Cartel de la cinta. (Foto: Archivo)
Ciudad Juárez, Chihuahua. 16 de julio de 2017. (RanchoNEWS).– «Luc Besson se ha apropiado de nuestros personajes», comenta satisfecho el dibujante de Valérian, Jean–Claude Mézières, feliz de que el cineasta se haya mantenido «fiel» al espíritu del cómic, creado hace 50 años con Pierre Christin, elogiando no obstante su «gran libertad de interpretación», informa lagencia AFP desde París.
«Valérian», la película más cara jamás rodada en Francia, fue antes que nada una gran serie de cómics de cuyos 23 números, traducidos a una veintena de idiomas, se han vendido más de 5 millones de ejemplares en todo el mundo.
El filme, llamado «Valérian y la Ciudad de los mil planetas» está inspirada, al contrario de lo que pudiera sugerir el título (¡pues existe un cómic llamado «El imperio de los mil planetas»!), en el cómic «El embajador de las sombras» (el séptimo de la colección).
«‘El embajador de las sombras’ es uno de los cómic germen de Valérian», explica a la AFP Pierre Christin, guionista de la colección de cómics de ciencia ficción francesa más famosa, junto a su cómplice Jean–Claude Mézières en su taller parisino.
«Es lógico y acertado que Luc Besson haya elegido precisamente este cómic para hacer su primera película, aunque haya comprado los derechos de los otros títulos», considera el guionista, que a finales de julio celebrará su 79º cumpleaños.
Si el filme resulta en éxito, Luc Besson se plantea realizar uno o dos trabajos más basados en «Valérian».
La serie «Valérian» se caracteriza por su enfoque humanista, bastante inusual en el campo de la ciencia ficción. En la serie, los «Aliens» no constituyen una amenaza para la humanidad, si no todo lo contrario. Según Mézières y Christin, la película respeta «los valores humanistas y antirracistas» del cómic, aunque «sea espectacular, con mucha pirotecnia y estruendo».
Christin y Mézières forman parte de los pocos espectadores que han visto el filme antes de que llegue a las salas.
«Me temía un poco que pudiera parecerse a una película de ciencia ficción estadounidense, con el combate entre el Bien y el Mal que termina, como siempre, con la victoria del Bien. ¡Y, mira, no!», comenta complacido Pierre Christin, que ha trabajado con dibujantes como Enki Bilal, Annie Goetzinger o Jacques Tardi.
‘Uno de nuestros pequeños lectores’
«No hay nada que chirríe entre la película y nuestra serie que nos haga decir: ‘Pero nosotros nunca contamos algo así o nosotros nunca hubiéramos hecho eso'», confirma Jean–Claude Mézières, que ya había trabajado con Luc Besson en los decorados de la cinta «El quinto elemento».
Ni Christin ni Mézières participaron en la escritura del guión ni en la elaboración de los decorados imaginados por Luc Besson. Pero «lo que está bien de Besson es que fue uno de nuestros pequeños lectores, con 10 u 11 años, y que no hemos necesitado explicarle lo que es Valérian. Él ya lo había entendido», subraya Jean–Claude Mézières.
«No estoy convencido de que hubiera sido bueno que yo hubiera trabajado en el guión», admite Pierre Christin. «Nunca he disfrutando trabajando en cosas que ya había hecho».
Jean–Claude Mézières tampoco lamenta no haber sido consultado para los decorados o el vestuario. Los decoradores y los responsables de vestuario «se apoyaron mucho en los libros pero hicieron una transposición», explica el dibujante.
El guionista recuerda haber tenido «reticencias» respecto a la idea de que Cara Delevigne pudiera encarnar a su Laureline, la compañera «no convencional» de Valérian. «Modelos convertidas en buenas actrices, no las hay por docenas», zanja, antes de reconocer que la actuación de la actriz lo impresionó. «Cara Delevigne tenía ganas de ser actriz y lo acabó siendo en esta película».
«Siempre hemos tenido ganas de una adaptación al cine», dicen, a coro, los dos creadores, admitiendo que «un buen cómic no tiene por qué dar necesariamente una buena película». Pero, subraya Christin, entre risas, «esperamos que de un buen cómic se haga una muy buena película».
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