C iudad Juárez, Chihuahua. 16 de enero de 2015. (RanchoNEWS).- Pocas veces un autor boicotea su propia obra. Pero esta ha sido la excepcional reacción del arquitecto Jean Nouvel, que no asistió a la inauguración de su Filarmónica de París. Una medida extrema que el premio Pritzker justifica por estar en desacuerdo con su temprana apertura. «Contra todos los consejos de su arquitecto desde 2013, el edificio ha sido inaugurado según una planificación que no permite respetar las exigencias arquitectónicas y técnicas», ha escrito Nouvel en un artículo publicado ayer en Le Monde y titulado Por qué no estuve en la inauguración de la Filarmónica. Reporta desde Paris para El Mundo Rosa Meneses.
La monumental Philharmonie, sede de la Orquesta de París, se alza en el parque de La Villette, en un barrio popular del noroeste de la capital francesa. A su pomposa inauguración asistieron este miércoles el presidente, François Hollande, el primer ministro, Manuel Valls, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
«La Philharmonie se ha disparado una bala en cada pie», afirma el arquitecto estrella francés, que rubrica obras como la Torre Agbar de Barcelona o el Louvre de Abu Dhabi. En su artículo cuenta cómo el compositor y director de orquesta Pierre Boulez, padre espiritual del proyecto, dejó dicho al presidente de la institución, su amigo Laurent Bayle, que la sala tenía que rodar y que había que realizar pruebas con las orquestas para regular su acústica. «Es inútil comenzar demasiado pronto», escribe citando las palabras de Boulez en otoño de 2013.
Pese a sus críticas, la apertura de la Filarmónica se considera el mayor acontecimiento cultural de París desde la inauguración de la Ópera de la Bastilla, en 1989. El concierto de estreno confirmó, según los expertos, la magnífica acústica de la sala, aunque reconocen que debe ajustarse un poco el equilibrio de su sonoridad.
La ausencia de Nouvel ha sido considerada por algunos una desleal declaración de guerra. Era la manera que encontró el arquitecto de desmarcarse de lo que calificó «una arquitectura que oscila a menudo entre la imitación y el sabotaje». El edificio -que se proyectó en 2007 con el aval del entonces presidente Nicolas Sarkozy- debía haberse terminado en 2013, pero la crisis económica hizo que en 2010 se interrumpieran -y casi se abandonaran- los trabajos.
El retraso en las obras provocó un sobrecoste de más de 180 millones de euros. Pero Nouvel subraya que él nada tuvo que ver en ello, sino que fue el director general de la Philharmonie quien tomó «decisiones económicamente desastrosas».
Nouvel afirma que hará valer su «derecho moral sobre la conformidad de la obra y otros puntos cruciales para obtener los acabados dignos» del que está llamado a ser el Centro Pompidou de la música. «Con el tiempo y con muchos cuidados, como los bebés prematuros, sus estigmas desaparecerán», vaticina el autor de la ampliación del Museo Reina Sofía y del hotel Puerta de América en Madrid.
La Filarmónica alberga un impresionante auditorio principal asimétrico y ondulante con capacidad para 2.400 personas. Otra característica de la Philharmonie es la poca distancia (tan sólo 32 metros) entre la orquesta y el espectador más alejado, mientras que en otras salas encontramos 40 ó 50 metros. El edificio de seis plantas está destinado a acercar la música a los parisinos de diferentes generaciones y orígenes sociales y cuenta con un centro de formación musical, un restaurante, una cafetería y una sala de exposiciones.
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