C iudad Juárez, Chihuahua. 31 de agosto de 2016. (RanchoNEWS).- El fotógrafo francés Marc Riboud, conocido mundialmente por imágenes como la de la chica con una flor delante de unos fusiles en Washington o la del pintor de la torre Eiffel, ha fallecido este martes a los 93 años, escribe Lara Gómez Ruiz desde Barcelona para La Vanguardia.
En la página web del artista aparece la información sobre su fallecimiento debajo de una imagen del fotógrafo con una cámara de fotos y una frase: «Ver es el paraíso del alma».
Nacido en Lyon en el seno de una familia burguesa en 1923, Riboud tomó sus primeras fotografías en la Exposición Universal de París de 1937 con una cámara Vest-Pocket , un regalo de su padre al cumplir los 14 años.
De joven participó en las luchas de la resistencia francesa contra la ocupación del país por la Alemania nazi, en 1944, y al año siguiente inició estudios de ingeniería en Lyon, aunque a comienzos de los años 1950 dejó esa profesión para consagrarse a la fotografía.
Fue entonces cuando entró en la agencia Magnum –de la que llegó a ser presidente– de la mano de Henri Cartier-Bresson y de Robert Capa, que en su primera misión lo envió a Londres.
Dos iconos mundiales
Alain Genestar, director de la revista Polka Magazine, de la que Riboud fue uno de sus padrinos, lo calificó de «fotógrafo paseante» y explicó en la emisora France Info que la fotografía del pintor de la torre Eiffel de 1953, que lo hizo conocido internacionalmente, la consiguió pese a que ese día sólo se llevó un carrete de una docena de fotos.
El otro gran icono de su obra lo hizo en 1967 en Washington, en una manifestación contra la guerra de Vietnam, al captar a una joven que con una flor delante de la cara se plantó frente a los fusiles con bayonetas de la fuerza pública.
Eterno viajero
Su entorno aseguraba que no podía estarse quieto. Era un nómada por naturaleza. Pasó largas temporadas en Asia: fue por carretera a la India en 1955, pasando por Oriente Medio y Afganistán, y de ahí saltó a China dos años después.
Tras una estancia de tres meses en la Unión Soviética en 1960, cubrió en los años siguientes las independencias de Argelia y de muchos países del África negra, y a finales de ese año fue uno de los pocos fotógrafos occidentales que consiguieron entrar en el norte de Vietnam en pleno conflicto.
Desde los años 1980, se han organizado exposiciones de su obra en ciudades como París, Londres, Nueva York, Pekín, Hong Kong o Bilbao.
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