Cartel publicitario. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 20 de abril de 2017. (RanchoNEWS).-El deseo de vivir nuevas experiencias, el peligro, la violencia, la muerte, la creatividad, el cuerpo y la palabra, el eros y el tánatos se entretejen en la propuesta escénica La Brisa, montaje que hoy estrena la compañía Teatro Línea de Sombra en El Galeón, del Centro Cultural del Bosque. Carlos Paul reporta para La Jornada.
La obra «evoca una célebre cervecería-bar, espacio de goce y bohemia de los años 90 del siglo pasado en Ciudad Juárez, que fue conocido como La Brisa, sitio administrado por un grupo de prostitutas donde hacían trabajo de prevención contra el sida, y donde acudían poetas, escritores y músicos desconocidos o con reconocida trayectoria para presentar sus obras», explica la actriz Alicia Laguna.
«El proyecto surgió hace algunos años cuando una historiadora del arte nos habló sobre un archivo fotográfico de ese bar y nos contó lo que ahí ocurría», expresa Laguna.
«Su historia nos sorprendió y cautivó, el que existiese un lugar así, en medio de un año 1993, cuando empiezan a aparecer las primeras asesinadas en Ciudad Juárez».
En 2014 se comenzó a levantar el proyecto escénico y a desarrollar un trabajo de investigación respecto de tan singular espacio, el cual se recuerda, «como un lugar de bohemia y goce, de algo que uno diría: yo quiero vivir eso».
El cuerpo que desea
El montaje La Brisa cuenta con la dirección de la uruguaya Tamara Cubas, quien también es parte del elenco, junto con Zuadd Atala y la misma Alicia Laguna.
La propuesta escénica articula tres textos escritos por cada una de las actrices que marcan tres líneas específicas: uno se refiere a lo que fue ese bar, como memoria; otro cuestiona y reflexiona sobre el quehacer teatral, y uno más, propone «una visión extranjera o externa respecto de ese insólito sitio fronterizo, que después de 10 años de operar fue incendiado por un grupo de vándalos».
En escena se plantea un trabajo corporal, el cual propone «una manera distinta y diversa de abordar el cuerpo. No se trata de danza ni de teatro físico; es una pieza en la que se articulan el cuerpo y la palabra, cuya narrativa se aleja de ser una memoria histórica del sitio», explica Laguna.
«Con un mínimo de elementos se ejecuta una serie de acciones que se amalgaman con los textos. La apuesta es provocar sensaciones de bienestar o malestar».
De acuerdo con la directora Tamara Cubas, el montaje es resultado de un trabajo de colaboración. «El proyecto implica poner el cuerpo de la actriz y el cuerpo que desea estar en un lugar que existió en otro tiempo, en un espacio que ya no está, donde parecería que todo fuera posible, en medio de una ciudad en la que, yo como extranjera, está asociada a la no posibilidad.
«Hay ahí un deseo proyectado, un deseo de haber querido ser parte de aquel sitio; por ello digo el cuerpo que desea».
Más que recolectar las memorias históricas de La Brisa, la propuesta consiste en intentar «pensar» ese sitio «como una tensión entre el cuerpo y la palabra, Eros y Tánatos, explica Cubas».
Como directora «lo que me interesa es el deseo, aquí y ahora, proyectado en ese singular y complejo lugar que existió».
Con la participación de la baterista Kanga Trujillo, diseño de espacio escénico e iluminación de Jesús Hernández y diseño sonoro de Francisco Lapetina, La Brisa se estrena hoy a las 20 horas en El Galeón, del Centro Cultural de Bosque (Paseo de la Reforma y Campo Marte, estación Auditorio del Metro). Funciones: jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas.
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