C iudad Juárez, Chihuahua. 5 de marzo de 2021. (RanchoNEWS).- Cuenta Alonso Ruizpalacios (Ciudad de México, 42 años) en el texto de promoción que acompaña a Una película de policías, estrenada en la última jornada de la 71ª Berlinale, que su nuevo filme nace, entre otras razones, de la constatación de que en el cine nada se puede contar en pasado, que todo es presente en la pantalla. Por teléfono, el cineasta se explica: «Esta reflexión, a la que he llegado tras chocar contra ese problema en anteriores películas, me ha llevado a buscar una nueva forma de narrar. Soy consciente del límite, y desde ahí me lanzo a ver hasta dónde llego».
Para Netflix, la plataforma que produce el filme, y que lo estrenará el próximo otoño, Una película de policías es un documental. Para el espectador probablemente esta etiqueta no será tan categórica, porque el director de Güeros y Museo se ha lanzado a una experimentación formal atractiva, tanto en la narración como en lo visual. Teresa y Montoya, protagonistas de la historia, son dos agentes que han seguido la tradición familiar —ella, Teresa, muy a pesar de su padre— para entrar en una de las fuerzas de seguridad más controvertidas del continente americano. «Empecé a escuchar a policías en un proceso de investigación arduo y muy abierto de miras, sin negarme a nada, con la idea de contar su impacto social. Lo hice porque con las productoras pensamos en rodar un documental sobre la corrupción y la impunidad en mi país», recuerda Ruizpalacios. «Después de dos años de investigación y entrevistas con mucha gente y distintos puntos de vista, decidí que era mucho más interesante seguir a un par de policías comunes». Encontró a dos con pasados interesantes, con una consciencia clara de su puesto y su poder, «y una asunción de las contradicciones que arrastran».
Una reseña de Gregorio Berlinchón para El País.