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Aspecto de las obras montada en el recinto ubicado en el Bosque de Chapultepec, ocupa cinco salas. (Foto: Yazmín Ortega Cortés)
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iudad Juárez, Chihuahua. 23 de enero de 2015. (RanchoNEWS).- Un hombre con vestimenta plateada, que se transportaba en una nave espacial del futuro –en realidad un Volkswagen intervenido– tocó a las puertas de los británicos para conocer las preferencias y aspiraciones de la comunidad local en los años 60 del siglo pasado. Con amabilidad, pedía ayuda para responder encuestas. Reporta desde la ciudad de México para La Jornada Alondra Flores.
El proyecto Hombre del siglo XXI, del artista inglés Stephen Willats, da nombre a la exposición que se inauguró la noche del miércoles en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo.
La obra de uno de los precursores del arte conceptual británico, que por primera vez se presenta en América Latina, propone un recorrido por diversas etapas de su trabajo gracias a casi medio centenar de creaciones que permiten un acercamiento, cuya premisa esencial es la función social del arte, así como una intervención en los patrones sociales y las identidades, pues destaca su carácter ambiental y conductual.
La muestra, montada en el recinto ubicado en el Bosque de Chapultepec, ocupa cinco salas e incluye obras representativas de varios periodos creativos, documentos y ejemplares de la revista Control, fundada por Willats en 1965.
«Es un artista muy importante en términos del desarrollo que se dio en el campo de las prácticas conceptualistas en Inglaterra durante los años 60», dijo Julieta González, curadora de la exposición que llega al país con el auspicio del British Council.
Hombre del siglo XXI marca el inicio formal de las actividades del Año del Reino Unido y México 2015.
Cibernética y subculturas juveniles
El quehacer de Stephen Willats, quien nació en el Reino Unido en 1943 y radica en Londres, se inscribe en una era donde la simbiosis entre el arte y la tecnología dio origen a nuevas formas de producción estética.
Al respecto, se interesó por la cibernética, la publicidad, las nacientes unidades habitacionales de los suburbios y las subculturas juveniles, como punks, skinheads y góticos.
Durante un recorrido por la muestra, con los representantes de la prensa, antes de la inauguración, Julieta González inquirió: «¿Qué hacen los gobiernos?» y respondió: «Nos normalizan, en referencia abierta al teórico francés Michel Foucault. Somos una población que tiene que ser regimentada, porque si no a los gobiernos se les va de las manos la manera de controlar. Las normas crean controles de conducta. Las sociedades tienen muchos mecanismos de normalización, que van desde las leyes hasta la construcción del entorno donde vivimos, el diseño del ambiente de trabajo y de las dinámicas laborales. A Stephen Willats le interesa el espacio donde una subjetividad puede construirse más allá de esa normalización».
Apuntó que la lección que puede derivar un espectador de esta exposición «es justamente esta idea de las herramientas para transformar el entorno. No importa cuáles sean, necesitan entender primero que se organizan como un sistema y uno las puede autorganizar incluida la experiencia estética y el entorno urbano, laboral y social».
Un vestido plástico con indicaciones, unas botas de casco metálico del punk y la hora del almuerzo de un oficinista son algunas de las expresiones observadas entre los collages, diagramas, dibujos, videoinstalaciones y esculturas que se exhiben en el museo Tamayo (Reforma, esquina Gandhi, Bosque de Chapultepc), donde recientemente más de 335 mil personas visitaron la exposición Obsesión infinita, de la japonesa Yayoi Kusama.
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