Wim Wenders: Autorretrato (1975). (Foto: Wim Wenders Stiftung)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de agosto de 2018. (RanchoNEWS).- Quien ha visto el cine del director alemán Wim Wenders sabe cuán especial es su mirada al mundo. No en vano, ha sido nominado en tres ocasiones a los Oscar y, en Europa, sus películas han conocido los mayores reconocimientos cinematográficos, ya sea en Cannes, Venecia o Berlín. Su París, Texas (1984) es una película de culto y, además, sirvió para su descubrimiento como fotógrafo. Con la idea de apropiarse de los espacios del oeste americano retratados en esa cinta, Wenders fotografió incansablemente los que serían los escenarios de la película. Aquellas imágenes dieron lugar a una exposición en el Centro Pompidou de arte contemporáneo de París y un libro, Written in the West (Escrito en el oeste). Aquellas imágenes sirvieron al mundo para descubrir al Wenders fotógrafo.
Wenders descubrió la fotografía a los seis años. Con esa edad le regaló su padre una cámara de fotos. Para él, la fotografía fue durante mucho tiempo un hobby sin importancia. No revelaba sus fotografías. Con las hojas de contactos era suficiente. Entrado en la veintena, sin embargo, el joven Wenders revelaba las fotos al instante. Usaba una Polaroid. Pasó algo más de una década utilizando compulsivamente esas pequeñas imágenes enmarcadas en blanco de 9 x 10 centímetros. A la vista está en la exposición dedicada a Wenders que estos días puede verse en el centro de exposiciones C/O Berlin, situado en el corazón de la capital germana. Se titula Sofort Bilder (Imágenes inmediatas).
Salvador Martínez Mas reporta para El Cultural
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