Imagen de Susana Solano. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 4 de agosto de 2018. (RanchoNEWS).- Desde hace varios años he admirado el trabajo escultórico de Susana Solano. Su obra me atrae y, al mismo tiempo, me enfrenta al descubrimiento del arte como aventura, quizá como tránsito hacia la fascinación. Una instalación con vapor, pequeñas piezas de rejillas, dibujos hechos con el cuerpo o con un espontáneo trazo de líneas o puntos, fotografías, hilos de alambre que van del suelo al techo, con lo catártico y la manifestación del mismo, cuyo significado es acceder a una «arquitectura lúcida». Podríamos decir que, en lo que respecta a las piezas objetuales, tienen una relación directa con Dada, y no como mera referencia lateral, sino como la razón de ser modular en cada obra.
Susana Solano (Barcelona, España, 1946) ha estado presente en todas las manifestaciones artísticas internaciones más importantes de las últimas décadas: Bienal de Venecia, Skulpur Projekte de Münster, Carnegie Internacional de Pittsburg, Documenta , 8 y IX de Kassel, Bienal de Sao Paolo… Piezas aisladas en las que ha dado forma a su discurso estético. Realizó su primera exposición individual en la Fundación Joan Miró en 1980. Fue premio Nacional de Bellas Artes en 1988. Sus obras son la representación de su libertad creativa, con un estilo que combina un dominio intuitivo y a la vez racional en volúmenes, formas, espacios y materiales. Sus grandes muestras retrospectivas que ha realizado en casi todos los museos del mundo: Palacio Velázquez del Museo Reina Sofía; Whitechapel Art Gallery, Londres; Malmó Konsthall, Malmó; Centro Nacional de Arte Contemporáneo de Grenoble, y en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, son muestra de cómo Solano ha trabajado a su ritmo, en su espacio, en su tiempo. «El valor – dice Solano- de una imagen se mide por la extensión de su aureola imaginaria. Gracias a lo imaginario, la imaginación es esencialmente abierta, evasiva. Es dentro del psiquismo humano la experiencia misma de la apertura, la experiencia misma de su novedad».
La entrevista la hace en Barcelona Miguel Ángel Muñoz para La Razón
REGRESAR A LA REVISTA