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El director americano Woody Allen, en un rodaje en 2011. (Foto: T. Fabi)
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iudad Juárez, Chihuahua. 14 de enero de 2015. (RanchoNEWS).-En la ceremonia de los Globos de Oro del pasado domingo hubo dos claros ganadores. Uno de ellos fue Transparent, en la que Jeffrey Tambor interpreta a un padre de familia transexual. La serie, una de las mejores de 2014, sólo puede verse en Estados Unidos a través del servicio de streaming de Amazon, que ha producido el show. En otras palabras: Amazon se llevó a casa sus primeros Globos de Oro, venciendo por el camino a todas esas cadenas que se han convertido en un símbolo de calidad y prestigio. Reporta desde Los Ángeles para El País Toni García.
Y como si estuviera calculado (sin duda lo estaba) tan solo 24 horas después de una victoria tan significativa, la empresa del imparable Jeff Bezos anunciaba que ha fichado nada más y nada menos que a Woody Allen para que escribiera y dirigiera su propia serie para esta web: un número indeterminado de episodios de media hora que sólo estarán disponibles para aquellos que estén dispuestos a pagar los 80 euros que cuesta el servicio al otro lado del Atlántico.
Cada año, las grandes cadenas de televisión se reúnen en Pasadena, a tiro de piedra de Los Ángeles, para presentar a los críticos y periodistas especializados sus propuestas para el semestre. En el TCA (Television Critics Association), uno puede ver las novedades de monstruos del medio como HBO o AMC, y de otros que amenazan con serlo como Showtime o Starz, que desembarcan en la ciudad con toda la artillería. Sin embargo, algunos de los asuntos más comentados de la presente edición fueron a cuenta de diversos ausentes. «Yo no diría que exista preocupación, pero es obvio que su estrategia funciona y todo el mundo ha empezado a prestarles atención: Netflix ya no es ninguna promesa», decía un ejecutivo de Starz a EL PAÍS (la cadena emite shows tan populares como la notable Black Sails —en España puede verse en el canal TNT—, o la muy popular Outlander —en Movistar Series). Netflix ha cambiado el panorama de la misma manera que HBO cambió la percepción que el público tenía de la televisión cuando empezó a producir ficción.
House of Cards u Orange Is the New Black han demostrado que se puede apostar por contenido de calidad desde la web, sin necesidad de contar con una plataforma televisiva, contando con un streaming de altísima calidad. Muchos han intentado seguir sus pasos pero sin el nivel de inversión adecuado es una utopía llegar a un mercado cada vez más ávido de novedades. Por eso, cuando Amazon anunció su intención de empezar a crear contenidos propios (lo que alcanza su paroxismo con la noticia bomba del fichaje de Woody Allen), los más escépticos alzaron una ceja y los expertos se pusieron a temblar: el gigante de las compras tiene recursos suficientes como para convertirse en un serio competidor para cualquier compañía del sector, por grande que esta sea.
Así nació Amazon Prime, que lleva desde 2005 experimentando con la música y el cine (e incluso la fotografía), primero como mero proveedor de servicios y recientemente como productor. El fichaje de Woody Allen es sólo el último movimiento de una ofensiva encaminada a inventar una nueva manera de atraer a generaciones (no necesariamente nuevas) al universo televisivo. Allen no es el primero en pasarse al hermano pequeño del cine, pero es curioso que mientras Martin Scorsese y David Fincher siempre expresaron su deseo de trabajar para la caja tonta, Allen nunca se pronunció al respecto, limitándose a cumplir su cupo anual de películas, dejando al mismo tiempo una sensación de que aquello ya le traía sin cuidado. «No sé cómo me he metido aquí, no tengo ideas y no sé por dónde empezar. Creo que Roy Price [vicepresidente de Amazon Studios] se arrepentirá de esto», decía el propio Woody Allen en una brevísima nota de prensa difundida ayer.
Todo apunta a que Jeff Bezos ha acertado otra vez, fichando a un realizador amado por los cinéfilos, con una base de seguidores no solo numerosa sino leal, y generando —una vez más— toneladas de tinta (real y virtual) en la prensa global. De momento, no hay fecha concreta para el estreno del proyecto de Allen, ni más detalles que los expuestos. La serie estará disponible en algún momento de 2016 en Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, aunque a nadie le extrañaría que Amazon abriera el servicio a otros países si la recepción es la adecuada. Si Woody Allen funciona como Amazon espera, la competencia ya puede empezar a convocar reuniones. De urgencia.
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