Momento del espectáculo. (Foto: Jaime Moreno Valenzuela)
C iudad Juárez, Chihuahua. 28 de septiembre de 2018. (RanchoNEWS/jmv).- La Liga Teatro Elástico fundada por la actriz y directora de teatro Jacqueline Serafín y el artista plástico Iker Vicente, es una compañía de teatro de objetos y figuras animadas que alberga colaboraciones de creadores e intérpretes de múltiples disciplinas y nacionalidades.
La Liga desarrolla proyectos que se ubican en las fronteras de la escultura, el teatro, el performance y la docencia, desde donde desarrollan eventos que a su vez articulan al teatro callejero con el juego y la fiesta como estrategias para refundar y significar los espacios urbanos, escénicos y museográficos donde se presentan.
Han participado en varios festivales internacionales por el mundo y llegaron al FICH para presentar Las bestias danzan o el sigiloso conjuro de lo salvaje y este no es un espectáculo infantil que contenga una moraleja tampoco uno que rescate valores o conceptos de nuestra mexicanidad o sobre la importancia de nuestra relación con la fauna, es eso y más.
Me explico este ejercicio lúdico y didáctico que plantea múltiples miradas en torno a la reintroducción de los lobos mexicanos a su hábitat, empieza con un taller donde los niños conocen la historia del lobo mexicano que ha sido brutal. Conocieron también la existencia del programa de exterminio de esa especie echado a andar en México en 1970 recibía fondos económicos.
En esa década, al lobo se le criminalizó como transmisor de rabia cuando nunca se hubieron registrado ataques al ser humano, más bien la industria ganadera se sentía amenazada económicamente. Y situaciones semejantes se vivieron también en España y Francia en aquellos años.
Posteriormente se les instruyo en la parte que representarían en este proyecto escénico multifacético y terminarían realizando sus máscaras de lobos.
La representación incluía la exposición de algunas marionetas desarmadas mismas serían armadas frente al público. Iker Vicente coautor del proyecto, ha recreado las criaturas en formato de títeres de escala real que requieren del cuerpo entero del actor en su manipulación. La escala es tan real que cada títere de lobo necesita de dos a tres actores para ser animado.
En la realización de estas fieles esculturas se articularon materiales de diversas cualidades como lana, bambú, plástico y metal, que estaban dispersos en una retacería imaginaria y ahora constituyen ensamblados una forma cuadrúpeda que se mueve por la implicación de todo el cuerpo humano.
En el anfiteatro ubicado en la puerta de las oficinas del CCPN fue donde las cuatro manadas de lobos liderados por el lobo dominante, empiezan la cacería del venado que terminó en el circulo central de la entrada al teatro Víctor Hugo Rascón Banda.
Este ejercicio escénico multifacético, dentro de sus virtudes tiene el poder mantener a los niños enfocados en un proyecto por casi seis horas. Fueron educados sobre la reintroducción de los lobos mexicanos a su hábitat, crearon elementos escénicos y participaron en la representación.
Las conclusiones en una mesa de diálogo que se dio en julio de 2016 en la Ciudad de México entre especialistas invitados y público pueden sintetizarse en que esta propuesta escénica alrededor del lobo mexicano, difunde el pensamiento de que la supremacía del ser humano por encima de los animales está superada en el siglo XXI por un valor ecológico de coexistencia de naturalezas que, irónicamente, ha sido practicado por las culturas amerindias originarias por muchas eras, lo que implica reintegrar sus saberes a nuestra contemporaneidad.
Asimismo, los rituales de transmutación a la dualidad hombre-lobo practicada por los chamanes wixárikas expresan un estado de conciencia y corporalidad necesarias para la medicina del cuerpo y del alma.
Enhorabuena para estos infantes que vivieron esta experiencia, cuál será el impacto de la misma en su futuro, no lo sé. Espero sea canalizada a partir de su juventud.
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