La exposición Julio Galán: 10 años, montada en el Centro de las Artes, nave 2 del Parque Fundidora en Monterrey, se integra en su mayoría con obras consideradas los grandes hits del pintor, aunque también presenta piezas inéditas y otras que se han exhibido poco. (Foto: Cortesía del Conarte)
C iudad Juárez, Chihuahua. 4 de agosto de 2016. (RanchoNEWS).- Hace 10 años falleció uno de los más perversos ángeles caídos en el mundo de los hombres, un dulcísimo demonio, encarnado en pintor, cuya magia sigue devorando almas: Julio Galán murió el 4 de agosto de 2006. Mónica Mateos-Vega reporta para La Jornada.
Viajaba en avión de Zacatecas hacia Monterrey cuando sufrió un derrame cerebral. Tenía 47 años, una obra espectacular codiciada por coleccionistas, principalmente extranjeros, y una vida rodeada por retorcidos mitos que él mismo se encargó de forjar.
Nació el 5 de diciembre de 1959 en Múzquiz, Coahuila, donde se pretende convertir en museo la casa de su abuelo; ahí pasó su infancia.
Sin embargo, fue en la capital de Nuevo León donde ocurrieron sus más brillantes andanzas en el arte y sus cuitas personales.
Para rendir un homenaje al artista, el Consejo para la Cultura y las Artes de ese estado (Conarte) presenta estos días una magna exposición en el Centro de las Artes, nave 2 del Parque Fundidora, en Monterrey.
La muestra se integra, en su mayoría, con obras consideradas los «grandes hits» de Galán, aunque también presenta algunas piezas inéditas y otras que se han exhibido poco.
Ahí, junto a los muñecos Aurelia y Morelio, este último era su predilecto, impecablemente vestido a la usanza porfiriana, se puede apreciar el emblemático cuadro Sácate una muela, con el que obtuvo el primer premio de adquisición que otorgó el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco) en 1995 y con el que se catapultó a la fama.
También se exhibe una foto de Julio del artista estadunidense Andy Warhol, quien fue uno de sus mejores amigos durante la estancia del mexicano en Nueva York.
Son 40 las piezas que se agrupan en tres ejes curatoriales: el primero es Autorreferencial, que destaca la tendencia de Julio Galán a retratarse a sí mismo; el segundo es Mexicanidad, con obras en las que plasma elementos de la identidad nacional, y el tercero Humor, donde predomina la acidez.
Este 4 de agosto a las 20 horas, en el lugar donde se presenta la exposición, Guillermo Sepúlveda, el galerista regio que descubrió al artista, ofrecerá la charla Julio por siempre: vida y obra de Julio Galán, en la cual compartirá varias anécdotas.
En 1981 Galán ganó el premio de adquisición del Salón Anual de la Plástica y expuso en el Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México.
Ocho años más tarde participó en la exposición colectiva Magiciens de la terre, del Centro Georges Pompidou, en París, en la que compartió créditos con Louise Bourgeois, Daniel Buren, José Bedia y Marina Abramovic.
También participó en 1983 en la Bienal de La Habana, Cuba, y en 1987 en la Feria de Arte Basel de Basilea, Suiza.
Sagrado vs profano
El periodista Carlos Monsiváis, admirador de Julio, escribió que la pintura de Galán «sorprende por su audacia (sinónimo de novedad, desconcierto de los espectadores, búsqueda de claves de interpretación), y con rapidez, el estupor deviene adicción».
El escritor Sergio Pitol, en el catálogo de la retrospectiva de Galán que se expuso en el Marco de Monterrey y en el Museo de Arte Moderno en la Ciudad de México, en 1994, apuntó: «Desde los cuadros que recrean los sueños de la infancia hasta los que recogen los encarnizados juegos del presente, su mundo se sostiene y se afirma en una sensualidad que se muestra de manera directa o bien se guarda tras elaboradas metáforas, y donde la ironía se encarga a menudo de mantener las emociones a su debida distancia. En ese recorrido otra lucha de opuestos se desliza como trama paralela, la que enfrenta lo sagrado con lo profano».
Las obras que incluye Conarte en la muestra Julio Galán: 10 años «son una apretada síntesis de ese universo de Julio Galán. La exposición está pensada para presentarlo a las nuevas generaciones», dijo Jorge García Murillo, director del Centro de las Artes regiomontano.
La muestra, con entrada libre, concluirá el 28 de agosto y por el momento no se ha decidido si se llevará a un museo de Nueva York, que la ha solicitado, o a un recinto de la Ciudad de México.
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