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C iudad Juárez, Chihuahua. 1 de octubre de 2014. (RanchoNEWS).- El artista Luis Nishizawa recibirá un homenaje el mediodía del viernes en la sede de Secretaría de Educación Pública (SEP) y otro, dentro de un mes, en el Palacio de Bellas Artes, se informó durante las exequias del maestro, fallecido este lunes a la edad de 96 años. Una nota de Reyes Martínez y Carlos Paul para La Jornada:
El también escultor, vitralista, grabador y muralista, heredero de la tradición paisajística de México, nacido en 1918 en la hacienda de San Mateo, municipio de Cuautitlán, estado de México, fue velado en la funeraria Gayosso de Félix Cuevas, adonde asistieron familiares, alumnos y amigos.
Durante la ceremonia, Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), dijo que a propuesta de Emilio Chuayffet Chemor, titular de la SEP, «por el reconocimiento a su pintura en uno de los salones más importantes de un edificio histórico como es el de la secretaría», este viernes por la mañana se realizará ahí un homenaje a Nishizawa.
Además, «al mes de su fallecimiento, haremos otro en el Palacio de Bellas Artes» y luego «de acuerdo con la familia, veremos las exposiciones que se puedan hacer en torno a su obra».
Generosidad del maestro
Adriana Nishizawa mencionó que las cenizas de su padre serán depositadas junto a las de mi madre, porque él así lo decidió, «en la parroquia de San José El Altillo, en avenida Universidad y Francisco Sosa, Coyoacán. Cerca de su casa».
Acerca del homenaje, añadió, «estaremos el viernes 3 de octubre con el Conaculta y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en la SEP».
De los últimos momentos de Nishizawa, afirmó: «Él estaba delicado de salud, pero tranquilo. Ya no pintaba desde hace más o menos un año. Lo acabamos de jubilar. Tenía 57 años de ser catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México y no se quería jubilar, sólo por cuestiones de salud lo tuvimos que hacer. Él dijo que quería morir dando clase. ‘No me jubiles. Trae a los alumnos’».
Alrededor de las 15 horas arribaron al lugar el presidente Enrique Peña Nieto y Eruviel Ávila, gobernador del estado de México, a quienes se unieron Emilio Chuayffet, titular de la SEP: Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Conaculta, y María Cristina García Cepeda, directora del INBA; ahí fueron recibidos por los cuatro hijos del artista.
A su llegada, Peña Nieto saludó de mano a cada uno de ellos y conversó unos minutos antes de pasar a hacer la guardia de honor. «Nos dijo que conocía poco a mi papá, pero que sí lo había llegado a conocer, que fue un hombre que siempre había estado muy orgulloso de ser mexiquense», dijo Adriana Nishizawa a La Jornada.
El Presidente «nos comentó también que cuando él fue gobernador del estado de México había tenido una relación de trabajo con Nishizawa, cuando mi padre realizó el mural principal en el Salón del Pueblo, del Palacio de Gobierno; y que era una gran pérdida para la cultura de nuestro país.
«Nos ofreció muy amable sus condolencias, se puso a las órdenes de la familia y que cualquier cosa que necesitáramos se lo hiciéramos saber».
Tras hacer la guardia de honor junto con los funcionarios y familiares, Peña Nieto saludó a algunos de los presentes y en voz alta reiteró sus condolencias a los nietos y amigos de la familia.
A su salida, sin responder ninguna pregunta de la prensa, deploró la «pérdida muy lamentable de un gran maestro de México, como fue don Luis Nishizawa, una persona que además de ser un gran exponente del arte plástico de nuestro país, fue un gran maestro que formó a muchos alumnos a quienes transmitió sus conocimientos, fue un hombre generoso a quien tuve oportunidad de conocer y tratar, era un gran artista mexiquense y mexicano que proyectó su arte y a México, a través de él, a distintas latitudes. Descanse en paz y nuestro más sentido pésame a sus familiares, amigos y a toda la comunidad artística de nuestro país».
Antes, Tovar y de Teresa destacó «la gran pérdida para la cultura mexicana, para las artes plásticas de nuestro país, de una figura que a través del siglo XX ocupó un lugar especial» y a quien definió como un artista que formó parte de la Escuela Mexicana, incursionó en el neoabstraccionismo y significó «la continuidad de tradición de la naturaleza muerta y el paisaje en la pintura mexicana.
«Tuvo una extraordinaria generosidad como maestro: hasta los últimos días estuvo dando sus clases. Siempre mantuvo contacto con los jóvenes. Fue de los artistas plenos de vocación, que siempre se llevó con todos, muy respetado por sus colegas, admirado por el público y por los interesados en las artes plásticas. Merece todos los homenajes y el reconocimiento».
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