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El director de la recién estrenada película Maps to the stars, reflexiona sobre Hollywood,la fama y el cine de superhéroes. (Foto: Chris Young )
C iudad Juárez, Chihuahua. 7 de marzo de 2015. (RanchoNEWS).- David Cronenberg (Toronto, 1943) se define como un hombre de paz. «Va en mis genes. Soy canadiense», dice y sonríe. Sabe que miente. Su última película es, diga lo que diga, cualquier cosa menos pacífica. Maps to the stars, recién estrenada, es el retrato perfecto de un Hollywood a medio camino entre la desesperación y el miedo. Voraz, impenitente y, llegado el caso, hasta cruel. «Un conocido ejecutivo de Hollywood me llamó para decirme que le había aterrorizado. 'He tenido pesadillas toda la noche. Es más, al día siguiente de verla fui a una fiesta y lo único que podía ver era tu película', me confesó. Es la mejor crítica». Una entrevista de Luis Martínez para El Mundo:
Se diría que su película es una venganza...
No estoy obsesionado con Hollywood en absoluto. No tengo ninguna antipatía u hostilidad por él. Tampoco estoy especialmente interesado en hacer películas sobre películas. El juego de Hollywood, Mulholland drive o Sunset boulevard. Por supuesto que las he visto, pero no fue ése el motivo... Lo que me impulsó fue el guión de Bruce Wagner.
Pese a ello, no me negara que el tono es el de un hombre enfadado.
Es la voz de Bruce la enfadada. Lo único que me mueve es la curiosidad por la condición humana. Nunca utilizo mi trabajo para vengarme de nadie. Ni siquiera de mi padre. Es sólo curiosidad. La condición humana es como un diamante con muchas caras y cada película es una forma de enfocar cada lado, pero siempre es el mismo diamante.
¿Es el Hollywood de ahora diferente del de hace, por ejemplo, diez años cuando empezó a planear la película?
Hollywood es siempre el mismo. La única diferencia es que ahora hay más películas de superhéroes, pero el mecanismo se mantiene intacto. Hollywood se mueve por ciclos. La última época interesante fueron los 60, cuando el movimiento hippy y películas como Easy rider hicieron que se tambalearan las estructuras de la industria. Lo que vino después, sin duda, fue el último período interesante que ha vivido; la última edad de oro a la altura de lo que pasó en los 40. Quién sabe si no pasará dentro de poco lo mismo y toda esta factoría de películas de superhéroes acabe por implosionar. Pero, todo, incluso los períodos de bonanza, obedece al único principio de hacer dinero. Eso se mantiene igual a través del tiempo.
¿Qué hubo de verdad en su crítica al cine de superhéroes que hace, por ejemplo, Christopher Nolan?
No, no, se malinterpretó. Un periodista me preguntó mi opinión sobre el nuevo arte del cine representado por las películas de superhérores. Yo me limité a contestar que no entendía la pregunta. Ni siquiera sé lo que es el arte del cine. Y, dicho esto, algunos dedujeron que estaba atacando a Christopher Nolan. Es ridículo. Sí que creo que las película de superhéroes son únicamente para adolescentes y, por ello, están muy limitadas.
¿Cuál, según usted, es la esencia de Hollywood?
La existencia en Hollywood se limita a ser visto. Es muy común ver cómo los representantes pasean al lado de las estrellas en la alfombra roja. Dejar de ser visto es dejar de existir. En Hollywood puedes morir antes de morir en el momento en el que te conviertes en irrelevante. Es brutal. Muchos son zombis, muertos en vida. Julianne Moore, por ejemplo, es una excepción. Es bella y sexy a los 54, pero eso no ocurre normalmente. Nada hay más temible en la industria del cine que envejecer. Por eso, esa obsesión por la cirujía. Y hoy más. Por culpa de internet, donde se ve todo, no hay forma de disimular el más mínimo defecto.
Pero eso no es muy distinto de lo que pasa ahora en todos los órdenes de la vida...
Sí y por eso me interesa el asunto. Andy Warhol dijo que en el futuro todo el mundo tendría derecho a 15 minutos de fama. En la actualidad todo el mundo es famoso todo el rato. La obsesión por la fama nos define. En Twitter o Instagram tú eres una estrella, tu propia estrella. La esencia del selfie es esa: tú eres tu propio paparazzo. La gente, del mismo modo, se siente en Facebook con la fuerza suficiente para tener opinión de todo. Nunca antes había pasado algo parecido.
Se podría leer como una forma de reparto democrático de la fama...
El problema es que hay mucha gente que no sabe usar ese supuesto poder y lo utiliza de forma muy cruel, con el único objetivo de hacer daño. Por eso hay tantos insultos en internet. Hay una auténtica desesperación ante el miedo de la no existencia.
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