C iudad Juárez, Chihuahua. 24 de abril de 2017. (RanchoNEWS).- Había mucha neblina o humo o no sé qué es un texto sobre el pasado, a través de Juan Rulfo, más que sobre el escritor, y que fue hecho con profunda admiración y cariño, para aumentar la cantidad de lectura y no lo contrario, aseguró la autora del libro, Cristina Rivera Garza, durante el conversatorio que se llevó a cabo en el último día de actividades de la novena edición de la Feria del Libro y de la Rosa, fecha en que se conmemoró el Día Mundial del Libro. Una nota de la redacción de Crónica.
Para la realización del libro, la escritora contó que viajó a los distintos lugares en los que estuvo Juan Rulfo para conocer más sobre el pasado y ver qué había sucedido desde aquel entonces, pues manifestó su interés por las comunidades indígenas y por la situación de los ecosistemas:
«Sería imposible desligar la experiencia del ciudadano, del padre de familia, del hombre que tiene que sobrevivir el día a día y la persona que está tratando de construir personajes, fijarse o no en una anécdota. Este es un libro sobre Juan Rulfo, pero tal vez más a través de Juan Rulfo que sobre Juan Rulfo», dijo Rivera Garza.
Durante el conversatorio también estuvo la escritora Rosa Beltrán, quien habló sobre el paso de Juan Rulfo en el Instituto Nacional Indigenista y como vendedor de llantas, empleos que tuvo mientras en la Presidencia de México se encontraba Miguel Alemán Valdés. «Cristina no habla como nos hablan los libros convencionales sobre la historia del país, del momento en que México ya fue moderno, así de golpe».
Comentario que Cristina Rivera complementó con que nadie escoge la época en la que nace. «Lo que me interesaba era leer a Rulfo desde este lado, su literatura es compleja, quería estos otros elementos que nos incitan a meternos en camisa de 11 varas y vericuetos, qué hacemos con nuestras circunstancias, con el deseo, la subjetividad y las cosas que nos competen y están ahí».
Otra de las características que desatacó Rosa Beltrán fue que el libro Había mucha neblina o humo o no sé qué no está escrito de manera cronológica, tiene poesía, narrativa de ficción, hay distintas lenguas, como el mixe y el español, aspectos que en literatura resulta muy irritante.
«Nunca he escrito libros domesticados, dóciles, siempre me interesa escribir porque creo que una práctica crítica, lo que los libros me han dado es la posibilidad de cuestionar todo lo que está en mi entorno, de imaginármelo de distinta manera», comentó Cristina Rivera.
Luego de la conferencia, la escritora tuvo un encuentro con los medios, en el que indicó que confía en el criterio de los lectores. «Cuando uno publica un libro y lo deja ir, el libro va a encontrar las maneras de conectarse con sus lectores, no creo que a un libro haya que defenderlo, un libro está allá afuera para formar sus círculos de afectos, para encontrar a sus lectores, para formarlos y construirlos también, necesitamos leer más y no menos ».
Sin querer comentar los comentarios que ha recibido por la Fundación Juan Rulfo, la escritora señaló que otra de las cosas que le interesa es abrir más espacios para la lectura, apoyar la educación pública porque sin ella, cada vez se leerá menos.
«Habría sido ingenuo pensar que un libro de esta manera, con este tipo de estrategias, iba a ser un libro cómodo, dócil o suave. Es un libro que está planteando preguntas que otros encuentran relevantes, una respuesta tan vehemente como la que hemos estado viendo estos días se debe a que tenemos conversaciones pendientes», concluyó Cristina Rivera Garza, no sin antes repetir que su intención es generar preguntas que giren en torno a la propiedad privada de la escritura y de la escritura como un bien común.
REGRESAR A LA REVISTA
