Para la dueña de la galería ubicada en San Miguel Chapultepec, Smarth fue el primer fotógrafo en México considerado artista. La imagen corresponde a uno de sus trabajos incluidos en la muestra. (Foto: Cortesía de Patricia Conde Galería)
C iudad Juárez, Chihuahua. 8 de agosto de 2016. (RanchoNEWS).- Un gran misterio rodea al fotógrafo Librado García, conocido como Smarth, activo en las primeras décadas del siglo XX, en la Ciudad de México y Guadalajara, que él mismo ayudó a generar, pues decía haber nacido en una cueva entre Jalisco y Sinaloa. Luego, su obra cayó en el olvido. Una nota de Merry MacMasters para La Jornada.
Sin embargo, lo que sí se sabe es que Smarth transitó entre el pictorialismo y el modernismo, con una obra refinada e inteligente. Tuvo una primera y única exposición aquí en vida, en 1921, en Madero 36, Centro Histórico.
Ahora Patricia Conde Galería auspicia la exposición Smarth: obras maestras, la fotografía de Librado García, la cual reúne 20 imágenes de época provenientes de colecciones particulares, con curaduría de David Torres.
De Chucho Reyes a Monsiváis
Conde y Torres, en entrevista con La Jornada, recuerdan que en la muestra Te pareces tanto a mí, montada en 2008 en el Museo del Estanquillo/Colecciones Carlos Monsiváis, se incluyeron fotos de la autoría de Smarth, aunque en calidad de anónimas.
Se trata de tres desnudos del artista Chucho Reyes (1880-1977). Según Torres, el conjunto apareció «al dispersarse los bienes de Reyes; una parte se quedó con Monsiváis, mientras otra la compró un galerista brasileño que vive en París. Éste aprovechó la exposición en México para sacarla a subasta en Europa. Una obra que él tenía de la serie sobre Reyes estaba firmada, entonces, se pudo identificar como de Smarth».
Los investigadores que más han estudiado a Librado García son Carlos Córdova y José Antonio Rodríguez, apunta Torres. Sin embargo, su vida sigue siendo una incógnita. Se conocen unas 100 fotografías suyas, aunque se saben de más porque aparecieron publicadas en la prensa de la época. «Es realmente el primer fotógrafo que en México se le considera un artista», opina Conde. De él habló la intelectualidad del momento, como Xavier Villaurrutia, pero luego quedó en el olvido.
¿En qué se diferencia Smarth de sus colegas? Para David Torres, en «lo exquisito, refinado, delicado y vanguardista de sus cortes, porque no siempre está el personaje completo».
A sus modelos «también los disfrazaba o arreglaba; los hacía posar en unos escenarios, según los estudiosos, que no son reales, sino escenografías dibujadas por él.
De acuerdo con el curador de la muestra en la obra de Smarth hay ecos de fotografías que vendrán después. Incluso en una exposición, la foto de un alcatraz atribuida a Edward Weston, en realidad era de Librado García.
Conde cita a Carlos Córdova respecto de que «Smarth era un hombre muy divertido y todo mundo quería pertenecer a su círculo, porque hacía fiestas muy interesantes. Por ejemplo, mandaba hacer los diseños de la ropa y se los regalaba a los hombres y las mujeres, y ellos los hacían pero en papel de china». También manipulaba las fotografías al crear luces o sombras.
De igual manera se observa que muchas de sus fotos no están firmadas, porque al parecer eran para su producción personal, aunque las de estudio sí.
La primavera pasada Patricia Conde llevó obra de Smarth a la muestra fotográfica organizada por AIPAD, en Nueva York, donde causó mucho interés.
Sin embargo, a la galerista le gustaría que las fotos de Librado García se quedaran en México, que mejor las compraran instituciones del país.
Patricia Conde Galería abrió sus puertas en un nuevo local, en General Juan Cano 68, San Miguel Chapultepec.
REGRESAR A LA REVISTA