Rancho Las Voces: Artes Plásticas / México: La exitosa exposición «Obsesión infinita», de Yayoi Kusama, en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo
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lunes, enero 19, 2015

Artes Plásticas / México: La exitosa exposición «Obsesión infinita», de Yayoi Kusama, en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo

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Aspecto de la exhibición. (Foto: Excélsior / Daniel Betanzos)

C iudad Juárez, Chihuahua. 19 de enero de 2015. (RanchoNEWS).- Obsesión, tal vez, fue el común denominador entre las miles de personas formadas afuera del Museo Tamayo Arte Contemporáneo durante más de 12 horas seguidas para recorrer la exposición de Yayoi Kusama, en su último día, última oportunidad. Provistos de abrigos, guantes, gorros, cobijas y, algunos, casas de campaña, niños, jóvenes y adultos acamparon la noche del sábado en medio del Bosque de Chapultepec, escribe Sonia Ávila para Excélsior desde la Ciudad de México.

Mientras que el museo, en un literal Maratón Tamayo, permaneció abierto desde las nueve de la mañana del sábado hasta las nueve de la noche de ayer domingo; 36 horas de servicio traducidas en, un promedio, 10 mil asistentes y, por curioso que parezca, los más cómodos fueron quienes entraron de madrugada con el boleto que compraron en la página web del museo.

Las personas que encabezaron la fila, quienes pernoctaron, fueron los que no alcanzaron boleto el sábado y no tuvieron más opción que instalarse. «Nosotros, mi esposo y yo, llegamos el sábado a las 9:30 de la mañana, venimos directo de San Luis Potosí y, pues, no alcanzamos ya entrar. Vimos que varios se iban a quedar y decidimos acampar también», contó Ana Iris Peña, quien tuvo suerte y consiguió entrar a Obsesión infinita a las cinco de la mañana, cuando el personal del museo anunció unos lugares de gente que no llegó a su cita nocturna.

Pero fueron pocos los boletos cancelados. Entonces no había más que esperar a las nueve de la mañana del domingo cuando, la taquilla abrió en su horario normal y se repartieron los últimos tres mil lugares gratuitos, pues el domingo es entrada libre. Se agotaron en unas dos horas, cuando la fila ya cruzaba el bosque hasta avenida Reforma; de ahí llegaba a la entrada del estacionamiento sobre circuito Gandhi y entonces hacía al menos dos vueltas más.

«Había visto que se hacían colas enormes, pero no me imaginé que tanto. Llegamos a las nueve y media de la noche de ayer (sábado), ya con la idea de dormir aquí», dijo Aldair Minera Palacios, quien visitaba la exposición por segunda ocasión. La joven relató que la gente se organizó en grupos de 40 o 50 personas para hacer relevos en la espera; anotados en una lista, se asignaron horarios para «cuidar el lugar».

«Fue idea de las personas que estaban hasta enfrente para cuidar que no se metieran otros cuando repartieran los boletos. Nosotras no volvimos a la casa porque vivimos lejos, pero varios se fueron a dormir un rato y ya regresaron a la hora que les tocó», detalló quien confiesa saber de Kusama sólo lo que se publicó en la redes sociales.

Como ella, Anaí Alarcón y su esposo esperaban en la fila desde las diez de la noche del sábado, sentados en un par de bancos, protegidos únicamente con una cobija. También hubo los aventurados que instalaron casas de campaña, éstas con espíritu Kusama: ataviadas de calcomanías de círculos de colores.

Los desafortunados fueron quienes llegaron con el amanecer esperanzados en alcanzar una ficha, pero cayeron en la realidad cuando la fila ya doblaba el estacionamiento: «Señor, estoy confundido», dijo un hombre a un guardia parado en las vallas que delimitaban la explanada del museo. «¿Cuándo y cómo reparten los boletos, sí me formo?», preguntó insistente.

«La taquilla abre a las nueve de la mañana y se repartirán dos mil 600, de ahí pasa a recepción para que le asignen el horario de entrada, y ya puede venir 15 minutos antes de su hora. Calcule cuánta gente hay», respondió el guardia en un intento de amabilidad luego de explicar una y otra vez lo mismo.

No faltaron los abusados que, ante la escasez de boletos, ofrecían uno por 300 o hasta 350 pesos. «Sí pasan de vez en cuando ofreciendo, también vino un chico que dijo que su amigo ya no llegó y que si queríamos nos lo vendía en 100 pesos, una chava luego luego lo compró», acotó Minera Palacios.

El «agosto» también lo hicieron los comerciantes del tradicional desayuno mexicano: tamales y atole, o café y pan dulce; de a diez y 15 pesos. Lo mismo los «viene-viene», que acomodaban los autos a la orilla del estacionamiento del Museo Nacional de Antropología, tiempo libre por cien pesos, y quienes optaron por estacionarlo sobre Paseo de la Reforma a las seis de la mañana la grúa los correteó.

«Me preguntas que cómo fue la experiencia, pues sólo ve mi cara», afirmó con sonrisa de por medio Mónica Rivero Hernández, cuyo rostro estaba cubierto de puntos de colores, igual que el de sus dos hijas con quienes hizo fila desde las 12:00 horas del sábado. «No conocía nada de la artista, pero me llamó la atención el color y cómo lo maneja; también los espejos de agua son sorprendentes, son obras emotivas», remató.

Sofía Provencio, jefa de Comunicación del museo, detalló que en total poco más de 320 mil personas visitaron la exposición, de las cuales cerca de diez mil acudieron en las 36 horas del maratón, cifra récord para el museo, y para la misma exposición, que en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, donde se presentó en 2013, tuvo 180 mil entradas.

La siguiente parada de la artista japonesa Kusama es Perú.

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Personas pernoctando en en las imediaciones del museo. (Foto: Excélsior / Daniel Betanzos)


Balean a un comerciante

El comerciante Misael Narciso León, de 25 años de edad, fue lesionado por arma de fuego la madrugada de ayer, al ser víctima de un asalto en la explanada del Museo Tamayo, donde se llevaba a cabo la exposición Obsesión infinita, de la artista japonesa Yayoi Kusama .

De acuerdo con reportes de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, los hechos ocurrieron hacia las 1:15 horas, cuando policías a bordo de la unidad P16-17, correspondiente al sector Polanco-Castillo, se trasladaron al museo al recibir una llamada de auxilio.

Al llegar al lugar, ubicado en las calles de Gandhi y Paseo de la Reforma, en la Primera Sección del Bosque de Chapultepec, encontraron a una persona que se identificó como Misael Narciso León, de 25 años de edad, lesionado por arma de fuego.

Los uniformados solicitaron el apoyo del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médica (ERUM) para brindar los primeros auxilios a esta persona. De inmediato, arribó la Unidad Médica Global M-22, al mando de la paramédico Melissa Núñez, quien diagnóstico lesiones con arma de fuego en el abdomen del joven.

Una mujer comerciante fue quien confirmó que su compañero León se resistió a un asalto y de pronto se escucharon las detonaciones.

Personal de seguridad del museo también confirmó que este accidente se dio a raíz de un asalto que sufrió el hombre, quien cruzaba el bosque para reabastecer de mercancía su puesto ambulante. El herido fue trasladado al Hospital Rubén Leñero.

Este hecho se dio en el marco del Maratón Tamayo, que la dependencia del INBA hechó a andar durante 36 horas, en las que estuvo abierto el museo.

El maratón para observar la muestra continúo hasta ayer por la noche, ya que, pese al intento de asalto, el ingreso de espectadores no fue detenido.

La Obsesión Infinita en cifras

Ciudad de México, 17 de enero (Excélsior).- Pocas veces los museos de la Ciudad de México ven tal cantidad de afluencia de visitantes como el Museo Tamayo Arte Contemporáneo, el cual, desde septiembre del año pasado albergó la exposición 'La Obsesión Infinita' de la artista japonesa Yayoi Kusama.

Para obtener una idea general sobre el éxito de esta muestra, Sofía Provencio, vocera de la exposición en el Tamayo, habló para Excélsior sobre las cifras que involucran a la Obsesión Infinita en México.

LAS CIFRAS:

Al mes, la exposición recibió 85 mil visitantes.

Para el martes 13 se tenían registrados, en total, 303,000 usuarios, más 10 mil que se esperaban para el fin de semana del cierre.

Como retrospectiva, el Tamayo logró traer las más de 100 piezas que conforman la exposición.

Las obras más antiguas están datas entre los años 40 y 50, mientras que las más recientes son el 2012.

Traer la Obsesión Infinita costó, más o menos, 8 millones de pesos. Lo cual incluye gastos de embalaje, montaje y operación en general.

Para dar una idea del flujo de gente, en el 2013, el Museo Tamayo recibió 170 mil visitantes.

El tiempo promedio del usuario en el museo va de los 50 minutos a la hora y media.

El ingreso de visitantes al museo se realiza cada 30 minutos.

Dos curadores: Frances Morris y Philip Larrat-Smith.

La artista

Yayoi Kusama nació en 1929 en la ciudad de Matsumoto, la cual se ubica en la Prefectura de Nagano, Japón. Después de un poético conjunto de obras semi-abstractas en papel que marcaron sus comienzos en los cuarenta, Kusama creó la célebre serie Infinity Net (Red Infinita) a fines de los cincuenta y comienzos de los sesenta.

Estas obras se caracterizan por la repetición obsesiva de pequeños arcos de pintura que se acumulan en grandes superficies siguiendo patrones rítmicos. El traslado de Kusama a Nueva York en 1957, donde conoció a Donald Judd, Andy Warhol, Claes Oldenburg y Joseph Cornell, marcó un hito en su carrera artística.

De la práctica pictórica pasó a las esculturas blandas conocidas como Accumulations (Acumulaciones) y luego a performances en vivo y happenings, claros exponentes de la cultura alternativa neoyorquina con los que ganó reconocimiento y notoriedad en la escena artística local.

En 1973 Kusama volvió a Japón y en 1977 se instaló voluntariamente en una clínica psiquiátrica en la que reside desde entonces.

A la marcada peculiaridad psicológica de su obra, se suma un amplio espectro de innovaciones formales y reinvenciones que le permiten a la artista compartir con un público amplio su singular visión, a través de los infinitos espacios espejados y las superficies obsesivamente cubiertas de puntos que le han dado fama internacional.

En obras más recientes, Kusama ha creado instalaciones envolventes y piezas que invitan a la colaboración, obras que la han convertido en la artista viva más célebre de Japón.

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