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El cantante y batería. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de enero de 2016. (RanchoNEWS).- Digamos que Collins ha vuelto al ruedo después de «unos años difíciles». Lo hace apoyado en un báculo porque hace poco se rompió un pie, y arrastra también problemas en la espalda y en los brazos que le impiden tocar la batería. Pero todo se andará. Incluida la posibilidad de nuevos temas y de una colaboración aplazada con Adele. De momento, aquí están las nuevas ediciones de sus ocho álbumes de estudio. Carlos Fresneda lo entrevista en Londres para El Mundo.
Take a look at me now... ¿Qué siente a estas alturas cuando se echa un vistazo a sí mismo?
Una cara de haber vivido a tope [risas]... Supongo que uno debe decir algo profundo ante una cuestión así, pero no tengo una sensación especial. Hemos jugado a rehacer las portadas con mi nuevo rostro, para reflejar el paso del tiempo, empezando por Face Value y Both Sides (Warner), que tienen ya más de 30 años. La gente puede juzgar por sí misma. Me veo como un hombre más sabio. Dejémoslo así.
¿Estamos ante un ejercicio de nostalgia o ante algo más?
No me siento nostálgico, en absoluto. Tampoco espero romper récords porque, al fin y al cabo, son mis viejos temas, con versiones inéditas y algunas sorpresas. Pero es interesante ver lo que pasa. La respuesta hasta ahora ha sido fantástica. Digamos que estoy poniéndome a prueba. Hace dos años habría dicho: no pienso volver. Ahora me lo estoy pensando.
En 2011 anunció oficialmente su retirada ¿Qué pasó entonces y qué está pasando ahora?
He pasado unos años difíciles. Dejé de trabajar para estar cerca de mis hijos, Nick y Matt. Después de pasarme la vida de aquí para allá, decidí frenar en seco. Pero las cosas se fueron complicando. Me divorcié de mi tercera esposa, Orianne, se marcharon todos a Miami y eso dejó un profundo vacío. Yo seguía viviendo en Suiza, y las distancias se me hacían insalvables... Ahora se ha vuelto a cerrar el círculo: Orianne y yo hemos vuelto. Estamos otra vez todos juntos en Miami. Vuelvo a ser un padre feliz.
¿Dejó la bebida?
Llevo tres años sobrio... No me convertí en un alcohólico, pero confieso que bebí mucho. Empecé con la típica copa ante el televisor y acabé con una complicación que casi me cuesta la vida [pancreatitis]. He visto la muerte de cerca... Todo aquello me pasó factura y me acabó afectado físicamente. La herida en la mano, luego el brazo y la espalda...
¿Duele mucho no poder tocar la batería?
Sigo diciendo que no puedo tocar, pero la verdad es que debería intentarlo. Sé que nunca podré tocar como solía, pero voy a volver a practicar en casa. Mi hijo Nick tiene 14 años y tiene su propia banda. Es curioso, porque yo quiero cuidar de mis hijos y ellos quieren verme en acción y sentirse orgullosos de su padre.
Hay músicos, como David Bowie, que sienten una explosión de creatividad a los 60 ¿Podría ser su caso?
Podría ser, pero voy poco a poco. De momento he creado las condiciones para poder sentarme todos los días un buen rato al piano. Veamos a ver qué sale...
¿Le afectó la muerte de Bowie?
Ha sido una pérdida trágica. Nos deja un legado enorme. Es una cosa muy sombría cuando muere alguien de tu generación. Te hace cuestionar tu propia mortalidad. No solo Bowie, también Glenn Frey. Sentí el mismo temblor hace tiempo cuando murieron Keith Moon [The Who] y John Bonham [Led Zeppelin].
¿Los 80 fueron acaso la última gran década del rock?
Yo creo que ha habido buena música en todas las décadas. En los 80 estábamos Genesis, Police, Dire Straits... No fue una mala época, no. Aunque mi década favorita fue la de los 60: aquello sí que fue una borrachera musical de la que bebimos todos.
¿Es cierto que le llamó Adele en el 2013 para colaborar y que no había escuchado sus discos?
Entonces era cuando bebía más de la cuenta... Ahora he recuperado el tiempo perdido. Me parece una cantante espléndida. Y le agradezco que me llamara. Quizás podríamos colaborar en el futuro.
¿Habrá reunión al completo de Genesis?
¿Con Peter Gabriel? No lo acabo de ver. Yo no puedo tocar bien la batería, aunque podría ponerme en segundo plano y dejarle cantar. La gente nos lo sigue preguntando, pero yo no lo veo.
Pero su relación con Peter Gabriel es modélica, si la comparamos con la de Mick Jagger y Keith Richards...
Nos llevamos estupendamente, es cierto. Hasta el punto que me llamó para su tercer álbum en solitario porque no tenía banda y necesitaba un batería. De esto se ha escrito poco, pero fue así. Somos grandes amigos. Me encanta lo que hace.
Algunos le acusan de haberse apropiado de Genesis con el tiempo.
Yo fui el último en llegar, leyendo un anuncio en el Melody Maker, cuando la banda llevaba ya más de dos años rodando. Y el alma de Genesis han sido siempre Tony [Banks] y Mike [Rutherford]. Cuando yo quería sentirme más libre inicié mi carrera en solitario. Durante un tiempo, mis dos carreras fueron en paralelo. Creo que todos salimos ganando.
Se cumplen, por cierto, 35 años de In the air tonight. ¿Sigue siendo el mejor drum break de la historia del rock?
Eso dicen algunos... Uno se va haciendo viejo, pero es cierto que ese tema no envejece. Tiene vida propia y una fuerza que tal vez se deba al momento de rabia en el que fue escrito [tras el divorcio de su primera mujer, Andrea]. No solo sale en los anuncios de coches. He descubierto que se lo ponen a los jugadores de fútbol americano para motivarles antes de salir al campo.
¡Fuego! Tres canciones que salvaría de una quema...
Mejor algunas de las menos conocidas. Me quedo con We are sons of our fathers, If leaving me is easy y Can't turn back the years.
Si pudiera dar marcha al tiempo, ¿qué cambiaría?
Algunas cosas. Entre ellas, haber trabajado más codo a codo con Eric Clapton. Habríamos podido hacer grandes cosas juntos.
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