra con una fotografía del escritor colombiano leyendo su último ensayo, «Yo no vengo a dar un discurso», publicado en 2010.

El diario belga Le Soir afirma que «su obra va más allá de las letras suramericanas, de las que es uno de sus principales representantes», mientras La Libre Bélgique afirma: «Gabriel García Márquez, una inmensa pluma que ha partido».

El diario económico L’Echo señala que García Márquez «encarnó el alma del realismo mágico, una corriente literaria testigo de un continente agitado», y el diario flamenco De Standaard destaca que la inspiración del maestro colombiano llegó en buena parte del pasado familiar.

En Suiza, el rotativo Le Temps, afirma en su edición digital que «es uno de los escritores que han marcado la segunda mitad del siglo XX», mientras Le Matin, dice que «está considerado como uno de los grandes escritores de la historia de la literatura en lengua española

Los rotativos La Tribune de Genève y Le Matin destacaron que, para marcar la importancia de Gabo, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha decretado tres días de duelo nacional.

En Grecia, el diario «Ta Nea» titula «Mil años de soledad y tristeza», y «Murió el patriarca del realismo mágico», encabeza a su vez el portal informativo In.gr.

En Albania, el diario Shekulli escribe en la portada: «Se ha extinguido a edad de 87 años el genio de las letras, Gabriel García Márquez», mientras que el diario Mapo también lamenta la muerte del «gigante mundial de las letras en lengua española». (EFE)

China

El Gobierno chino destacó hoy la «grandeza» del legado que deja Gabriel García Márquez y transmitió su pésame a la familia del premio Nobel de la Literatura colombiano.

Así lo aseguró hoy la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, en una rueda de prensa en Pekín, en la que también dijo que el Gobierno de la potencia asiática «tiene constancia de sus obras y del gran tesoro que ha dejado a la humanidad, y que tiene con gran seguimiento en China».

«Lamentamos su muerte y enviamos nuestras condolencias a todos los miembros de su familia», agregó la portavoz.

La obra de García Márquez cuenta con un gran seguimiento en el país asiático, y prueba de ello es que Cien Años de Soledad, traducido al mandarín, superó el millón de ejemplares vendidos en 2011, apenas meses después de estar disponible en las librerías chinas.

Numerosas personalidades del mundo de las letras de la segunda economía mundial transmitieron hoy su pesar por la defunción del escritor, quien inspiró especialmente al también Nobel de la Literatura chino Mo Yan, como él mismo reconoció al recoger el galardón en 2012. (EFE)

La prensa estadounidense

Gabriel García Márquez introdujo al mundo en las poderosas corrientes del realismo mágico creando un estilo literario que mezcló realidad, mito, amor y pérdidas, afirmó hoy el diario The Washington Post en un artículo sobre la muerte del escritor colombiano.

«Conocido cariñosamente en toda América Latina como Gabo, García Márquez fue periodista, novelista, guionista, dramaturgo, memorialista y un estudioso de la historia política y la literatura modernista», añadió el artículo.

Por la «fuerza de su obra se convirtió en un ícono cultural que atrajo un vasto público y que a veces atrajo críticas por su indeclinable apoyo para el caudillo cubano Fidel Castro» , según el Post.

En relación con la muerte de García Márquez, el diario conservador The Washington Times se limitó a publicar una reseña de reacciones mundiales preparada por agencias de noticias, el mismo material que usaron las mayores cadenas de televisión como ABC y CBS.

El diario The Wall Street Journal, en un artículo de su corresponsal en Bogotá, Juan Forero, recordó que la obra más famosa de García Márquez, Cien años de soledad se tradujo a decenas de idiomas y vendió treinta millones de ejemplares.

«El libro se considera el ejemplo en literatura del realismo mágico y generó incontables imitaciones además de inspirar a una generación de escritores en América Latina y más allá» , apuntó el diario.

El diario The Angeles Times señaló que «el autor de siete novelas y numerosos relatos breves y ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982 llenó sus páginas con las vidas de soñadores, mujeriegos, anarquistas, ladrones y profetas, hombres y mujeres guiados por sus apetitos y a menudo aislados por sus tonterías» .

«Por muy fantásticas que fueran sus ficciones los personajes jamás estuvieron demasiado lejos de la realidad», añadió. (EFE)



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